Profesora cesada incurrió en omisión, imprudencia y descuido inexcusable

Damaris Bustamante JM

Ignacio Martínez Platas

AGENCIA JM

La profesora de la escuela Primaria “Benito Juárez”, Soledad Ramírez Ramírez, incurrió en grave omisión, imprudencia y descuido inexcusable y negligencia en el desempeño de sus funciones, lo que provocó que el Instituto Estatal de Educación Pública le rescindiera su contrato.

A pesar de ello, algunos padres de familia y maestros del plantel educativo, con el aval de la Delegación Sindical de la Sección 22 de la SNTE, ahora exigen la reinstalación de la maestra, tratando de victimizarla y politizando su cese.

De acuerdo al expediente iniciado por la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO), la profesora de grupo del plantel educativo ubicado sobre las calles de Macedonio Alcalá número 33 en el Centro Histórico de la ciudad, tuvo conocimiento de los hechos ocurridos el 8 de diciembre de 2014.

La menor, Damáris Bustamante Audelo, recibió un severo golpe en el cráneo provocado por  uno de sus compañeros de grupo y a pesar de que la maestra tuvo conocimiento de los hechos, omitió el cumplimiento de sus funciones y los protocolos básicos en razón en la sintomatología presentada por la menor.

Soledad Ramírez Ramírez, (maestra Sol), no dio aviso a  los padres o tutores de las lesiones que sufrió la menor, lo que retrasó su atención médica urgente y agravó su delicado estado de salud.

Lo más grave de éste asunto, fue la omisión de no remitir a Damaris Bustamante Audelo a recibir los primeros auxilios, al reconocer que la menor permaneció desde el momento de la lesión, hasta la salida de clases, en un estado somnoliento y con fuertes dolores en el cráneo.

Por todo ello, la Dirección Jurídica del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), determinó que la profesora Ramírez Ramírez, incurrió en grave omisión, imprudencia y descuido inexcusable y negligencia en el desempeño de sus funciones, lo que se traduce a la falta de probidad y honradez.

La madre de la menor, María del Carmen Bautista Audelo, presentó ante la Dirección Jurídica del IEEPO, la denuncia de los hechos en los que relató las secuelas sicológicas y cerebrales que el severo golpe dejó en la menor que permaneció encamada durante varios meses y tras varias intervenciones quirúrgicas craneales.

El director de la escuela, Enrique Severo Gudiño, ha tratado de evadir la responsabilidad con paliativos económicos para “reparar” el daño y es él mismo que encabeza a los maestros y padres de familia que exigen la reinstalación de la profesora.

Por lo pronto, la maestra cesada el pasado 10 de octubre, continúa impartiendo clases a su grupo, pero ahora en la explanada del ex convento de Santo Domingo de Guzmán, en busca de politizar el conflicto y llamar la atención de la sociedad.

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