¿Quién diseñó “El Caballito” y quién está montado en él?

Milenio

Ciudad de México.-Este miércoles, la estatua ecuestre del rey Carlos IV de España, obra de Manuel Tolsá popularmente conocida como “El Caballito”, luce flamante y renovada, tras unos trabajos de restauración, y engalana el Centro Histórico de la CdMx.

Pero, ¿sabes quién fue su autor, la historia del monarca español que está montado en él y el recorrido que la famosa estatua tuvo que cumplir antes de llegar a su pedestal en la explanada del Museo Nacional de Arte?

El personaje que luce orgulloso en su montura metálica no es otro sino Carlos IV de España (1748-1819), quien reinó de 1788 a 1808. Fue hijo y sucesor del rey Carlos III y de María Amalia de Sajonia. Una serie de acontecimientos lo llevaron al trono español: en 1759, su tío, el rey Fernando VI, murió sin descendencia, de modo que su padre, Carlos III, ascendió al trono, poniendo al jinete de “El Caballito” como heredero a la corona.

Carlos IV subió al trono tras la muerte de su padre, el 14 de diciembre de 1788. Su reinado fue marcado por el estallido de la Revolución Francesa en 1789, que amenazaba la permanencia de la monarquía en territorio español. El monarca gobernó a través de su “todopoderoso” primer ministro, Manuel Godoy.

En 1802, España entró en guerra con Gran Bretaña y la flota franco-española fue derrotada por el bando británico comandado por el almirante Horatio Nelson en la Batalla de Trafalgar, en 1805. Tras una conspiración y un motín, Carlos IV se vio obligado a abdicar a favor de su hijo, Fernando VII, el cual a su vez abdicaría a favor de José I Bonaparte, hermano de Napoleón.

Pero, antes de todo ello, está la historia de “El Caballito” y de su autor, el arquitecto, ingeniero y escultor valenciano Manuel Tolsá (1757-1816), quien llegó a la Nueva España en 1799. A su llegada, recibió el encargo de supervisar las obras hidráulicas de la Ciudad de México y reforestar la Alameda Central.

Entre sus obras civiles se encuentran: la conclusión de las obras de la Catedral Metropolitana, el Palacio de Minería y el Antiguo Palacio de Buenavista —hoy Museo de San Carlos—; los altares principales de la Catedral de Puebla y de las iglesias de Santo Domingo y de la Profesa, en la ciudad de México.

También fue autor del busto de Hernán Cortés en el Hospital de Jesús, los cristos de bronce de la Catedral de Morelia y la ya mencionada estatua ecuestre de Carlos IV. Tolsá murió de una úlcera gástrica en 1816.

Finalmente, demos un vistazo al camino que recorrió —y, si hacemos caso a la imaginación, “galopó”— la estatua que nos ocupa. El proyecto fue una iniciativa del virrey Miguel de la Grúa Talamanca, marqués de Branciforte, y la obra dio inicio en 1793, limpiando la Plaza Mayor —hoy, el Zócalo— e instalando el pedestal.

Tras la independencia de México en 1821, el sentimiento anti español orilló a las autoridades a cubrir la escultura, pues la gente amenazaba con destruirla. Fue Lucas Alamán quien convenció al presidente Guadalupe Victoria de conservar la escultura y de trasladarla al patio de la antigua Universidad en 1822, donde permaneció resguardada hasta 1852.

En ese año, “El caballito” fue trasladado a la esquina del Paseo de la Reforma y el Paseo de Bucareli, donde hoy se erige su moderno sucesor: el “Caballito” geometrista del escultor Sebastián. Ya en el siglo XX, en 1979, el equino de bronce “cabalgó” nuevamente hasta su sede actual: la plaza Tolsá, frente al Museo Nacional de Arte, donde hoy podrás verla, reluciente y restaurada.

 

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