Divide opiniones política de tasas del BdeM

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Ciudad de México. Una semana después del referendo a favor de la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea, que añadió volatilidad a los ya inestables mercados financieros de todo el mundo, el Banco de México se pronunciará este jueves sobre el nivel de las tasas de referencia, una decisión que tiene efectos sobre las decisiones de inversión de empresas y personas, el tipo de cambio y la actividad económica.

La decisión que tome la junta de gobierno del banco central, que se conocerá poco después del mediodía, dividió opiniones entre las áreas de análisis de los tres principales grupos financieros del país.

BBVA Bancomer, el mayor intermediario financiero en México, consideró que el Banco de México dejará sin cambio, en 3.75 por ciento, su tasa de interés de referencia. Banamex, el segundo del sistema, anticipó un incremento de medio punto porcentual, que llevaría la tasa a 4.25 por ciento. Mientras tanto, Santander, el tercero en tamaño, se inclinó por un aumento de un cuarto de punto porcentual.

La tasa de interés de referencia del Banco de México determina el costo del endeudamiento de las empresas cuyos créditos estén contratados a tasa variable. En el caso de las personas, influye en los réditos que pagan por el uso de sus tarjetas de crédito, no así en los préstamos hipotecarios, de nómina y personales, pactados a tasa fija. Para el gobierno federal, también implica un aumento en su costo de financiamiento, dado que la mayor parte de pasivos del sector público está contratada en el mercado local de deuda. Un mayor costo del dinero puede aplazar decisiones de inversión o de consumo y, en ese sentido, incidir en la actividad económica, que en los últimos meses ha sido impulsada sobre todo por el mercado interno.

“Como en pocas ocasiones en los meses recientes, una decisión de política monetaria había suscitado tanto debate y dispersión en las previsiones de los analistas. Al momento, las expectativas para la reunión de este jueves van desde mantener sin cambio la tasa de referencia hasta incrementarla en medio punto porcentual. Detrás de estas posturas hay argumentos válidos que en buena medida han estado influidos tanto por la comunicación reciente del banco central, como por el precedente que sentó la inesperada alza de medio punto del mes de febrero”, apuntó Bancomer.

A favor de un incremento, mencionó, están los argumentos de que la tasa de interés en México se encuentra en un bajo nivel con respecto a otros países, y su efecto sobre el flujo de capitales –a menor premio aquí respecto de otros mercados los flujos de inversión pudieran disminuir y afectar el tipo de cambio del peso–, además de los riesgos que sobre la inflación puede suponer la depreciación cambiaria.

En cambio, apuntó, hasta ahora a inflación se ha mantenido debajo de la meta de 3 por ciento anual, aun con la depreciación del peso. Al mismo tiempo, la información reciente sobre el desempeño de la actividad apunta a una moderación en la expansión de la economía, lo que no hace propicio aplicar una política monetaria más restrictiva, que sería la señal de un incremento en las tasas.

“Consideramos que la postura de mantener la tasa predominará” entre los miembros de la junta de gobierno del banco central, aseguró Bancomer.

El Brexit complicó todo

Mientras tanto, Banamex comentó que la decisión sobre el nivel de la tasa de interés de referencia del banco central, que ya era difícil, se tornó aún más complicada como resultado del referendo a favor de la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea, realizado el jueves pasado.

“Muchos eventos se han desarrollado desde que publicamos nuestra expectativa de que el Banco de México subiría en su reunión del 30 de junio en medio punto la tasa de referencia a 4.25 por ciento”, dijo Banamex.

En particular, citó, los malos datos de nóminas no agrícolas (mayo) en Estados Unidos fueron seguidos por un cambio en la retórica de la Reserva Federal en su comunicado del 15 de junio, donde sugerían tasas bajas de interés por mayor tiempo. El subsecuente incremento en la demanda de activos considerados de mayor riesgo fue de corta duración: lo mercados globales fueron tomados por sorpresa con el resultado del referendo británico. Por lo tanto, el resultado neto de los eventos de junio es significativamente más complicado para la decisión de este jueves.

Las autoridades enfrentan dos condiciones difíciles de reconciliar, dijo. Existe mucha incertidumbre sobre las implicaciones del Brexit, como se ha llamado al proceso de salida de Gran Bretaña de la Unión Europea, pero puede argumentarse que el impacto neto es probable que sea recesivo/desinflacionario y que la aversión al riesgo aumente, consideró.

Para economías cuyos instrumentos financieros son considerados  “activos de refugio” en tiempos de turbulencia, como en Estados Unidos, no hay dilema: la política monetaria puede ser más acomodaticia.

Sin embargo, para economías emergentes la recomendación de política es menos clara, particularmente cuando se caracterizan por tener un alto grado de apertura financiera, como es el caso de México.

Un elevado nivel de aversión al riesgo (que los manejadores de fondos de inversión prefieran los activos considerados más seguros o menos riesgosos), en este caso, es reflejado en la necesidad de estos activos financieros de ofrecer un mayor “premio”.

Así, las consideraciones del ciclo económico convencional apuntarían a un relajamiento monetario (mantener las tasas), mientras que las financieras sugerirían lo contrario (incrementarlas).

Paradójicamente, el “enigma del peso” puede ser de ayuda para resolver este dilema. El comportamiento del peso – la segunda mayor caída del ranking emergente frente al dólar en lo que va del año –  genera interrogantes pero podría  ayudar a resolver el dilema de las autoridades monetarias.

Una característica irrefutable del peso es que como la octava moneda más operada en el mundo incorpora mucha información tanto sobre los fundamentales de México, como sobre las condiciones de los mercados globales. Así, todo lo demás constante, “los movimientos del tipo de cambio en respuesta al incremento en la aversión al riesgo global son equivalentes al incremento requerido en premio para los activos locales. En los recientes debates de las autoridades locales, un relajamiento de las condiciones monetarias debido a la depreciación real de la moneda, genera espacio para un incremento en la tasa de política monetaria sin tener un impacto significativo sobre la actividad, consideró Banamex.

Una medida para reducir la volatilidad financiera

Mientras tanto, Santander mantuvo su expectativa en cuanto a que la Junta de Gobierno del Banco de México decidirá un incremento de un cuarto de punto en su tasa de interés objetivo.

Los bajos niveles de inflación son resultado de elementos no subyacentes como son los precios de los productos agropecuarios y los energéticos, a lo que se suman la baja en las tarifas de telefonía móvil y precios de transporte, es decir elementos volátiles que no responden en el corto plazo a la postura monetaria, consideró Santander.

“Por cierto el efecto favorable en la inflación que observamos al inicio del año con la reducción de los precios de las gasolinas se revertirá en la segunda mitad del año. La Secretaría de Hacienda anunció que en julio los precios de la gasolina magna se elevarán 1.82 y los de la Premium 2.42 por ciento, más lo efectos de los precios de la frontera, consideramos que el impacto en los Precios al Consumidor será de alrededor de 0.10 puntos porcentuales en la primera quincena de julio”.

Los niveles del tipo de cambio actual sugieren riesgos mayores de una eventual “contaminación” sobre la dinámica de inflación en el horizonte de los próximos seis a doce meses, periodo que transcurre antes de que se refleje el impacto de una decisión de política monetaria, como es el movimiento de la tasa de referencia del banco central, explicó.

“Un incremento de la tasa objetivo por lo menos contribuiría a una menor volatilidad del tipo de cambio. Si el mercado juzga suficiente esta acción, entonces puede dar lugar a una apreciación moderada de la paridad”, consideró.

El Banco de México refirió que el alza de la tasa objetivo realizada en febrero tuvo el efecto deseado en la curva de tasas que se pagan por la deuda pública, en lo que se refiere a que no se incrementaron las de mediano y largo plazo. Santander estimó que ello sucedió debido a que los inversionistas consideran que una actuación oportuna de la autoridad monetaria en el corto plazo, incide favorablemente en el “control” de las expectativas de inflación de mediano y largo plazo.
Las cifras más recientes de la tenencia de valores gubernamentales en poder de inversionistas extranjeros muestra que sigue a la baja y acumula una disminución en lo que va del año cercana a 12 mil millones de dólares, agregó Santander.

El movimiento de capitales sugeriría que los inversionistas están demandando un mayor premio para mantener sus recursos aquí.

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