Desde el 11 de noviembre la actividad volcánica no ha dado tregua, se han registrado hasta 800 sismos en un muy breve periodo de tiempo y actualmente algunas zonas del lugar se hunden hasta 12 centímetros por día, según explicó Benedikt Gunnar Ófeigsson, experto de la Agencia Meteorológica Noruega que dio una entrevista a MBL.IS, medio de comunicación islandés.

Por lo pronto, y según la Oficina Meteorológica de Islandia, se mantiene una alta probabilidad de que se dé la erupción de un volcán, sin embargo, los desastres naturales son impredecibles y aún hay muchas preguntas y posibilidades.

En una entrevista para MILENIO, el investigador asociado del Departamento de Vulcanología del Instituto de Geofísica de la UNAM, Sébastien Valade, dio tres escenarios probables que se pueden presentar en Islandia.

Fuente de lava

De acuerdo con un experto se ha detectado una gran deformación del suelo en donde se han dado los enjambres de sismos, así como una fractura de hasta 15 kilómetros por la que ha viajado la lava.

En caso de salir en la tierra, lo más probable es que se puedan observar imágenes como las que se captaron desde el volcán Fagradalsfjall durante 2021, 2022 y julio de 2023, cuando se presentaron tres erupciones distintas que duraron de entre tres semanas y seis meses.

“Son erupciones que empiezan con una fractura, de unos 200 metros (puede ser más, puede ser menos), de fuentes de lava —es decir, lava eyectada desde el cráter—, entonces cuando en la superficie hay una fractura y cuando llega a la superficie, genera una fuente de lava de 200 metros, luego se va concentrando y va formando conos desde los cuales vamos a tener fuentes de lava continuas”, explica el experto.

Mar explosivo

Los efectos que pueda llegar a tener la erupción son variados, sin embargo, todo dependerá de en dónde surja la lava.

“Es una península, y la parte más al sur de la propagación de este enjambre sísmico se ubica abajo del mar, entonces hay una probabilidad de que el magma salga debajo del mar”, detalla el vulcanólogo.

En este caso, lo que pasaría es un escenario muy parecido al que se vivió justamente el 14 de noviembre de 1963, es decir, hace 60 años, cuando una gran erupción desembocó en el nacimiento de la isla Surtsey, que actualmente se ubica algunos kilómetros al sur de la actividad sísmica que se ha registrado recientemente.

Cabe señalar que, si la lava sale a una profundidad somera del mar (unos cien metros hacia arriba) la presión que el cuerpo de agua pone sobre el magma no es suficiente para contenerlo.

Así, cuando ambas entran en interacción generan una actividad muy explosiva ¿Por qué?, porque cuando el magma – que está muy caliente- entra en contacto con el agua, esta cambia de estado y pasa del estado líquido al gaseoso de un momento a otro, este cambio de volumen genera explosiones muy violentas: conocidas como explosiones freatomagmáticas que podrían generar cenizas muy densas, debido a la humedad.

Sin novedades, ¿y el magma?

En el mejor de los casos, para los pobladores Grindavík sería que el volcán se ‘cebé’, como los cohetes, es decir, que el magma no llegue hasta la superficie, por lo tanto, no haya erupción.

Y es que, las inyecciones de magma, (mejor conocidos como diques en la geología), son muy frecuentes, sin embargo, no todos llegan a producir una erupción.

Aunque es bastante probable tampoco es seguro que el magma llega a la superficie, se estima con estudios estadísticos, de análisis de datos geológicos, geofísicos, que, por cada tres o cuatro inyecciones de magma, solo una va a producir una erupción

Por eso, pese a que ha sido catalogada como ‘inminente’, no existe certeza de lo que puede pasar, ni tampoco se puede predecir con exactitud el tamaño de la erupción, podría ser muy grande, moderada o pequeña, pues, pese a que haya mucha lava acumulada, no necesariamente saldrá el mismo volumen de magma.

¿Se puede predecir una erupción? ¿De qué depende que se dé una?

La respuesta no es clara. El magma podría pararse o seguir adelante rumbo a la superficie y hasta el día de hoy no se sabe la razón exacta del porqué.  

En algunos casos podría encontrar una barrera que no permita la erupción o bien que se presente una propagación muy grande de magma y que durante el proceso pierda su energía para subir de manera vertical.

“Por ejemplo, en este momento (en Islandia) el magma se ha instruido a lo largo de 15 km, entonces perdió mucha energía en esta propagación, podría ser que eso no le permita subir, pero los mecanismos exactos sobre el porqué no llega todavía no se entienden bien. Justamente por eso no se sabe predecir si va a ocurrir o no una erupción”, explica.

En tanto, en una entrevista para MBL.IS, Ármann Höskuldsson, profesor de vulcanología en el Instituto de Geociencias de la Universidad de Islandia, no sólo señaló que Eldvörp es el lugar en el que posiblemente se de la erupción, sino que además, dio estimaciones de cuándo podría ocurrir.

“El sistema debería estar listo para la erupción después de unos 10 a 20 días. Habrá una erupción”, señaló para el medio islandés este 15 de noviembre.

Islandia, debajo de una ‘fábrica’ de lava

Islandia es un lugar muy particular en el mundo, principalmente por su ubicación, ya que la isla está localizada en la dorsal mesoatlántica, un límite entre las placas tectónicas que se extiende por el océano.

“Esta es una zona de altísima producción de magma, entonces para los islandeses es muy común que ocurran estos fenómenos, hay una producción magmática muy elevada, por lo que son muy frecuentes los hay diques, inyecciones de magma”, explica.