La tragedia haitiana al otro lado de la frontera

Mielnio

Con el cambio de políticas migratorias en EU, las autoridades ya no otorgan más permisos de ayuda humanitaria a los viajeros, quienes serán deportados.

San Diego, California.-Lucas Jean Baptiste guarda celosamente el papel que le dieron la autoridades mexicanas. Le estamparon un sello con fecha 28 de noviembre. Ese día podrá cruzar la garita. Es apenas 13 de octubre y tiene que esperar más de un mes en Tijuana. La ilusión de vivir y trabajar en Estados Unidos lo mantiene optimista, pero lo que no sabe es que su destino será un viaje directo a Haití, una vez que sea deportado.

Con el cambio de política de flujos migratorios haitianos, las autoridades estadunidenses ya no otorgan permisos de ayuda humanitaria, y aunque les permiten el paso, el sueño americano de miles de haitianos desplazados que cruzaron por 10 países desde Brasil hasta México para llegar a Estados Unidos no se hará realidad; al contrario, es un camino de regreso a Haití.

El 22 de septiembre pasado el gobierno de Estados Unidos dio por terminada la política de ayuda humanitaria que inició en 2010 tras el terremoto que sacudió la isla caribeña. Después de esa fecha, todos los que crucen la frontera son enviados a algún centro de detención, donde tarde o temprano serán deportados.

miles-migrantes-haitianos-devueltos-pais_milima20161018_0021_11Cerca de 4 mil haitianos lograron cruzar entre mayo y septiembre, la mayoría ya está en Miami, donde se encuentra Little Haiti, la comunidad más grande en toda la Unión Americana. Los que siguen en Tijuana —unos 3 mil— y los que cruzaron la frontera después del 22 de septiembre, no tendrán la misma suerte. A unos 48 kilómetros de Tijuana, en San Diego, los haitianos recibieron albergue hasta que lograron el apoyo que les permite una estancia de hasta tres años. Fueron recibidos en la iglesia metodista en El Cajón. Prácticamente todos ya viajaron a Miami y desde el 22 de septiembre ninguno más ha llegado, todos son detenidos en cuanto cruzan la frontera.

Christian Ramírez, director de Derechos Humanos de la organización Alliance San Diego, explica que pese a la expectativa que tienen los haitianos varados en México, solo 4 mil lograron tramitar una estancia legal hasta por tres años mediante el permiso.

“La política del gobierno de EU ha sido clara, cualquier persona que sea detenida en la frontera con México va a ser detenida y procesada para su eventual deportación, hay excepciones a esa regla para personas que puedan establecer que sufren de persecución en sus países y para ellas hay una vía que es la del asilo político”, señala en entrevista.

En los albergues de Tijuana y Mexicali hay miles de haitianos que ya tienen fecha para cruzar a Estados Unidos. Esperan con ansia, pues los ilusiona la idea de emplearse y encontrar una mejor vida.

Su peregrinar ha sido largo. Después del terremoto que devastó Haití en 2010, salieron masivamente hacia Brasil donde, amparados en el asilo que les ofreció el gobierno, encontraron trabajo hasta que la crisis política los hizo buscar otro país donde encontrar oportunidades para sobrevivir. Así fue como inició el éxodo de Brasil hacia Estados Unidos y que encontró en México un tapón que los dejó varados.

Ciento diez fichas diarias no eran suficientes para la demanda de cruce que había en la frontera mexicana. Eso provocó que los albergues se hicieran insuficientes.

¿Por qué llegaron hasta Tijuana?, la pregunta es de fácil respuesta para los voluntarios y autoridades. La ruta Tapachula-Tijuana o Mexicali es la más segura para los haitianos que buscan llegar a Miami o, en menor número, a Nueva York.

Sin embargo, la política migratoria respecto a los haitianos ha cambiado y ninguno de los que cruzó después de aquella fecha podrá transitar libremente en territorio estadunidense. Uno de los 10 centros de detención elegidos por las autoridades será su destino inmediato, en espera de que un avión los mande de regreso a su país, ese que hoy está peor que nunca tras el paso del huracán Matthew.

“Para julio, agosto el flujo migratorio alcanzó números nunca antes vistos en esta parte de la frontera y esto genera una crisis humanitaria tanto en Tijuana como en San Diego, ya que las redes de apoyo al migrante se ven rebasadas.

Lamentablemente, el gobierno de Estados Unidos responde de una manera dura, suspende la entrada humanitaria y establece que a los haitianos se les va a tratar como a cualquier otro flujo migratorio y al presentarse a la garita son detenidos para posteriormente ser deportados a su país”, señala Ramirez.

Mientras, en Tijuana, los haitianos albergan la ilusión de hacer realidad su sueño, sin saber que su futuro será un cuarto frío en alguna ciudad de EU, en tanto regresan a la devastación y la pobreza que hay en la isla de la que la mayoría salió hace más de cinco años en busca de mejores oportunidades.

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