El Mercado “Benito Juárez” representa un foco rojo debido a problemas y conflictos

Nahum Villavicencio

El Mercado “Benito Juárez” representa un foco rojo debido a la falta de atención de las autoridades capitalinas y a los dirigentes de las diferentes organizaciones que se han apropiado de estos espacios.

Durante un recorrido por estas áreas los comerciantes indicaron que son diferentes los problemas y conflictos que diariamente tienen que enfrentar para poder expender sus productos con los que hoy en día logran mantener a sus familias y dar trabajo a terceras personas.

Dentro de las irregularidades en las que se encuentran los aproximadamente 600 comerciantes de este centro comercial, se encuentra el incremento de los índices delincuenciales, la falta de señalamientos en caso de evacuación y las pocas medidas de seguridad en caso de siniestros.

Las instalaciones viejas, la falta de mantenimiento, los pisos y techos inservibles, así como el deteriorado sistema de agua potable y drenaje con el que cuenta, son algunos de los puntos que encienden la preocupación de las más de 2 mil familias que diariamente acuden a este punto a desarrollar sus trabajos.

Existe el riesgo de un incendio, ya que los sistemas de cableado que llevan la energía eléctrica no han recibido mantenimiento desde hace años, además de que los extintores con los que cuentan tienen fecha de caducidad vencida en algunos de los casos.

Maximiliano Néstor Ortiz Jiménez,  secretario de finanzas del Coordinadora de Comerciantes Artesanos y Locatarios de Mercados del Estado de Oaxaca (CCALMEO), indicó que, la situación del mercado se ha complicado en los últimos años, ya que los propios comerciantes no han permitido que Protección civil ingrese a esta zona para establecer medidas preventivas.

Destacó que, los espacios de los que se han adueñado los comerciantes no permiten proveer a todo el que acude a este punto de una buena salida, en caso de que se presentara un sismo de magnitudes considerables o un incendio.

Detalló que los riesgos que se corren durante un siniestro es caer a las alcantarillas en mal estado, tropezarse con los puestos que se ubican en los pasillos de contingencia o enredarse entre los cables que los comerciantes han puesto para proveerse de energía eléctrica ante las deficientes instalaciones con las que cuentan.

La falta de intervención de las autoridades en el caso de protección civil, ha sido responsabilidad de algunos líderes, ya que, al presentarse inspecciones muchos de los comerciantes que no cumplen con medidas preventivas podrían resultar con sanciones, por lo que no les conviene que esto suceda, dijo.

Mencionó que las autoridades tanto municipales como estatales tienen conocimiento de estos hechos, sin embargo ante el fuerte impacto que tienen los comerciantes se han mantenido al margen de las diferentes problemáticas que enfrenta este sitio conocido durante sus inicios en 1894 como Mercado Porfirio Díaz.

Desde 1993 este mercado no recibe un mantenimiento adecuado por parte de las autoridades, aunado a que el interés de los líderes ha provocado que antes de atender las necesidades propias de estos espacios, se disputen los mismos por interés económico, ya que los puestos que existen pueden tener un costo de 600 mil pesos o más.

Actualmente son 4 los líderes que han intervenido en este mercado “y solo han servido para nada”, ya que lo único que han hecho es estar beneficiándose acosta de los vendedores, sin importarles que existan alcantarillas rotas, focos fundidos y drenajes en algunos lugares con olores fétidos.

Y es que dijo la atención proporcionada a estos lugares solo han sido remedios “paliativos”, porque de alguna manera no cubre todos los requisitos del mercado, lo que ha provocado el incremento en otros problemas como el aumento de las ratas o roedores.

La discriminación es otro de los casos que se presenta en esta zona, puesto que actualmente una persona con silla de ruedas no puede transitar por estos pasillos, lo anterior porque los propios comerciantes han utilizado los espacios para agrandar sus establecimientos.

En el caso de algunas florerías, estas han instalado repisas de madera en las que colocan sus arreglos florales impidiendo con ello que quede al cien por ciento libre el pasillo para que personas con alguna discapacidad puedan transitar.

Es toda una “odisea” recorrer estos mercados y es que más allá de las tradiciones y costumbres que guardan, la corrupción y ambición de personajes incrustados en este sistema, aunado a la falta de atención de las autoridades ha ocasionado que en lugar de incrementarse el turismo este disminuya.

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Back to top button