Irreflexiva y torpe la idea de sellar la frontera sur de México: Alejandro Solalinde

ultimanueva13723Rechaza la medida del gobierno federal para evitar que los centroamericanos sigan utilizando la única vía para trasladarse masivamente al norte del País en su intento por cruzar la frontera en busca de mejores condiciones de vida.

Ignacio Martínez Platas

Agenciajm.com.mx

Jueves 17 de julio de 2014

Oaxaca, Oax.-   El Coordinador del Albergue “Hermanos en el Camino”, sacerdote Alejandro Solalinde Guerra, calificó de “irreflexivas y torpes”, las ideas tomadas desde el escritorio, por quienes ordenaron “sellar” la frontera sur de la República Mexicana para evitar el ingreso de centroamericanos indocumentados al País.

El sacerdote condenó el anuncio hecho hace unos días por el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, a quien dijo, es una miopía de este gobierno, para quien es más fácil detener o atajar a los indocumentados, a buscar una solución más correcta y de fondo desde sus lugares de origen y no paliativos.

Puntualizó,  que México tiene que hacer algo con los indocumentados que ya están aquí y van a seguir llegando, y si Estados Unidos sella su frontera, como lo está haciendo México que también quiere cerrar su frontera sur, estaría provocando un embotellamiento de personas, “es como una botella cerrada que va a estar dando vueltas y más vueltas”, comentó.

Recordó que en el 2007, el huracán Stan destruyó 34 puentes, levantó tramos de vías muy grandes, enseguida vino un cambio de la empresa concesionada “Chiapas-Mayab” y después llegó la empresa Ferro Sur a hacerse cargo de ésta ruta ferroviaria y en ese inter el servicio del tren de carga quedó suspendido durante un mes y medio.

En ese lapso, en que no hubo tren, ni puentes, los indocumentados tuvieron que caminar más de 200 kilómetros de Ciudad Hidalgo a Arriaga y otra distancia casi igual de Arriaga a Ciudad Ixtepec, lo que generó una mayor inseguridad para miles de centroamericanos que sufrieron la más alta incidencia de asaltos, violaciones sexuales, atropellos en sus derechos humanos, en suma, la inseguridad en la ruta migratoria se incrementó alarmantemente, dijo Solalinde Guerra.

En ese tiempo, explicó, los “ilegales” llegaban al albergue con los pies destrozados, pero llegaban, nada los detuvo y nada los detendrá, por eso reiteró, es una miopía de este gobierno tratar de detenerlos o atajarlos.

El también Premio Nacional de los Derechos Humanos 2012, rechazó la medida que pretende imponer el gobierno federal para evitar que los centroamericanos sigan utilizando la única vía para trasladarse masivamente al norte del País en su intento por cruzar la frontera en busca de mejores condiciones de vida.

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