Investigan muerte
El imparcial
Su esposa lo buscaba, luego de que no volvió una noche antes después de ir a trabajar; al parecer, lo tundieron a golpes cerca de su vivienda, en la colonia Adolfo López Mateos.
Comenzaba la búsqueda de Martiniano, cuando lo encontraron muerto, tirado a unos metros de su vivienda, con golpes en el rostro.
La madrugada del pasado lunes, Natividad se quedó despierta para esperar a su esposo, quien salió por la mañana de su domicilio en la colonia Adolfo López Mateos a realizar un trabajo en una obra en construcción.
Lo encontró a unos metros de su casa, tirado boca abajo y con huellas de que fue golpeado en el rostro.
“¿Qué está pasando?”, preguntó un asombrado vecino. Al escuchar una patrulla que aparcaba afuera y ver a varios policías rodear la zona, salió corriendo de su vivienda para indagar.
Un uniformado le contestó que investigaban un homicidio; sin embargo, ni lo escuchó, porque se quedó perplejo al observar el cadáver. Lo reconoció como su amigo. “¿Qué le pasó a Martín?”, preguntó, pero sólo le respondieron que ahí lo encontraron en la mañana, tirado.
Se quitó la gorra y oró por su descanso.
“Anoche no sentí nada. Ayer me tomé unas copas. Fui a la fiesta del Santo Patrón Santiaguito”, comenzó a platicar con nostalgia.
“Apenas, no tiene mucho, me encontré a Martín. Estuvimos tomando ahí en la esquina”, dijo, mientras señalaba unos escalones de concreto. “Sólo nos tomamos algunas copas porque se tenía que ir. Llevaba una bolsa grande de verdura y despensa. Siempre fue una persona responsable”, añadió.
Natividad le explicó a los policías que a las 07:00 horas del pasado domingo, Martiniano, de 59 años de edad, salió de su casa, localizada en la calle Primero de Mayo sin número del Sector Seis de la colonia Adolfo López Mateos.
Le colocó, en su mochila de trabajo, unos tacos para que comiera más tarde; enseguida, Martiniano se encaminó a la parada de camión para tomar un urbano que lo llevara a la obra en construcción donde se desempeña como chalán de albañil.
La mujer salió a despedir a su esposo. Lo vio subir las escaleras y luego bajar a la calle de terracería, hasta perderse por completo.
Enseguida, regresó a las labores del hogar, debía atender a su hijo, quien se tenía que ir a trabajar.
Realizó su quehacer y transcurrió el día. Al llegar la noche empezó a preocuparse porque Martiniano no volvía. Incluso les comentó a sus familiares que no regresaba.
Sin poder dormir por la preocupación, decidió esperar toda la noche.
A las 08:00 horas no soportó más. Estaba desesperada y quería saber si le había pasado algo, así que decidió investigar con los vecinos. Subió las escaleras que dan a su casa.
Sólo caminó unos metros para salir a la calle principal. Vio que su esposo estaba tirado boca abajo en la orilla del camino de terracería, unos pasos antes de llegar a su casa.
Gritó su nombre mientras se acercaba. No le contestó y regresó a su casa para pedirle ayuda a su hijo. Volvieron de nuevo y lo movieron, pero estaba inconsciente. Se le marcaban golpes en la cara.
Elementos de la Policía Municipal fueron los primeros en llegar; minutos después, paramédicos de la Cruz Roja Mexicana, quienes corroboraron que el albañil estaba muerto.
“Ahora qué voy a hacer sin él”, musitó Natividad, con la mirada perdida.
Uniformados comenzaron a acordonar el área. A los pocos minutos, llegaron elementos del Grupo de Homicidios de la Agencia Estatal de Investigaciones, quienes comenzaron a buscar indicios alrededor, pero al parecer no encontraron nada.
Enseguida, se encargaron de que el cadáver fuera llevado al anfiteatro de la ciudad para la práctica de la necrocirugía de ley.
La hipótesis apunta, según comentaban los agentes investigadores, que Martiniano fue brutalmente golpeado, a unos metros de su casa, quizá al resistirse a un asalto. Otra probabilidad sería que estuviera en estado de ebriedad, resbalara y cayera, golpeándose la cabeza. Al no recibir atención médica durante la madrugada, falleció.
Esperarían el resultado de la necrocirugía para determinar lo ocurrido; por lo pronto, invitaron a Natividad a que acudiera a las oficinas ministeriales para realizar la identificación legal del cadáver y comenzar con los trámites funerarios.
