Regresar a clases: ¿cuál es el plan?

MILENIO

CARLOS PUIG

 

Afortunadamente, en estos días se terminará la vacunación del personal educativo del país. Condición necesaria, aunque no está claro si suficiente, para regresar a clases presenciales antes de que oficialmente termine el curso y los maestros y alumnos tengan una oportunidad para reencontrarse y, por lo menos, por algunos días, comenzar a evaluar la magnitud de los daños.

En algunos, muy pocos, estados el regreso ha comenzado y poco a poco serán más. No es sencillo. Los maestros están vacunados, pero persiste miedo de si los niños pueden traer por contagio entre ellos el virus a casa. Normal, los miedos se irán terminando en la medida que la vacunación avance y los contagios se sigan reduciendo.

Lo que en verdad falta es un plan que tenga que ver con la educación y lo que pasó en este curso y medio perdido. De eso sabemos poco o nada.

El gobierno se autoconvenció que con sus programas de tele sería suficiente —y por supuesto el esfuerzo enorme de maestros usando celulares e internet para saber cómo andaban los alumnos—. No hay, al menos no públicamente, un diagnóstico y por lo tanto un plan que comience a remediar lo que la pandemia y la decisión de cerrar tanto tiempo ha causado.

Los miedos se irán en la medida que la vacunación avance

Los datos que tenemos sobre deserción escolar en tiempos de pandemia son muy preocupantes y tampoco tenemos claro qué haremos con esos niños, niñas y jóvenes que abandonaron la escuela este año.

Ayer, por ejemplo, cuando Ciudad de México anunció el próximo regreso escalonado a clases, se mencionaron una serie de medidas de salud: “Activación de los Comités Participativos de Salud Escolar e implementación de los tres filtros de corresponsabilidad: casa, escuela y salón de clases. Acceso a jabón y agua para evitar contagios. Cuidar al magisterio con la vacunación contra el coronavirus. Uso obligatorio de cubrebocas. Mantener la sana distancia. Maximizar el uso de espacios abiertos. Suspensión de ceremonias, eventos y reuniones. En caso de contagio, la escuela deberá permanecer cerrada al menos 15 días”.

Todo bien. Pero ¿y la educación? ¿cuál es el plan? Si la SEP no se pone a trabajar, en el largo plazo la huella en esta generación puede ser profunda y el costo para el país altísimo.

 

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