Luis de Guadalupe, próximo gobernador.
Por Horacio Corro Espinosa
El uso más popular del término poder, es el que se refiere al control, al imperio, al dominio que un hombre puede tener sobre cierta área o comunidad.
El poder es una de las herramientas que faculta a un ser humano para que pueda llevar a cabo un cierto plan. Además, pueden decidir sobre los grandes negocios y, muchas veces, asegurar su futuro.
En todo lugar, ya sea en la administración pública o privada, alrededor del personaje principal, siempre va a haber aduladores y oportunistas quienes le expresan al jefe las actitudes más serviles.
Un funcionario preparado, juicioso, honesto, sabedor de sus límites y de sus vicios, no toma en cuenta las lisonjas disfrazadas que no le pertenecen. Aunque hay otros, que ante tanta insistencia, acceden a probar lo que no les toca.
En una ocasión me tocó escuchar en un programa de radio de Huajuapan de León, las palabras del profesor José Palacios Villa, quien hablaba de la poca capacidad que demostraban los integrantes del ayuntamiento municipal de ese lugar. No recuerdo exactamente la palabras, pero los acusaba de no saber escuchar las peticiones de la colonia donde él vivía.
Días después, lo volví a escuchar en esa misma estación de radio, pero ahora en un tono y discurso completamente diferentes, un poco más recargado a la zalamería que a la objetividad. A partir de entonces, las participaciones en radio de Palacios Villa, hacia el presidente municipal de Huajuapan, Luis de Guadalupe Martínez Ramírez, se convirtieron en alabanzas y encomios.
Sus palabras hacia el presidente, eran de alguien que compite por ocupar un puesto de distinción. Cada palabra iba cargada de virtudes cívicas, de encarnación y características de todos nuestros patricios. En sí pues, lo llegó a proclamar como generoso, sencillo, defensor de las causas justas, fiel a sus principios, amigo, patriota y lleno de nobleza.
La pregunta es, ¿qué pudo haber cambiado tan radicalmente, la posición del profesor Palacios Villa? Porque no sólo lo llenaba de cualidades superlativas al presidente municipal, sino que también, lo convirtió en el próximo gobernador del estado.
Pero lo que son las cosas. Luis de Guadalupe, al escuchar esas llamadas telefónicas que se hicieron a la radio, nunca habló de ese tema en ninguna sesión de cabildo, como lo hizo en una ocasión cuando otro radioescucha opinó desfavorablemente de su tarea política. En esa ocasión, dijo en cabildo, que cómo era posible que los conductores del programa permitieran esas llamadas. Que antes de abrir el micrófono deberían investigar, pues de lo contrario, él procedería jurídicamente. Sin embargo, no dijo nada de las llamadas cargadas de piropos.
Pero como dice el dicho popular que “amor con amor se paga”, el profesor José Palacios Villa, ya tiene en su poder una camioneta Nissan, doble cabina, color negro y blanco, sin placas, desde luego.
Hay que decir que el profesor Palacios Villa, es el presidente de la colonia Santa Cruz, de la ciudad de Huajuapan de León. Pero a partir del nueve de este mes, tomó otra autoridad sobre la que ya tenía: la de encargado del Comité de vigilancia de la misma colonia. Es la leyenda que ostenta la camioneta Nissan convertida en patrulla.
En los últimos días del mes de abril, los vecinos de dicha colonia, juntaron alrededor de 50 firmas que entregaron al ayuntamiento municipal, para pedir la destitución del multicitado profesor. Pero parece que pesa más un halago que las firmas de los vecinos.
Hay que tomar en cuenta que los comités de colonia son para hacer mejoras de la misma, no para hacerla de tecolote ni de jenízaro.
Pero bueno, aquí surge otra pregunta: ¿por qué sólo a esta colonia se le dio vehículo de vigilancia? ¿O será que el vehículo es el mensaje para todos los agentes y presidentes de colonias, para que se vayan alistando a la campaña de Luis de Guadalupe a la gubernatura del estado?
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