La educación para adultos está impregnada de amistad y compañerismo

María Cristina  y Rodolfo  han dedicado su vida a la enseñanza de jóvenes y adultos

El quehacer educativo de jóvenes y adultos está impregnado de amistad, compañerismo y confianza, quienes estudian y colaboran en la enseñanza  comparten experiencias de vida, anhelos y conocimientos, tanto académicos como empíricos.

La convivencia diaria genera cariño y compromiso de mejorar los niveles educativos de las familias oaxaqueñas. Por ejemplo, en los círculos de estudio, coordinaciones de zona y oficinas centrales del Instituto Estatal de Educación para Adultos, hay historias de amistad y apoyo mutuo, que fortalecen sus lazos afectivos en la labor educativa.

Es el caso de María Cristina  Martínez Pérez y Rodolfo Ortela Quintana, tienen 20 años de casados y su misión es contribuir a que jóvenes y adultos del municipio de Acatlán de Pérez Figueroa aprendan a leer y escribir o concluyan su educación básica.

Ella es técnico docente desde hace 24 años. Al contraer matrimonio contagió a su esposo el entusiasmo por enseñar, logrando que a los dos años de casados se incorporara como enlace microregional en la Coordinación de Zona de Tuxtepec. Ambos se apoyan en el trabajo y en las labores del hogar.

María Cristina comentó: “Hay un gran avance, inicié hace 24 años en esta actividad que me permite desarrollarme como persona, conocer cada una de las localidades, me ha tocado trabajar en varios municipios y desde hace 8 años estoy coordinando a un grupo de asesoras de Acatlán, he visto a personas que iniciaron desde alfabetización y lograron concluir la primaria y secundaria”.

Recordó la historia de una joven, que inició y terminó la secundaria en un Círculo de Estudio correspondiente a su microrregión, después de recibir su certificado continuó con el Bachillerato y ahora es uno de los mejores promedios de su clase.

Explicó que hace 20 años, entre la población existía el mito de que los documentos no eran válidos para seguir los estudios en preparatorias escolarizadas, siendo que los certificados que emite el IEEA son validados por la Secretaria de Educación Pública (SEP) y son admitidos en cualquier escuela de nivel medio superior y las universidades.

Las autoridades municipales representan un gran apoyo para incorporar a más jóvenes y adultos, así como asesores a las actividades de alfabetización, primaria y secundaria, ya que son un complemento para sacar del rezago a las comunidades.

Los apoyos de las demás dependencias públicas y organismos privados son de gran ayuda, pero sin duda la familia es fundamental tanto para quienes trabajan como los que estudian, además de que con los conocimientos de los libros que aprenden los adultos se pueden compartir con los hijos.

“A mi hija menor, nos tocó enseñarle a leer y escribir. Con el módulo La Palabra aprendió aquí en casa, apenas iba en el jardín de niños y ya sabía. Yo misma pude constatar que efectivamente con esfuerzo las personas se alfabetizan en menos de seis meses. Mi niña cuando entró a la primaria ya leía libros, yo creo que el crecer en un ambiente de educación le ayudó a desarrollarse más rápido”, relató María.

Sonriente, compartió que sus hijas conocen todo el proceso educativo y en vez de un “hola por la mañana” las típicas preguntas son: ¿Y ahora a qué adulto vas a incorporar? ¿Vas a ir a la reunión? ¿Ya viste al asesor fulano?

Como los dos trabajan fuera del hogar y conocen la trascendencia de la educación, Rodolfo es participe en las actividades domésticas, el cuidado de los hijos y el inculcarles la idea de que el estudio es la base de la superación.

“De alguna manera nuestras hijas están familiarizadas con nuestro trabajo pues desde pequeñitas las llevábamos con nosotros, conocen hasta las claves de los módulos, por lo mismo que todo el tiempo estamos hablando de libros, lo cual hace que entendamos el mismo lenguaje en familia: ellas estudiando y nosotros trabajando”, externó el enlace microregional.

Rodolfo ha visto muchas experiencias de éxito, la principal es de una persona del que después se hizo su amigo, quien tenía un puesto administrativo en una empresa, por no tener la secundaria no podía ascender. Lo invitó a estudiar y al concluir la educación básica, se incorporó al bachillerato y después a una licenciatura, ahora es contador y trabaja en la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

Expresaron que también las y los asesores adquieren conocimientos y se preparan para atender mejor a sus estudiantes, ya que se van formando en la práctica, los cursos de formación o al ingresar a alguna carrera universitaria. Aplican métodos de enseñanza para hacer más dinámico el proceso.

Función de los técnicos docentes y enlaces microregionales

Los técnicos docentes y enlaces microregionales cumplen un papel fundamental en el proceso educativo de jóvenes y adultos, en la promoción de los servicios, ya que son los responsables de reclutar asesores, aplicadores y hacer las gestiones con los encargados de los programas sociales y las autoridades municipales para brindar educación básica y con ello mejorar la calidad de vida de la población a la que se atiende, con empatía, vocación de servicio y respeto.

Por su cercanía con la gente conocen las problemáticas de cada una de las localidades que visitan, los servicios públicos con los que cuentan y de los que carecen. Para lograr la incorporación tanto en alfabetización, primaria y secundaria. Es necesario ir de casa en casa tocando puertas para preguntar con sencillez y tacto el nivel educativo de los miembros de la familia, para luego ofrecer una oportunidad de crecimiento.

La participación del técnico docente se centra en abastecer a asesoras y asesores, del material educativo (libros, lápices, cuadernos, calculadora, goma, sacapuntas y revistas) que luego serán entregados a los educandos, así como recabar la documentación para incorporar y certificar, además de estar pendientes del avance y aplicación de exámenes.