Sigue la pugna por dirigencia estatal de la CNC en Oaxaca

CNC Oaxaca JMTeresita Andrés enfatiza que “con los ovarios bien puestos” defenderá la legalidad en el proceso electivo, gane quien gane, pero que no surja de una imposición

Agenciajm.com.mx

Fotos: JM

Oaxaca, Oax.-

Sigue la pugna por la dirigencia estatal de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos de Oaxaca adherida a la CNC, que deriva en divergencias y exhibe un fuerte conflicto de intereses por el control político en esa central campesina filial del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Disciplinado, el actual secretario General de la CNC-Oaxaca, Felipe Orosco Rodas reconoce que ya hubo elección de dirigente el 22 de julio en la que resultó ungido Lino Velásquez Morales a quien incluso la dirigencia nacional ya reconoció, por lo que estima infructuosa la impugnación.

En contraparte, Teresita Andrés Calderón, la secretaria de Gestión Social de la actual directiva que preside el diputado local Adolfo Toledo Infanzón es la cabeza visible del grupo de inconformes que mantienen en su poder la “Casa del Campesino” en cuyo interior prácticamente viven en estado de alerta.

La lideresa que aspira a presidir la nueva dirigencia que ya se atribuye Lino Velásquez, afirma que lo único que persigue es una elección legal y legítima, sin imposiciones; y asegura que los ahora inconformes exigen una elección limpia y están dispuestos a reconocer “al que gane, sea Lino, Juan, Lilia, Teresita o como se llame”, siempre y cuando no surja de una imposición.

“Lo que exigimos es justicia agraria”, recalca en entrevista Teresita Andrés y enfatiza que “con los ovarios bien puestos” defenderá la legalidad en el proceso electivo para dirigir la Liga de Comunidades Agrarias en la que suma 37 años de militancia.

Voluminosa corporal, Teresita Andrés niega categórica que la sede campesina esté sitiada por porros “y mucho menos de Fredy Gil”. Aclara y reconoce que en el interior del inmueble permanecen campesinos auténticos, hombres y mujeres de distintas regiones y comunidades que cubren una agenda de guardias rotativas de 24 horas.

“Aquí no hay armas, si acaso machetes, lo que hay es mucho valor para defendernos”, aseguró la mujer que junto con su finado esposo Nicasio Valenzuela Garrido enfrentaron y derrocaron un cacicazgo en su natal San Juan Guichicovi, en la región del Istmo.

También negó tener algún “padrino” que mece la cuna o que financie el movimiento, y aunque dudó responder si está metida la mano de algún ex gobernador, aseguró que el de los cenecistas “es un movimiento austero”, pero contó que tiene amigos que le regalan la comida.

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