Cartel “marea verde”, destruye Oaxaca.
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Alrededor de las 16:00 horas, la Ciudad de Oaxaca se convirtió en un lugar sin ley para el “MOVIMIENTO MAREA VERDE”, compuesto por mujeres, quienes al ir en una marcha por las calles de la capital del estado vandalizaron negocios, edificios públicos e históricos, así como sucursales bancarias; en dicha manifestación solicitaban que el aborto fuera constitucionalizado y seguro, asimismo que el código penal para el estado de Oaxaca sea reformado, además que las vándalas gritaban a garganta abierta que echaran abajo al que llaman “patriarcado”.
Al recorrer las calles de la verde antequera, las mujeres, las cuales iban cubiertas del rostro y con atuendos en color negro y presumiblemente bajo los influjos del alcohol y de los estupefacientes, pintaron los edificios históricos, dando una mala imagen a la propia tierra que las vio nacer y por donde seguramente se desplazan a diario.
Lo más aberrante que cometieron estas desadaptadas y antisociales vándalas, fue el detener a un octogenario al mismo que le practicaron torturas con un objeto, el cual disparaba toques electricos, al ver que el anciano no se rendía fue objeto de múltiples golpes en las distintas partes del cuerpo, así como otros masculinos presentes.
Es inconcebible que un grupo de orates destruyan el patrimonio de muchos oaxaqueños, que con gran esfuerzo lograron hacer. Las y los oaxaqueños repudian este tipo de vandalismo y piden la presencia de los cuerpos de seguridad de los tres órdenes de gobierno para que en Oaxaca prevalezca el estado de derecho, porque de lo contrario las personas señalaron que tomarán las riendas y quien esté haciendo de las suyas, así como atentando contra la vida de las demás personas tendrán que pasar por la justicia popular asentaron los inconformes.
Los ciudadanos que presenciaron los hechos, donde destruyeron todo a su paso, también lamentaron la quema de una Bandera Nacional Mexicana por parte de una de las damas que participaba en esta marcha destructiva, por donde se le vea es un delito federal, al igual que atentar contra los edificios históricos, por ello esperemos que ahora si tengan trabajo las agencias del Fiscal General de Justicia del Estado y de la Federación, porque de acuerdo a Código Penal Federal. Artículo 191. . – Al que ultraje el escudo de la República o el pabellón nacional, ya sea de palabra o de obra, se le aplicará de seis meses a cuatro años de prisión o multa de cincuenta a tres mil pesos o ambas sanciones, a juicio de juez, por ello esperemos que esta banda de delincuentes del llamado cartel “MAREA VERDE”, sean perseguidas, ubicadas y detenidas para parar en un reclusorio federal y paguen todas y cada una de sus fechorías, apuntaron los verdaderos oaxaqueños.
Cobardes delincuentes en su máximo esplendor y que cubren sus rostros para evitar ser identificadas, no hay palabras más claras que describan a lobos vestidos de corderos que actúan con frenesí.
El verdadero feminismo se logró por medio de intelecto, estrategia y convicción no con estupidez de un puñado de féminas manipuladas y que pretenden a toda costa aplastar los derechos de los ciudadanos que a diario se levantan a trabajar para obtener el pan que se llevarán a la boca.
El movimiento actual no es feminismo sino hembrismo, llevando consigo actos fuera de la ley y reprobables para los ciudadanos.
Los actos impregnados de violencia, odio y rencor que llevan a cabo estas irreflexivas, huecas e irracionales mujeres que su único objetivo es exigir más derechos de los que cualquier ciudadano posee, no buscan el diálogo, sino la destrucción de todo a su paso.
Irreverentes hasta consigo mismas, plagadas de baja autoestima y sin rumbo fijo de lo que supuestamente requieren, incapaces de expresar sus verdaderas necesidades sin uso de la violencia, así son las integrantes del movimiento “MAREA VERDE”.
Basta de agresiones de parte de estas mujeres hacia el resto de las personas, los requerimientos que constantemente se acrecentan y ellas no se frenarán para pedir más y más, puesto que ya midieron a la sociedad para conseguir lo que se propongan, aún cuando esto signifique aplastar a quienes estén a su paso.
No cabe duda que el fanatismo feminista destruye los cerebros, así como lo hace el ocio, a ellas les ha carcomido hasta los huesos, a tal grado de que les moleste la sola presencia de varones, tomándolo como puro sinónimo de provocación.
Ante estos sucesos los oaxaqueños solicitan el uso de la fuerza pública y el peso de la misma, para que controlen a un grupo de femeninas que creen estar por encima de la ley.
