Lección de dignidad ante insensibilidad en Seculta
DETRAS DE LA NOTICIA
Alfredo Martínez de Aguilar
Gracias a la gran imaginación y creatividad de los artistas, no todo está perdido en Oaxaca. Su cotidiana defensa de la dignidad, es una lección de vida permanente. Ciertamente, los reclamos de los ‘gurús’ como Francisco Toledo, son escuchados y atendidos de inmediato por el Gobierno.
La educación, el arte, la cultura y, sobre todo el respeto absoluto al imperio soberano de la Ley, salvarán a Oaxaca y a México. La Gran Señora del Sur a la que han cantado los poetas, es más grande que sus conflictos prefabricados por un puñado de mal paridos, mercenarios corruptos.
La enorme riqueza cultural proveniente de su mosaico de naciones indígenas milenarias convierten a Oaxaca, estado y capital, pluriétnica y multicultural, en la gran reserva espiritual de México y por qué no decirlo con orgullo y plena satisfacción, de todos los países de América Latina.
Sin embargo, no hay peor enemigo de los oaxaqueños que los propios oaxaqueños, como lo denunció el maestro Nathanael Lorenzo Hernández, director fundador del Instituto Intercultural Calmécac de San Juan del Río Tlacolula, a quien los burócratas de la cultura le han regateado apoyo institucional.
¿Qué maldición pesa sobre el poder y el dinero que enloquece de soberbia a los seres humanos, especialmente a los gobernantes, a los servidores públicos y a los políticos en general, de cualquier signo partidista? ¡Claro, no son la excepción, no hay peor enemigo de los periodistas que los propios periodistas!
Durante la presentación de la edición 183 de la Revista Mujeres Shaíque, el maestro Nathanael comentó que a inicios de año solicitó una reunión con la Secretaria de las Culturas, Ana Isabel Vásquez Colmenares Guzmán, para exponerle el proyecto del Instituto Intercultural Calmécac.
Las extraordinarias interpretaciones musicales de tres niños músicos descalzos del Instituto Intercultural Calmécac, Zaira, Gadiel y David, engalanaron el pasado sábado 8 de julio, en el Museo de los Pintores, la presentación de la edición de julio de la Revista Mujeres Shaíque, que por segunda ocasión lleva en portada a Natalia Lafourcade. La primera portada se publicó en diciembre de 2012, en la edición 128.
Y a inicios de abril, tres meses después, funcionarios de Seculta llamaron a su equipo de trabajo y a al maestro Nathanael para decirles que solo podían apoyarles con muebles, ya que iban a estrenar y que les podían dar los que iban a desechar, lo que con toda dignidad no aceptaron.
Reiteró que el Instituto Cultural Calmécac “no recibe sobras, porque sus niños músicos no dan sobras a Oaxaca, dan horas y horas de trabajo. Desde sus comunidades dan todo por Oaxaca y en cada interpretración de sus presentaciones musicales entregan el corazón”.
Hoy, nuevamente los funcionarios de la Secretaría de las Culturas y las Artes les negaron apoyo en transporte para trasladarse de San Juan del Río, Tlacolula, al Teatro Alcalá, en el que ofrecerán el concierto “Tengo Alma Fiestera”, mañana jueves, a las 19 horas, y solo les dieron tres mil pesos. Confiamos que la titular de Seculta, Ana Isabel Vásquez Colmenares Guzmán, evitará estas mezquindades.
Afortunadamente, con el apoyo del Secretario de Vialidad y Transporte, Francisco García López, se garantizó la presentación de los niños músicos descalzos en el concierto en el majestuoso Teatro Alcalá como parte de las actividades culturales, con motivo de las fiestas de La Guelaguetza.
Hace un mes, el maestro Nathanael tuvo la desgracia de enterrar a uno de sus alumnos, Luis Alberto, de 17 años, lo balacearon pistoleros del Sindicato Libertad, en San Lorenzo Cacaotepec, “y no pudimos hacer nada por la impunidad que gozan, nos tuvimos que conformar con enterrarle”.
“Aunque mi pecho era una bomba de venganza, hicimos un concierto en su memoria, tuve que responsabilizarme para no cerrar el salón de clases, no dañar la economía ni salir a plantarme, para no perjudicar a terceros, porque Oaxaca es nuestra casa, nuestra generación debe hacerlo”.
“Me gustaría decir que soy un gran pedagogo, un gran maestro, pero no lo soy. Si llego a lo 50 o 60 me gustaría decirlo con mucho orgullo, pero hoy me basta decir y gritar a los cuatro vientos que en el Instituto Intercultural Calmécac, no formamos músicos, formamos seres humanos”, subrayó.
Aludiendo a nuestro llamado a los oaxaqueños durante el XV Aniversario de la Revista Mujeres, a no llorar por el Oaxaca que hemos perdido, sino a luchar por lo que tenemos, Nathanael demandó dejar de chillar y pensar en el Oaxaca que nos queda, en la comunidad y en nuestros hijos.
Emocionado, el maestro Nathanael sentenció que siempre ha pensado que Oaxaca solo progresará el día que tengamos la decencia de mirar a nuestros hijos y alumnos a los ojos y decirles qué les estamos heredando. Decidí hacerlo con la música porque así me lo enseñaron desde niño mis papás.
Recordó que proviene de una comunidad en una de las zonas más violentas de Oaxaca, “pude haber tomado una metralleta, una pistola, pude haberme dedicado al secuestro o al narcotráfico, pero mis abuelos, mis tíos, mis padres, decidieron darme un instrumento musical y seguir esa carrera”.
Se educó en el sistema tradicional, hay cosas que ama de ese sistema, pero hay muchas que también no le gustan. Sostiene que a veces lo tradicional hay que ponerlo en un cajón y seguir avanzando con la cultura y hacia la civilización. Él decidió hacerlo con la música en más de 20 comunidades.
Para el director del Instituto Intercultural Calmécac es un orgullo decir que como maestro sus marchas las hace en el salón de clases, sus plantones los hace trabajando de 5 de la mañana a 12 de la noche. Le da orgullo ver a Oaxaca y decirle “Te Amo”. Lucha educando a niños y jóvenes.
Con firme convicción retoma de Fito Páez, “aunque le duela a uno en el alma, no todo está perdido, tenemos que ofrecer nuestro corazón, y si tenemos un poco de decencia tenemos que entregar esta casa a nuestros futuros adultos. No pedir limosna a Estados Unidos lavando trastes, a nuestros niños hay que mantenerlos acá. Ellos nos pertenecen y tienen que salir a brillar al mundo por Oaxaca”.
El director del Museo de los Pintores, Efraín Morales Sánchez, y el artista plástico Max Sanz expusieron la conferencia “Apreciación del Arte”. El primero afirmó que el arte no es elitista, lo que pasa es que no conocemos el concepto de arte y es lo que nos confunde un poco.
Los coleccionistas, agregó Morales Sánchez, buscan al experto para encontrar las obras de arte, pero la mercadotecnia, es más importante e inteligente para ofertar y vender el arte, lo importante es venderla. Hay una complicidad entre el recurso económico y el creador.
Por su parte, Max Sanz dijo que a partir del estilo podemos identificar una obra y cómo lanzarla al mercado y venderse, no desde el punto de vista de la estética, sino de la mercadotecnia. Hay que definir la originalidad y la propuesta plástica y en Oaxaca esto es muy común. Es un hilo muy subjetivo, decir qué es arte y qué no lo es.
Al intervenir en el acto, afirmé que hoy, más que nunca, personas creativas sin límite como los artistas presentes, Rogelio Henestroza Matus, Efraín Morales Sánchez, Max Sanz, y la galerista Dulce María Méndez García y su madre, la promotora cultural Rosa Silvia García Pineda, entre otros, pueden contribuir a salvar a Oaxaca, no por la vía de las armas, sino exigiendo atención a las demandas sociales, pero con absoluto respeto a la Ley, sin afectar derechos de tercero.
Enfaticé que, gracias a oaxaqueños creativos e imaginativos, Oaxaca no está perdida del todo, y recordé que ésta tuvo un prestigio internacional, cuando nuestros viejos abuelos se preocupaban por inculcar una educación integral, con alta carga cultural, artística y musical. No había familia que no se preocupara porque sus hijos aprendieran a tocar un instrumento musical, a ser artista.
Agradecemos en todo lo que vale el Reconocimieto que otorgó el director del Museo de los Pintores a la Editora en Jefe de la Revista Mujeres Shaíque, Karla Irina Martínez de Aguilar Velásquez, por su aporte cultural al Estado de Oaxaca, especialmente en el marco del mes de las fiestas de La Guelaguetza de los Lunes del Cerro.
