El consumo excesivo de tortillas resulta peor que el de refresco: experto

Milenio

El endocrinólogo Sergio Zúñiga Guajardo señala que 70 por ciento del consumo calórico en México corresponde a carbohidratos y solo 5 o 6 por ciento a refrescos.

México.-El grave problema de sobrepeso y obesidad que ha provocado que la epidemia de diabetes se incremente en México, tiene entre sus causas la herencia genética y la combinación excesiva de pan, tortillas y cereales, aseguró Sergio Zúñiga Guajardo, ex presidente de la Sociedad Mexicana de Nutrición y Endocrinología.

Zúñiga, quien participará el 14 de noviembre en el panel “Diabetes: estatus y avances en México”, de MILENIO Foros, explicó que la dieta basada en carbohidratos y pobre en proteínas ha sido un factor determinante para que la epidemia se encuentre descontrolada.

productos-cereales-contienen-hidratos-glucosa_milima20161110_0018_8El profesor de la Facultad de Medicina y Hospital Universitario de la Universidad Autónoma de Nuevo León aclaró en entrevista que los mexicanos en una sola sentada comen muchos carbohidratos: más de ocho tortillas, más de una pieza de pan, cereales o productos light como el yogurt (a los cuales solo se les quita la grasa), lo que propicia un desequilibrio alimenticio.

“Se acusa de la obesidad y el sobrepeso a las bebidas azucaras, las cuales no representan más de 5 o 6 por ciento del consumo diario; de hecho, forman parte de los discursos de algunas organizaciones de la sociedad civil para responsabilizar a la industria del grave problema de salud”, destacó el especialista.

“Pero la realidad es que la combinación de panes, galletas, tortillas y cereales en grandes proporciones representa casi 70 por ciento de las calorías que obtiene el mexicano al día y estamos hablando de que esas calorías son carbohidratos. Hacer entender a la gente sobre esta situación es muy complicado y dificulta contener esta epidemia”, opinó

Educación esencial

Ante ese contexto, el especialista consideró que la educación es esencial, por lo que se deben diseñar campañas más efectivas, continuas y constantes, que hagan entender a la gente el problema.

“Considero que los etiquetados y las banderas que quieren sacar ahora resultan complicados de entender para las personas, porque solo se toma en cuenta la cantidad de azúcar y de sal, y debe abarcar todo. Hay yogurts light, por ejemplo, a los que se les quita la grasa y cuyo contenido es carbohidrato”, subrayó el experto.

Zúñiga Guajardo, quien también fue el primer presidente de la Federación Mexicana de Diabetes, reconoció que resolver el problema de educación nutrimental llevará varios años.

“No es fácil, en Estados Unidos, donde hacen las cosas diferentes y hay dinero, tampoco han podido contener el problema de la obesidad. Se requiere de la voluntad de todos, de la sociedad, del gobierno, de los institutos de salud para intentar modificar esas estadísticas”, señaló.

De acuerdo con el experto, del total de diabéticos —que superan los 7 millones— no más de 20 por ciento tiene un nivel controlado de glucosa. “No se ha mejorado la detección y atención del problema, por ello la gente desarrolla complicaciones, cegueras, amputaciones y afectaciones renales”, remarcó.

En México se deben tomar decisiones múltiples de inmediato, porque solo hay mil 700 endocrinólogos, solo 800 debidamente registrados en la Sociedad Mexicana de Nutrición y Endocrinología, y “no podemos atender a todos los diabéticos, es necesario preparar a los médicos familiares y generales”.

Zúñiga Guajardo consideró que es muy importante impulsar las iniciativas gubernamentales enfocadas a capacitar a los médicos de primer nivel, los de las unidades de medicina familiar, para que se detecte a tiempo el problema.

“No hay que olvidar que la obesidad y sobrepeso en México tiene un origen genético. Si a la gente no se le otorga información clara y contundente para que sepa por qué debe hacer ejercicio y qué alimentos son los adecuados, simplemente va a seguir comiendo mal y de manera descontrolada, y desarrollando enfermedades crónicas como la diabetes”, advirtió.

“Sin duda, mucha de la responsabilidad de la enfermedad obedece a la decisión de cada persona de querer hacer ejercicio y comer adecuadamente, pero también se debe con información para que tome decisiones adecuadas”, concluyó.

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