Ayer fue el día del maestro

s22marchaPor Horacio Corro Espinosa

Foto: Patricia Castellanos

Para el 16 de mayo de 2013

Ayer fue el día del Maestro. Tal vez se recuerda más esta fecha que el día del padre.

Regularmente se le llama maestro, a toda aquella persona que se destaca en algún aspecto de la cultura y que influye en la vida y la formación de otros. También se les dice maestro, a los que por su capacidad o situación especial dirigen una obra o un taller.

Pero hay un significado más específico: maestro se le llama al hombre que consagra su vida a la tarea educativa.

De todos estos usos, dentro del entendimiento popular, que se le llama maestro a quien se distingue por su virtud de saber y enseñar a otros. Y es cierto, un maestro es el que enseña, es decir, muestra a sus alumnos el conocimiento y los valores que enriquecen la vida humana.

Maestro, educador y profesor, son vocablos que suelen usarse como sinónimos pero contienen distinto significado. Maestro es el que imparte una enseñanza determinada. El educador se centra sobre todo en la formación del carácter. Y profesor, se refiere más específicamente al que proporciona sobre todo conocimientos; es decir, contenidos instructivos.

El profesor enseña, el maestro educa. Quien sólo enseña, cumple un programa preestablecido, podemos decir que es un transmisor de saberes: califica resultados. Quien además educa, cumple una misión de servicio, busca el bien del alumno, es ejemplo de los valores que predica, estima y evalúa procesos de mejora.

El maestro debe saber a fondo el contenido de su materia y hacer suficientemente bien sus actividades docentes; pero sobre todo debe ser reflejo de los valores que inculca. El buen maestro desarrolla un perfil equilibrado entre lo que sabe, hace, tiene y es. Sabemos que las palabras mueven, pero el ejemplo arrastra.

Durante toda nuestra vida vamos a recordar a aquel que nos relató la historia nacional o a quien nos hizo amar a nuestra patria. Vamos a agradecerle a quien nos enseñó a leer o a hacer cuentas. Vamos a agradecer a quien se preocupó por nuestra salud, a quien nos motivó nuestro futuro con su ejemplo. A esos vamos recordar siempre, y de esos vamos a platicarles siempre a nuestros hijos.

Educar, supone esfuerzo, disciplina, buenos y malos ratos, mucho sacrificio personal para saber dar sin esperar recibir.

Los maestros que merecen nuestro recuerdo, reconocimiento y cariño, son aquellos que nos han educado, es decir, que nos han impulsado a ser mejores personas, que han dejado huella positiva en nuestras vidas y por eso siguen presentes en nosotros mismos.

Entonces, ¿será honesto reconocer y felicitar a todos los maestros de la entidad oaxaqueña? Yo creo que sólo a aquellos que han marcado positivamente nuestra vida. Nada más.

 

Twitter:@horaciocorro
horaciocorro@yahoo.com.mx

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Back to top button