¡Confirmado, fue el Estado… de Guerrero, MALO y el PRD!

Columna

Alfredo Mtz. de Aguilar

¡Vaya golpe demoledor que dio a la narcoguerrilla que manipula a la Normal de Ayotzinapa, Guerrero, el ex líder del Senado de la República, Miguel Barbosa, al reconocer que fue el Estado… de Guerrero y el PRD los responsables de la desaparición de los 43 normalistas!

Durante el encuentro nacional por la paz, la justicia, la democracia y la soberanía, organizado por líderes de izquierda, el político poblano reconoció que el PRD y Manuel Andrés López Obrador son culpables al postular como candidato a alcalde de Iguala a José Luis Abarca.

En un “mea culpa” público, poco frecuente entre los políticos mexicanos, el senador perredista Barbosa Huerta dio la razón en su crítica contra “la pinche izquierda” al ex secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Emilio Álvarez Icaza.

El activista por la defensa de los Derechos Humanos lanzó señalamientos duros contra la izquierda mexicana.”La pinche izquierda peleándose en su mundito y por miserias”, sentenció.

Al mismo tiempo, reprochó que la izquierda no ha sido autocrítica pese a que también es responsable de la corrupción y la crisis de derechos humanos que hay en el País, como la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, en Iguala, gobernado por el PRD.

Altamente satisfactorio resulta que a unas cuantas semanas de reiterar que los responsables de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa ¡Fue el Estado… pero de Guerrero, Manuel Andrés López Obrador (MALO) y el PRD! Álvarez Icaza y Miguel Barbosa nos den la razón.

Por el contrario, aseveró Álvarez Icaza, ese sector político actualmente está más preocupado por sus pugnas internas y su división. Lo anterior desató los aplausos de los activistas y miembros de diversas organizaciones sociales, presentes en la Universidad Obrera de México.

Al respecto, en entrevista posterior, según informó el diario REFORMA, el coordinador de los senadores del Partido de la Revolución Democrática en el Senado de la República Miguel Barbosa asumió el regaño y coincidió con las críticas realizadas por Álvarez Icaza.

Reconoció que la izquierda ha perdido su identidad, está fragmentada e, incluso, partidos como el PRD están manchados por la corrupción por hechos como el caso Iguala, donde el Edil perredista José Luis Abarca ordenó la desaparición de los normalistas la noche del 26 de septiembre de 2014.

Criticó, en ese sentido, a todos los que piden al PRD alianzas con el PAN, así como al evento organizado el miércoles por la corriente perredista Iniciativa Galileos, en el que participó el ex dirigente priista Manlio Fabio Beltrones.

“No seguir hablando de las posibles alianzas de toda esta ruta que de verdad cada vez que se hace lo único que provoca es que el PRD ya no se entienda”, expuso.

“Un evento con un membrete perredista de una corriente en el que la figura principal es Manlio Fabio Beltrones y la presentadora del evento es la presidenta nacional (Alejandra Barrales), ¿qué es eso? ¿Qué es eso? De verdad, ya no hay identidad”.

Barbosa hizo un llamado a que Morena y el PRD se rehagan y recuperen su identidad, su limpieza, se alejen del radicalismo y generen una izquierda progresista y con propuestas.

“Está navegando sin rumbo, sin orientación no tiene propósitos claros hoy la izquierda en México, Andrés Manuel (López Obrador) es el dirigente más importante de un partido de izquierda, yo creo que no es un hombre de izquierda”, reprochó.

El pasado 27 de septiembre escribimos que el rotundo fracaso del presidente Enrique Peña Nieto para comunicar su programa y acciones de gobierno, de manera particular las once reformas estructurales aprobadas hasta ahora por el Congreso de la Unión, obedece a la improvisación e ineptitud de sus colaboradores.

detras-icaza-24-octubre-16Claro ejemplo concreto de ello es el hecho que por evidente, pública y notoria ineptitud y omisión en materia de comunicación, se culpe a Peña Nieto del crimen y la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa.

Los propios argumentos de las acusaciones debieran ser utilizados para revertir la infame campaña en contra del Gobierno de la República por los partidos de izquierda y organizaciones radicales que pretenden dinamitar las instituciones del Estado Mexicano.

Claro que fue el Estado, pero el Estado de Guerrero y su gobierno estatal y municipal en Iguala del Partido de la Revolución Democrática (PRD), encabezado por el gobernador Ángel Aguirre Rivero, José Luis Abarca y su esposa María de los Ángeles Pineda.

Es una verdad de todos conocida que éste último fue impuesto por el Mesías Tropical Manuel Andrés López Obrador (MALO), quien como siempre actúa de manera maniquea al tirar la piedra y esconder la mano y, ahora, es uno de los principales acusadores de Peña Nieto.

No falta razón a los defensores de derechos humanos e intelectuales cómplices de las organizaciones radicales y grupos armados que echan gasolina al fuego de la escalada subversiva en Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Chiapas y la Ciudad de México.

Es el caso del exsecretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Emilio Álvarez Icaza, quien odia al PRI-gobierno porque se ha opuesto a que arribe a la presidencia de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).

La soberbia mayúscula de Emilio Álvarez Icaza, estrechamente vinculado a organizaciones radicales y grupos armados clandestinos, jamás perdonará al gobierno de Enrique Peña Nieto impedirle convertirse en Ombudsman nacional en México.

Ciertamente, la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa, se trata de un crimen de Estado, pero no del Estado Mexicano, sino del Estado de Guerrero, gobernado por políticos del PRD aliados en su momento con López Obrador.

Culpar al presidente Enrique Peña Nieto de la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa, es por decir lo menos una estupidez, porque éste nunca dio la orden de cometer tal crimen, pero ello no es más que la acumulación del cobro de facturas.

El objetivo final de todos los involucrados y participantes en la embestida contra el presidente Enrique Peña Nieto, no es otro que crear el ambiente propicio para intentar tomar por asalto el poder en la elección presidencial de 2018 con Manuel Andrés López Obrador.

En esta conjura participan desde el magnate Carlos Slim Helú, quien no perdona que le hagan perder miles de millones de pesos con la reforma en materia de telecomunicaciones, quien utiliza como ariete al presidente nacional del Movimiento de Regeneración Nacional.

También participa de manera destacada la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, cuyos dirigentes históricos siempre han estado estrechamente vinculados a Manuel Andrés López Obrador, primero desde el PRD y, luego desde Morena.

A la luz de este escenario es simple y sencillo entender por qué la revuelta comunista de la CNTE en sus secciones más virulentas en los estados de Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas, se trata de una acción subversiva previamente concertada con Morena.

 

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