Simplemente un maestro

MILENIO

A 20 años de la muerte de Frank Zappa, presentamos un breve repaso de la trayectoria acústica de la máxima figura de la vanguardia en el rock

Frank-ZappCiudad de México.Ante la inmensidad de su obra —alrededor de un centenar de discos, entre oficiales, piratas y demás—, ¿qué pieza sugerirle a un joven que quiera sumergirse en la obra de Frank Zappa (1940–1993)? Yo sigo lo que me contestó su hijo Dweezil cuando le pregunté sobre la pieza que más lo emocionó de su padre al escucharla por primera vez (lo más obvio era decir que “Watermelon in Easter Hay”, pero el mismo Dweezil la considera algo aparte): “Peaches in Regalia” de Hot Rats (1969), su segundo disco como solista (el primero fue Lumpy Gravy de dos años antes), en el que el multiinstrumentista Ian Underwood fue su, digamos, pincel (su secuela, Hot Rats. Waka Jawaka, apareció en 1972). Para la gente que imparte clases de apreciación musical, “Peaches in Regalia” resulta un ejemplo ilustrativo para enseñarle a los alumnos la arquitectura de una composición, porque cada uno de los motivos que integran la pieza tiene un colorido instrumental propio. También ejemplifica el esquema A–B–A. Otra pieza que yo sugeriría es “Take Your Clothes Off When You Dance”, en la versión original aparecida en The Lost Episodes (1996), que data de 1961, y que para mí es una bossa nova, la cual fue concebida como un rondó, cuya estructura musical es A–B–A–C–A–D–A… (“Blue Rondo à la Turk”, del Dave Brubeck Quartet, es la composición más conocida con este esquema en el ambiente no clásico; en el terreno serio se puede seguir lo que hizo Mozart en algunos de sus conciertos.)

Las líneas anteriores nos permiten ver que Frank Zappa fue un músico con una gran preparación y en su primer disco con The Mothers of Invention, Freak Out! (1966), que es una especie de manifiesto, lo deja en claro al poner entre sus influencias a Edgar Varese y a nuestro Silvestre Revueltas (dentro de la tradición musical estadunidense, está a la altura de John Cage). Desde esta perspectiva, solo los ignorantes lo compararán con Lennon, McCartney y sus derivados rocanroleros. Dejémoslo claro: Zappa inventó el rock progresivo y en oposición, fue el primero en concebir al grupo de rock como una orquesta, por ello la extrañeza que causó en su primera etapa que lo llevó a crear al freak, personaje que se oponía al hippie. En una entrevista con Jerry Hopkins (Rolling Stone. Conversaciones con el Rock Tomo I, Ayuso/Akal Editores, 1971), explica: “Hay una diferencia entre freaks y hippies. Los hippies no se preocupan por su aspecto y los freaks se preocupan un montón. Su aspecto y el montaje de su propia imagen es una parte importante de su forma de vida. Ahora bien, yo no le sugerí a los muchachos lo que debían llevar, simplemente les sugerí una forma de vestir de acuerdo con lo que hacíamos”. Amén de la parte musical, fue un vanguardista en sus letras y en su mise–en–scène siguió los preceptos dadaístas y surrealistas.

Haciendo un análisis muy general, su evolución como músico la podemos resumir en tres momentos. En el primero, los metales —saxos y trompeta— van a ser una parte medular de sus composiciones (las percusiones, herencia de su admirado Varese con su Ionización, siempre estarán presentes). El mencionado Hot Rats, Uncle Meat (1969) y The Grand Wazoo (1972) son algunos de los discos con esta dotación que deben escucharse. Los metales desaparecen en el segundo y la guitarra se vuelve el personaje principal. Zoot Allures (1976), Joe’s Garage Acts I, II & III, que incluye “Watermelon…”, (1979) y Shut Up ‘n Play Yer Guitar (1981) son algunos de los materiales que representan este periodo (curiosamente, Robert Fripp, de King Crimson y uno de sus pares, otros serían Irmin Schmidt y Holger Czukay del grupo germano Can, siguió casi el mismo esquema.) En su última etapa, se asumió como el compositor clásico que era y se volcó a realizar piezas orquestales y camerísticas. London Symphonie Orchestra Volume I & II (1983 y 1987), Boulez Conducts Zappa. The Perfect Stranger (1983) y The Yellow Shark (1993), resumen esta vertiente.

Otra faceta que no se puede soslayar, es el de descubridor de talentos. Haber pasado por las Madres era garantía de calidad. James William Guercio —productor de Chicago—; Ansley Dunbar, George Duke, Adrian Belew, Terry Bozzio, Eddie Jobson, Patrick O’Hearn y Vinnie Colaiuta fueron algunos de los músicos que se formaron bajo su égida.

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