Productores Oaxaqueños en crisis por el precio del tomate.

Paloma Duarte

La en el precio del tomate sigue afectando a productores oaxaqueños, que han decidido rematar el producto en los principales mercados de la entidad, con el objetivo de recuperar lo que invirtieron en la producción.

De acuerdo con María Guadalupe Hernández Salinas, productora de esta hortaliza indicó que la sobreproducción de este año, aunado a la falta de mercado internacional para poder comercializar el producto ha provocado que el precio disminuya considerablemente.

A la fecha el kilo de este producto en la central de abastos se encuentra entre los 3 y 5 pesos, mientras que una caja oscila entre los 40 y 50 pesos, situación que pone en crisis a los productores, quienes gastan más para poder comercializarlo.

“Trasladar el producto desde nuestras comunidades, tiene un precio alto, considerando la unidad que se ocupe para ello, o si se tiene que trasladar en más de una camioneta; también se tiene que pagar a quienes cargan y descargan”, sostuvo.

Desde la Central de Abastos, la mujer de alrededor de 40 años indica que la situación por la que atraviesan ya ha empezado a cobrar cientos de empleos directos, pues no pueden mantener el alto costo y la baja ganancia que tienen al vender el producto.

En este sentido dijo que mientras algunos productores han decidido elevar el precio del producto, otros lo mantienen en bajo precio, lo que obliga a todos a estandarizar el costo pues de lo contrario corren el riesgo de no vender y tener que deshacerse del producto sin ninguna ganancia y por el contrario tendrían perdidas insostenibles.

En esta cadena los productores han sido los más afectados, pues explica la comerciante, que revendedores están acudiendo a comprar el producto a un peso el kilo a las comunidades, para después colocarlo en mercados donde su ganancia es mayor.

Cultivar tomate en Oaxaca tiene un costo accesible pero no menor para las familias de comunidades, y es que, en cielo abierto se cosechan alrededor de 4 toneladas de productos en una hectárea de terreno, lo que aumenta si se hace en invernaderos lo que tiene un costo extra.

“Nosotros tenemos que comprar la semilla, abonar la tierra, sembrar cuando es su tiempo, vigilar que la planta vaya creciendo de manera adecuada para que el producto sea de calidad, y después de eso cosechar y en ese proceso vamos contratando personas para que nos ayuden”, dijo.

En otros años sostuvo la siembra del tomate era un buen negocio para las familias, pues el producto se comercializaba en 16 pesos el kilo, ahora ese precio no se alcanza por el incremento en la producción, por eso valoraremos como familia si seguimos en la producción o nos retiramos para intentar sembrar otra cosa, dijo.

Señalo que con los recursos de la siembra y venta de tomate se mantienen varias familias por lo que temen enfrentar una fuerte crisis ante la situación que actualmente están viviendo.

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