¡Justicia, no venganza! Si matan a Tenorio tendrán que matar a Arnaud

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Por Alfredo Martínez de Aguilar.

Guardadas las debidas proporciones, ayer circuló en las redes sociales el por ahora “borregazo” de la ejecución, que no simple asesinato, del ex secretario de Salud y ex director de los Servicios de Salud de Oaxaca, Germán de Jesús Tenorio Vasconcelos.
Se trata de una especie de crónica de una muerte anunciada para crear el ambiente propicio que coberture callar para siempre a quien, necesaria y obligadamente, tiene información sobre la tortura y ejecución en su hogar de Rafael Pérez Gavilán Escalante.
Los autores intelectuales y materiales de la ejecución del ex subdirector de Administración y Finanzas de la Secretaría y de los Servicios de Salud de Oaxaca cometen un grave error de cálculo, si ejecutan a Tenorio tendrán que matar, también, a Enrique Arnaud Viñas.
Porque con la anuencia del gobernador Gabino Cué Monteagudo, el secretario de Planeación y Finanzas, comisionó a Rafael Pérez Gavilán Escalante como subdirector de Administración y Finanzas de la Secretaría y de los Servicios de Salud de Oaxaca.
El objetivo, no era otro, que el que llevó a la tumba a éste último, intentar combatir o por lo menos acotar la escandalosa corrupción de la Secretaría y de los Servicios de Salud de Oaxaca que, según fuentes del Gobierno federal, superan los 5 mil millones de pesos.
Antes de su tortura y ejecución de nueve disparos calibre 9 milímetros en su propio hogar, en el Fraccionamiento Lomas de Sierra Juárez, Rafael Pérez Gavilán insistió reiteradamente hasta convencer a su amigo-hermano Enrique Arnaud, que le llevara con el gobernador Gabino Cué.
Al final, después de mostrar las pruebas documentadas del asqueroso saqueo en la Secretaría y los Servicios de Salud de Oaxaca, el secretario de Planeación y Finanzas llevó a a su amigo-hermano Rafael Pérez Gavilán con el gobernador Gabino Cué para denunciar la corrupción.
No obstante, humano al fin, falible y limitado, indignado con justa razón, Rafael Pérez Gavilán Escalante cometió el mismo error que otros destacados políticos mexicanos, amenazó con meter a la cárcel al principal operador financiero de la escandalosa corrupción en Oaxaca.
Imperdonable error que llevó a la tumba a dichos políticos nacionales y que llevó a la tumba al propio ex subdirector de Administración y Finanzas de la Secretaría y de los Servicios de Salud de Oaxaca, Rafael Pérez Gavilán Escalante, quien desde su tumba clama justicia, no venganza.
Un día después de su muerte, Rafael Pérez Gavilán convocaría a una conferencia de prensa a los diversos medios de comunicación para denunciar con nombres, pelos y señales, a los responsables intelectuales y materiales del saqueo en el sector salud. Ya no pudo hacerlo.
Nobleza obliga. Escribo esta columna no para balconear y mucho menos para exponer la integridad física y la vida de Celso Enrique Arnaud Viñas. Lo hago para salvar la vida a Germán de Jesús Tenorio Vasconcelos, a fin que responda ante la justicia por sus raterías.
Educado en la vieja escuela del honor, lo hago por gratitud a la vida que nos dio la oportunidad de conocernos y ser compañeros de los dos, quizás no amigos, en el glorioso Instituto Carlos Gracida, durante los estudios de Secundaria y Preparatoria con los sacerdotes escolapios.
Y en el caso particular de Germán de Jesús Tenorio Vasconcelos porque convivimos y compartimos, por ejemplo, acudir en motocicleta a San Andrés Chicahuaxtla, Juxtlahuaca, en el Programa de Misiones para apoyar a los indígenas triquis. Hasta como adversario soy leal.
Sabedor del ‘modus operandi’ de la delincuencia organizada de ‘cuello blanco’, temo que el ex secretario de Salud y ex director de los Servicios de Salud de Oaxaca, Germán de Jesús Tenorio Vasconcelos, haya sido sentenciado a muerte para callarle para siempre. La mafia no perdona.
En un ejercicio de creación de escenarios futuros, es probable que el amante de los aviones y de las motocicletas BMW de lujo haya amenazado a sus presuntos cómplices con abrir la boca y denunciarles para negociar impunidad, y que esta situación obligue a matarle.
Sin embargo, los autores intelectuales y materiales de la ejecución, previa tortura, de Rafael Pérez Gavilán Escalante no ignoran que su amigo-hermano Celso Enrique Arnaud Viñas, secretario de Planeación y Finanzas, conoce bien a bien la identidad de los primeros.
Arnaud Viñas y el propio gobernador Gabino Cué Monteagudo tienen la oportunidad de lograr que se haga justicia por al artero asesinato de Rafael Pérez Gavilán Escalante, en caso contrario, la historia y su conciencia se lo echarán en cara más temprano que tarde.
En lo personal pretendo salvar mi responsabilidad histórica y social contribuyendo a que se haga justicia y que el largo brazo de la Ley alcance a Germán de Jesús Tenorio Vasconcelos, así como a los autores intelectuales y materiales de la ejecución de Rafael Pérez Gavilán Escalante.
Estoy obligado a evitar que maten a Germán Tenorio Vasconcelos por eterno agradecimiento a su cuñado Mario Cruz Escamiroza, hermano de su esposa Miriam, compañero consejero y presidente de Coparmex, quien demostró su amistad acompañándome en el sepelio de mi madre, doña Irene.
Los indígenas educados en el honor, el respeto y el servicio a los demás, jamás olvidamos un favor, pero tampoco perdonamos un agravio. Pedimos a Dios y a la vida, con la paciencia del profeta Job, la oportunidad de ver pasar el cadáver de nuestros enemigos frente a nuestros hogares.
alfredo_daguilar@hotmail.com
director@revista-mujeres.com
@efektoaguila

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