Mujer de 19 años es sentenciada a cárcel por arrojar a su bebé a la basura
Los jurados sostuvieron que hubo abuso infantil con grave daño contra el niño.
MILENIO
Una mujer de 19 años, identificada como Alexis Avila, fue sentenciada a 18 años de cárcel en Nuevo México luego de haber arrojado a su bebé recién nacido a un contenedor de basura de un centro comercial en Estados Unidos.
Según revela Telemundo, en la instancia judicial, el juez sostuvo que la mujer presentaba problemas mentales, agregando a eso a la corta edad de quien arrojó al niño al contenedor.
Los jurados encontraron culpable a Alexis Ávila. Sostuvieron que hubo abuso infantil con grave daño físico después de un juicio de varios días el mes pasado.
Un defensor público sostuvo que las acciones no fueron premeditadas, y argumentó que hay una enfermedad mental no diagnosticada.
“Me arrepiento de que sus primeras horas de vida fueron traumáticas. Me arrepiento de que él siempre tendrá esto en su cabeza y piense que no lo amo, porque eso es lo que va a leer y oír”, afirmó. “Pero eso no es verdad. Lo amo, verdaderamente”.
El juez afirmó que si no hubiera sido por pura suerte y la gracia de Dios, se habría realizado un juicio por pena de muerte del bebé.
¿Cómo ocurrió la situación?
Un grupo de personas estaba buscando algo de valor en un contenedor de basura el viernes en Hobbs, cerca de la frontera con Texas, cuando escucharon lo que pensaron que era un perro o un gatito, dijo el jefe de policía de Hobbs, August Fons, durante una conferencia de prensa el lunes. Movieron una bolsa de basura y encontraron a un bebé adentro, envuelto en una manta sucia con el cordón umbilical aún conectado.
Llamaron a las autoridades y trataron de mantener al niño abrigado hasta que llegaron la policía y los paramédicos. Las autoridades estimaron que el niño había estado en el contenedor de basura varias horas.
Los investigadores utilizaron un video de vigilancia para identificar un automóvil sospechoso de estar involucrado. Eso los llevó a Alexis Ávila, originaria de Hobbs, admitir haber dado a luz en otro lugar y luego haber dejado al bebé en un basurero.
