Transporte urbano de Oaxaca

por Horacio Corro Espinosa

Ha sucedido una y otra vez y nadie ha dicho nada. Estamos tan acostumbrados a verlo frecuente, que hemos perdido la capacidad de asombro y hasta de molestia.

La semana antes de la antepasada se echaron uno frente a todos. A mediados del mes pasado, se echaron otro más, y en cada descuido se pueden echar otros tantos, y a veces hasta al hilo. Para echárselo no importa el día, la hora ni las ganas. Cualquier momento es bueno y tampoco necesitan esconderse o ruborizarse para hacerlo.

Ellos son la amenaza pública de la ciudad de Oaxaca: se trata de los camiones de transporte urbano, que de urbano no tienen nada, ya que la palabra equivale ha educado, cortés, considerado, correcto, atento, respetuoso, amable. Desafortunadamente los manejadores de estas unidades nada de eso tienen. Entonces, no sé por qué les dicen urbanos.

Para casi todos los habitantes de la ciudad de Oaxaca, el uso del transporte urbano, llámese autobús o moto taxi, es muy necesario, ya que nos permite movilizarnos rápida o lentamente hacia cualquiera de los cuatro puntos cardinales. Sobre estos pesados o frágiles vehículos se ven pasar diariamente a miles de personas hacia sus trabajos, sus casas, algún espectáculo o simplemente viajan por viajar.

Además de la velocidad, ese transporte urbano ofrece otras ventajas. Por sólo $5.50 tú puedes recorrer diversas rutas de la ciudad, comprar cualquier chuchería, hasta los más sofisticados aparatos eléctricos sin necesidad de levantarte de tu asiento. Además, puedes escuchar y observar grupos de jóvenes cantores que, a falta de un foro, utilizan este servicio como escenario para demostrar sus dotes artísticas.

También, para los que aman la misericordia y la buena onda diaria, hay un espacio dentro de este transporte. Los limosneros recorren los camiones y evitan el cansancio de las almas caritativas.

Si tienes problemas de peso puedes abordar uno de estos camiones en horas pico, sobre todo a las 2 ó las 3 de la tarde que es cuando los baños de vapor se quedan cortos, ahí se puede sudar y perder kilos. Si te da hambre, nunca faltan los vendedores viajantes con sus latas de refrescos o sus bolsas de botanas.

También, sin necesidad de abordar la unidad, puedes hacer uso de otro de sus servicios: tomar una buena mofleteada si es que te fuiste de fácil. Eso elimina cualquier oloroso jabón.

Si te sientes muy cansado de la vida y piensas suicidarte, te pido atentamente no utilizar estos camiones como instrumento de exterminio. Bien sabemos que es uno más de los servicios que este transporte ofrece, mediante pedimento o sin él, pero piensa en los demás, por favor, en especial por el retraso que puedes provocar a cientos de caminantes y automovilistas.

Son más todavía los servicios que ofrecen los urbanos de la ciudad de Oaxaca por $5.50. Ahí les dejo esta reflexión, nomás para refrescarles la memoria.

 

Twitter:@horaciocorro

horaciocorro@yahoo.com.mx

 

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