La Petrolera, con mayores contagios

El imparcial
Aseguran que la propagación de la enfermedad transmitida por el mosco está controlada.

Salina Cruz.- Aunque los contagios del Zika están controlados en el municipio, la colonia Petrolera, ubicada al poniente de la ciudad y colindante con la refinería Antonio Dovalí Jaime, está considerada un foco rojo por las autoridades de salud en el municipio.

Elías de la Cruz Castillo, director de Salud Municipal, alertó que la temporada de lluvias, se podría activar la presencia del mosco transmisor de la enfermedad; sin embargo, dijo que se está trabajando a través del área de vectores para fumigar el 100 por ciento de las colonias.

Hasta ayer, se habían detectado ocho casos alrededor de mujeres embarazadas; sin embargo, todas se mantienen bajo control, de la que obligó un rociado permanente para evitar la propagación de contagios.

Elías de la Cruz indicó que de acuerdo al protocolo de salud, a las embarazadas se les entrega un pabellón para blindarlas de la enfermedad y se les exhorta a mantener un cuidado permanente en su salud.

Dijo que de las 100 colonias del municipio, las de mayor riesgo son la Juquilita, San Pablo, Deportiva y Jesús Rasgado; no obstante, se ha mantenido una limpieza permanente en cunetas y arroyos, pero es importante que la ciudadanía mantenga limpio sus patios.

La fuente no confirmó ningún deceso en el municipio a causa de esta enfermedad, que podría reactivarse por las lluvias de los últimos días, insistió.

Mal severo

Este mal, parecido al chikungunya pero menos severo, se transmite por la picadura del Aedes aegypti.

Se trata de una enfermedad similar al dengue, al chikungunya y a la fiebre amarilla, pero de carácter leve. Al igual que todas estas patologías, esta se transmite mediante la picadura del mosquito Aedes aegypti.

En este caso, el virus también se transmite a los seres humanos por la picadura de hembras de mosquitos infectados y tras un período de incubación de 3 a 6 días.

El zica se manifiesta con erupciones (puntos blancos o rojos) en la piel, fiebre, artritis, conjuntivitis no purulenta, dolores musculares, dolor de cabeza y dolores en la parte posterior de los ojos.

Se trata, en general, de una enfermedad benigna sobre la cual no se reportan casos fatales; tampoco se transmite de persona a persona.

El primer brote de la enfermedad fuera del África se registró en el 2007 en la isla de Yap, en la Micronesia, donde se confirmaron 108 casos y se reportaron 72 sospechosos; no hubo, entonces, víctimas fatales.

En el 2013 hubo otro brote en la Polinesia Francesa y en Nueva Caledonia.

Aun cuando se trata una dolencia de efectos frágiles, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió que durante el brote más reciente en la Polinesia se describieron complicaciones graves, como neurológicas, cardiacas y autoinmunes.

En el 2011, el Journal Emerging Infectious Disease describió que un científico de Estados Unidos le había transmitido el virus a su esposa luego de una visita a Senegal en el 2008 y planteó que si el virus ha llegado a otros países con viajeros, lo mismo podría pasar en cualquier otro país donde existe el Aedes aegypti, entre ellos Colombia.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), las medidas de protección y prevención son las mismas utilizadas para protegerse contra el dengue, el chikunguña y la fiebre amarilla. Es decir, en las áreas por debajo de los mil 800 metros es importante eliminar potenciales criaderos del mosquito, usar repelentes, ponerse ropa que cubra la piel al máximo y mantener un adecuado aseo en las comunidades.

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