Un adiós amargo en Culiacán

CIUDAD DE MÉXICO

Es un encuentro con pocos enfrentamientos, que no tiene mayor arraigo en la Liga MX que tan solo unos cuantos cotejos disputados. Dorados ante Pumas es un compromiso que se ha jugado en cinco ocasiones, con saldo a favor para Universidad Nacional, con tres triunfos, un empate y una derrota. Sin embargo, dentro de esta misma estadística, una serie de esta seguidilla, representó el último partido de los de Culiacán, hace 10 años, en la Primera División.

La noche del 29 de abril de 2006, Dorados y Pumas protagonizaron el partido que significó el adiós temporal de los entonces dirigidos por Juan Manuel Lillo. Un empate sin goles entre estos dos conjuntos, con Josep Guardiola, Sebastián Abreu y Cirilo Saucedo, representó la despedida del ‘Gran Pez’. Este sábado, en idéntico escenario y desde aquella fecha rememorada, se vuelven a enfrentar.

Los pupilos ahora de José Guadalupe Cruz arriban a esta instancia necesitados de un triunfo, de sumar sus primeros puntos en el Clausura 2016, ávidos de de una satisfacción para su tribuna; con apenas cinco unidades, Pumas arriba a Culiacán en calidad de escuadrón a la deriva. Los universitarios requieren de un resultado que consolide su idea futbolística, y los afiance en los primeros planos del campeonato.

“El equipo no ha sido contundente como el torneo anterior, nos ha costado más trabajo hacerle daño a los rivales; ahora, los contrarios nos conocen y espero que el equipo siga peleando, porque si nos descuidamos, podríamos pagar caro las consecuencias”, detalló Guillermo Vázquez, entrenador de los felinos, antes de partir de Sinaloa.

LA ÚNICA ALEGRÍA
Con goles de Pedro Iarley y Christian Patiño, Dorados consumó su única victoria ante Pumas, hasta ahora, el 12 de marzo de 2005, en Culiacán. Aquella tarde, el marcador indicó un 2-1 a favor de los locales; Bruno Marioni descontó por cuenta de los felinos. Desde entonces, ambos se han enfrentado durante tres ocasiones más, con saldo de dos triunfos para los de Cu y un empate.