Revelan que Benjamín Robles ordenó desestabilizar en Mitla
El presidente municipal le ofreció una comida en su casa y luego ocurrió el ataque a los comuneros
Agencia JM
Jueves 11 de octubre de 2012
Villa de Mitla.-El 30 de septiembre reciente, el presidente municipal de la Villa de Mitla, Alejandro Galo Bautista recibió en una de sus propiedades al senador del PRD Benjamín Robles Montoya en donde le sirvió una comida mientras planeaban un pronto ataque a las oficinas del comisariado de bienes comunales, lo cual ocurrió cuatro días después.
Esta versión se confirmó este miércoles cuando el munícipe panista-priista-perredista llegó al plantón que los opositores del comisariado mantienen en el palacio municipal para manifestarles públicamente todo su respaldo político.
El ataque a los comuneros fue planeado por Benjamín Robles Montoya en la comida que se le sirvió en una de las propiedades del presidente municipal.
Así, el senador Robles asesora y protege al presidente de la Villa de Mitla, y en un acto de desesperación política mandó atacar junto con priistas al comisariado de bienes comunales, apoyando a los saqueadores y vividores de este municipio integrados en un club de caza que habían sido denunciados.
La mayoría de pobladores se inconformó porque al desestabilizar a Mitla el presidente municipal Alejandro Galo Bautista intenta esconder el saqueo de las arcas municipales que ha estado manejando para beneficio de su familia.
Y es que dentro de las personas que atacaron al comisariado se encuentran Edgardo Sosa, conciliador de la Procuraduría Agraria y presidente de la obra de la calle Morelos, donde se pavimentó con concreto hidráulico una longitud de 500 metros, con un costo de cuatro millones de pesos, supuestamente gestionados por el entonces candidato a senador Benjamín Robles.
Las oficinas del comisariado comunal siguen tomadas por los simpatizantes de Robles Montoya en tanto que los integrantes del Comisariado esperan que la Procuraduría de Justicia actúe y no dé carpetazo a la denuncia penal interpuesta en contra de los disidentes que el cuatro de octubre llegaron armados y violentaron las oficinas, amenazando, intimidando y causando destrozos.
