Muchos niños pasan desapercibidos en su día

PALOMA DUARTE:

Dulces, pasteles, regalos y festivales están siendo preparados para celebrar el “Día del Niño”, sin embargo existen casos en Oaxaca en donde la infancia pasa desapercibida, pues hay responsabilidades que deben cumplirse sin importar la edad.

Carlos tiene 9 años, sabe leer poco, pero cuenta mejor, dice. Sabe sumar y restar porque la vida lo obligo a aprender, vende limones, naranjas, nanches, mandarinas en los cruceros, dependiendo la temporada de la fruta.

Para poder vender hay que saber contar, hay que dar cambio y hay que darlo bien, sino ellos salen perdiendo; también deben de saber hacerlo rápido pues solo cuentan con un par de minutos que les brinda el semáforo para poder hacer su transacción.

Pertenece a una familia de San Agustín Loxicha, tierras que dejo su madre por la falta de oportunidades, y porque su padre los abandono para buscar el sueño americano, que tal vez encontró por eso no regreso.

De cuerpo esbelto y tamaño pequeño por la falta de alimentación, refiere que nunca ha tenido un cumpleaños con pastel y regalos, tampoco un día de reyes, mucho menos ha celebrado un día del niño.

Esos días solo observa a sus clientes quienes estrenan juguetes y son consentidos, a veces se pregunta porque él no tiene esa oportunidad; aunque luego se consuela al saber que es el único apoyo de su madre.

El “negro” como lo llaman no tiene mucho tiempo libre, pues cuando el semáforo no lo beneficia para sus ventas, cuida de su hermanita que tiene 4 años y trata de que ella tenga por lo menos una infancia feliz.

El año pasado pudo escaparse un rato y asistir a la celebración del día del niño en la agencia de Santa Rosa, llevo a su hermana y ahí le regalaron una muñeca y un balón; en esa ocasión lloró al ver la felicidad de la pequeña.

Este año pretende hacer lo mismo, aunque la situación económica está más difícil pues la gente cada vez compra menos en los cruceros, por la mala fama de que se han hecho por los constantes asaltos.

Su madre ha conseguido el trabajo de ayudante en una casa, sin embargo no le permiten llevar a la pequeña y mucho menos a él, por eso ha tenido que cargar con la responsabilidad de cuidarla estos últimos meses.

La niña le ayuda mucho pues ya camina, pero eso no le quita la responsabilidad pues tiene que cuidarla bien, ya que no quiere que nada malo le pase; busca su comida a buena hora aunque a veces él se queda con hambre.

Espera que algún día pueda tener un buen trabajo y cambie su situación financiera.

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