Proyecto Gutenberg: libros electrónicos para todos

México

La palabra inglesa “free” tiene una doble acepción en español: libre o gratuito. Uno de los grandes retos en la promoción de la lectura es extender la oferta de libros electrónicos de forma gratuita y con libre acceso, sobre todo de obras clásicas, donde ya no existen los derechos de autor.

Esa oferta crece todos los días, se desarrollan otros formatos de lectura y hasta se plantean desafíos permanentes para lograr su difusión de manera libre: de acuerdo con datos de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem), en 2014 la facturación obtenida por libros digitales fue de 43.7 millones, 55 por ciento de esas ventas se generó por ediciones puestas a la venta durante 2014 y el resto por ediciones ya existentes en el fondo.

Uno de los esfuerzos fundamentales para el fomento de la lectura y la difusión del libro, está en el desarrollo de herramientas que permitan el libre acceso a los contenidos: en México está la Biblioteca Digital de Clásicos, albergada por la página electrónica de LibrosMéxico, mientras en el ámbito hispano está la Biblioteca Virtual Cervantes, del Instituto Cervantes.

mayoria-electronicos-disponibles-Proyecto-Gutenberg_MILIMA20160121_0041_1Sin embargo, como uno de los primeros trabajos en el mundo al respecto se dio hace ya varias décadas, cuando en 1971, un joven investigador de la Universidad de Illinois, Michael Hart, avizoró las posibilidades futuras de una incipiente tecnología informática para algo más que los números y las ecuaciones.

En tiempos en que no existían otro tipo de soportes, pensó en desarrollar una biblioteca de libros, hoy ya conocidos como electrónicos, pero que en su momento partía de la transcripción de las obras a un formato digital: el Proyecto Gutenberg; incluso el primer documento que subió Hart fue una copia de la Declaración de Independencia de Estados Unidos.

En la actualidad cuenta con una oferta de alrededor de 50 mil libros electrónicos que se pueden descargar de manera gratuita, la mayoría de ellos de dominio público, al obtenerse la autorización del autor o titular de los derechos de autor o porque los derechos ya expiraron y la obra se encuentra en dominio público, los cuales se ofrecen ya sea como eBooks, para Kindle, para descarga en computadora y hasta para lectura en línea; incluso, se ha incrementado la oferta de audiolibros en la página.

Una de las características de los textos compartidos a través del Proyecto Gutenberg es que se pueden obtener y redistribuir por los lectores de forma gratuita; incluso, existe un grupo de editores en línea que contribuye a subir las obras sin alterarlos, quienes lo hacen de forma voluntaria, no reciben retribución alguna por su trabajo, lo que le da un carácter social al proyecto.

Conciencia social

La gran mayoría de los libros electrónicos disponibles en el Proyecto Gutenberg están en inglés, más de 25 mil, pero también hay presencia de obras en francés, alemán, portugués y, en forma mínima, en español, divididos en tres grupos: textos clásicos universales, como la Biblia o las obras de Shakespeare, literatura popular y obras de referencia y consulta, como enciclopedias y diccionarios.

Entre los autores que pueden leerse en la biblioteca digital se encuentran algunos clásicos, precisamente porque ya se liberaron los derechos de autor, entre ellos Charles Dickens, Miguel de Unamuno, Julio Verne, Arthur Conan Doyle, Mark Twain, Leon Tolstoi, Robert L. Stevenson, Herbert G. Wells y Joseph Conrad, por mencionar sólo a algunos.

Otra de las características que ofrece el portal del Proyecto Gutenberg es una opción para la autoedición y, con ello, la publicación en línea de autores contemporáneos; se trata de un servicio relativamente nuevo que busca llamar la atención de los jóvenes escritores, en cualquier género o tema, según se anuncia desde la página, en donde se pueden leer en línea las obras, que incluso pueden ser descargadas o compartidas de manera gratuita.

Cuando Michael Hart comenzó con el proyecto había un interés primordial en el esfuerzo: la posibilidad de ofrecer de manera gratuita cada uno de los materiales, por lo cual desde sus orígenes se planteó una característica que termina por definir al proyecto: existen “editores en línea”, quienes se encargan de “subir” los materiales, mediante una forma que pudiera descargarse en cualquier medio, a través de textos sin formatos predefinidos.

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