Procesan a agente acusado de abusivo
El imparcial
Investigó secuestro y sentenciaron a los dos implicados; éstos están libres y demuestran que fueron torturados para declararse culpables.
uan Héctor, agente Estatal de Investigaciones (AEI) fue notificado por el juez Segundo de lo Penal del auto de formal prisión por su presunta responsabilidad en la comisión del delito de abuso de autoridad en perjuicio de Óscar Éder y Elías.
En tanto, Rodolfo espera que en los próximos días le resuelvan su situación jurídica con relación a la misma acusación.
La acusación
En el expediente penal 356/2016, obran documentos de la Defensoría de Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO) en la que se refiere que a las 15:00 horas del 9 de agosto de 2010, Elías estaba en una camioneta en la parada de taxis que conducen a Zimatlán de Álvarez cuando fue detenido por agentes estatales de investigaciones, mismos que supuestamente lo privaron de su libertad, le vendaron los ojos y lo trasladaron a una casa de arraigo, sitio en el que asegura que lo torturaron.
Tras golpearlo en diversas partes del cuerpo, ponerle una toalla en la cara y tratar de asfixiarlo con agua, así como darle descargas eléctricas en sus partes íntimas, Elías dijo que fue convencido para que confesara ser autor de un secuestro y para que firmara documentos.
De igual manera, dijo Elías, fue obligado por los agentes a que decirles la ubicación de la casa de Óscar Éder en Nazareno, Etla.
Por su parte, Óscar Eder reveló que a su casa entraron varios policías, quienes lo encañonaron y enseguida agredieran a su esposa e hijo, a quienes les hicieron lo mismo.
Argumentó Óscar Eder que él también fue torturado luego de recibir descargas eléctricas en los glúteos; además de que le arrojaron agua al rostro tratando de ahogarlo.
Agregó que encima fue amenazado por los agentes de hacerle daño a su familia.
Contó que a partir de ese momento aceptó confesar lo que “ellos quisieran”, fue así como fue grabado y supuestamente admitió que cometió un secuestro.
En las constancias presentadas se comprobó que Óscar Éder y Elías fueron arraigados, por ello el 10 de agosto de 2010, les fue tomada su declaración ministerial, en la cual confesaron el secuestro en agravio de una doctora que atendía en San Pablo, Etla.
Debido a ello, Óscar Eder, de oficio comerciante y Elías, de ocupación agricultor, fueron consignados al Juzgado Tercero de lo Penal.
Consuman secuestro
Según consta en el expediente penal 119/2010, el secuestro ocurrió el 4 de mayo de 2010 cuando la doctora salió de su vivienda a bordo de un vehículo marca Volkswagen, tipo Jetta, color plata, con la finalidad de ir a laborar al Centro de Salud en San Pablo, Etla.A las 19:30 horas la agraviada salió de laborar y regresaba a su vivienda. Tomó la carretera del Cerro del Fortín y enseguida condujo en la calle División del Norte.
Al pasar frente a las casas 231 y 232, a la altura de un tope, la doctora fue interceptada por una camioneta, de la cual descendieron hombres encapuchados, mismos que la privaron de su libertad.
El esposo de la agraviada, quien trabajaba en Obras Públicas de Gobierno del Estado, al no tener contacto con ella, se preocupó.
Pasadas las 21:00 horas, recibió una llamada en la cual una voz varonil le preguntó: “?Estabas esperando mi llamada verdad?”.
El constructor recordó la misma voz que, en el mes de noviembre de 2009, lo trató de extorsionar con el pago de cinco millones de pesos, a cambio de no hacerles nada a los integrantes de su familia.
Al denunciar contó que la persona que lo amenazaba le describió, con lujo de detalles dónde era su domicilio y centro de trabajo, el de sus familiares cercanos y sus actividades cotidianas.
Una vez que le proporcionó los datos exactos, le exigió cinco millones de pesos como pago de rescate.
Mientras, la agraviada permaneció atada de pies y manos, asimismo vendada de los ojos.
Luego de las negociaciones se llegó a un acuerdo de 520 mil pesos por el pago, mismos que fueron depositados en tres distintas instituciones bancarias, cuyos titulares residen en un estado fronterizo.
Dos días después del plagio, el 6 de mayo de 2010, alrededor de las 19:00 horas, la mujer fue liberada a la altura del kilómetro 7 de la Carretera Federal 190, a unos metros del Seminario Pontificio, en San Pablo Etla; Oaxaca.