Reconoce Eufrosina el trabajo que a realizado los gobiernos panistas durantes sus administraciones en la presidencia de la republica

Nahum Villavicencio

Oaxaca, Oax.- La hoy diputada federal, Eufrosina Cruz Mendoza reconoció el trabajo realizado por el presidente de la república Felipe Calderón Hinojosa y solicitó que más allá de juicios sumarios se valore lo que realizaron dos sexenios del Partido Acción Nacional (PAN).

Mas allá de juicios sumarios o afanes tremendistas, de criterios políticos o banderas ideológicas, es preciso recordar que en esta, como en muchas otras tareas, el compromiso es de todos: de la sociedad y del gobierno; y como gobierno, no solo compete al Poder Ejecutivo Federal, sino a los otros dos niveles de gobierno: estatales y municipales, destacó.

Y es qué menciona que, que grave e irresponsable es juzgar una gestión pública sólo por aquello que ha quedado pendiente por realizar y no por aquello, por lo mucho que ya se ha logrado y que, a final de cuentas, es fruto del esfuerzo de todos los mexicanos.

La política social no puede ser una política pública de corto plazo, sino debe pensarse, planificarse y ejecutarse con una visión de largo aliento.

México cuenta hoy con una política social de Estado señalo, Los dos sexenios de gobiernos panistas han colocado los cimientos de una cultura política de transparencia y rendición de cuentas que nunca existió en el pasado; se dio paso a una alternativa subsidiaria que impulsa acciones corresponsables en los procesos permanentes de desarrollo y se impulsaron las de capacidades y oportunidades de las personas, las familias y sus comunidades. Los avances son innegables.

En estos seis años, el Presidente de la República promovió una política social promotora del bien común, fundada en el respeto a la dignidad de la persona humana.

Diputadas y los diputados de este Congreso tenemos mucho qué hacer y mucho qué aportar para asegurar que los frutos de este trabajo sigan beneficiando a un mayor número de familias mexicanas.

Es preciso garantizar la continuidad de los programas sociales como Oportunidades que han demostrado su eficacia en todos los rincones del territorio y en todos los ámbitos de la acción social, así como la atención médica para todos en un esquema de portabilidad entre las instituciones de seguridad social.

Hoy contamos con una política social que rinde cuentas, con reglas de operación y padrones de beneficiarios públicos y abiertos al escrutinio ciudadano, con mecanismos de contraloría social y con procesos de evaluación realizados por un órgano ajeno a la entidad o la dependencia pública que los opera.

Otro de los grandes avances institucionales de la política social fue la creación, del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), en el año 2006, cuya labor garantiza la transparencia de las acciones, indicadores técnicos precisos acerca de la pobreza y con objetividad sobre resultados de las políticas públicas.

Actualmente, 92 por ciento de los programas sociales federales son evaluados y se avanza para alcanzar el cien por ciento.

Sin embargo, los resultados en el ámbito de los gobiernos estatales y municipales dejan mucho que desear, ya que a nivel local apenas la mitad de los programas son evaluados.

No olvidemos que nueve de cada diez pesos de los recursos que se invierten en el combate a la pobreza son ejercidos por los gobiernos estatales y municipales, por ello deberían ser corresponsables de las estadísticas.

Y curiosamente quienes más critican son quienes más afán han mostrado en ocultar las cifras de su manejo discrecional y arbitrario del presupuesto, pero además, han sido señalados como responsables de graves quebrantos al erario público y de heredar deudas millonarias a las nuevas generaciones de mexicanas y mexicanos.

Primero son las fugas de dinero público y después las fugas de los políticos con dinero que no aparecen para rendir cuentas a las autoridades.

Por ello, antes que voltear la mirada a la casa ajena, les recuerdo compañeras y compañeros que “el buen juez por su casa empieza”. Así como venimos a esta tribuna a  exigir cuentas al Presidente, también hagámoslo  con  muchos de los gobernadores.

En este sexenio, aunque muchos no quieren reconocerlo, se fortaleció como nunca la infraestructura escolar y se dio un impulso sin precedente a la mejora de la calidad educativa, a pesar de los obstáculos impuestos por gobiernos cómplices del sindicalismo magisterial que en algunos estados de más alta marginalidad han impedido el avance de estos programas.

La salud es primordial para las familias y por eso también ha sido prioridad para los gobiernos emanados del PAN patrimonio  de las generaciones del mañana.

Hoy, con las iniciativas enviadas por el Presidente Felipe Calderón al Congreso, resurge la esperanza de generar mayores oportunidades y mejorar las condiciones de vida de millones de familias.

Esta Legislatura tiene la responsabilidad histórica de dictaminar y, en su caso, aprobar una de las reformas estructurales de mayor jerarquía y visión de desarrollo en la historia reciente del país: la reforma laboral, que se ha convertido en una de las principales deudas del Congreso con los mexicanos.

Millones de jóvenes esperan que se generen las condiciones propicias para incorporarse a la actividad productiva; más de 20 millones de mujeres claman para erradicar

la discriminación, el hostigamiento y el acoso; miles más aguardan que se dignifique el trabajo doméstico y las personas con discapacidad y jornaleros indígenas que exigen un marco legal que facilite su incorporación ala vida productiva.

Millones de trabajadores, literalmente secuestrados por los intereses gremiales, esperan para ejercer a cabalidad y con libertad, todos sus derechos.

Más allá de los cálculos y miras políticas de corto plazo, esta legislatura tiene que superar los prejuicios que impidieron a otros aprobar la reforma laboral que México necesita.

Eventualmente, también discutiremos, y aprobaremos la Ley Federal de Contabilidad Gubernamental.

Basta ya de ver el presupuesto como una caja negra en poder de unos cuantos y empecemos a mirarlo como una caja de cristal en vista y al escrutinio de todos los mexicanos.

El combate a la pobreza no es un camino más hacia el desarrollo con justicia y dignidad de los mexicanos, sino que es el único camino por el que se puede transitar.

La pobreza no entiende alternancias ni de dogmas políticos o de retornos autoritarios.

Es imperativo analizar y reconocer los avances en materia de desarrollo social de los últimos años. Estamos convencidos de que todavía queda mucho por hacer.

Pongamos todos, nuestro mayor esfuerzo por alcanzar los acuerdos políticos necesarios.Por eso estamos aquí y a ellos nos debemos; muchos no encuentran la diferencia entre “el ser” y “el deber ser”; tenemos que estar a la altura de las circunstancias, los retos y las necesidades que enfrenta nuestro país.

Las diputadas y los diputados de este Congreso tenemos mucho qué hacer y mucho qué aportar para asegurar que los frutos de este trabajo sigan beneficiando a un mayor número de familias mexicanas.

Pongamos manos a la obra para responder a este reclamo de la historia que refleja con fidelidad la voz de nuestro pueblo.  Que quede claro: si uno falla, fallamos todos y si todos fallamos, que sea la historia la que nos juzgue, culminó.

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