HAGAMOS DEL CONFLICTO UN PARTEAGUAS PARA SALIR FORTALECIDOS: MARTÍN VÁSQUEZ

 Comunicado.

La serie de hechos lamentables como los de Mitla y la toma de las oficinas de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, más los bloqueos en distintos puntos del estado nos deben servir para un ejercicio de reflexión colectiva sobre los costos de la confrontación fratricida y la ineficacia política, expresó en entrevista el diputado federal Martín Vásquez Villanueva.

No basta con llamar al diálogo, señaló enérgico el legislador, quien precisó la importancia de revisar el horizonte hacia dónde queremos llegar y el futuro que queremos construir.

Y advirtió que de seguir inmersos en el cortoplacismos de la lucha por parcelas de poder y en una operación política sin agenda preventiva que inhiba los conflictos, que únicamente responda de manera reactiva y cuando los costos ya se han elevado, Oaxaca perderá la oportunidad de alcanzar el desarrollo y cortar la distnacia de la desigualdad.

Vásquez Villanuevo sostuvo que lo que está en juego es la educación de la niñez,, y la vigencia del Estado de Derecho, la validez de la política como instrumento para conciliar diferencias y sumar fuerzas en la diversidad cultural.

Por ello señaló que los últimos acontecimientos, marcados por la agudización de las diferencias y la ruptura de los códigos de civilidad política, obligan a hacer un alto en el camino para reflexionar sobre la necesidad de privilegiar los objetivos de largo plazo, la construcción de un proyecto común que no signifique la negación recíproca, la descalificación de unos a otros, sino la conquista de mejores condiciones de vida para toda la población.

“El desahogo de las diferencias sindicales internas es válido y legítimo,  siempre y cuando no se lesionen los derechos de terceros. Hoy es preciso pensar en los demás, en el interés general, un interés que muchas veces rebasa y no necesariamente contraviene al interés gremial”, agregó el diputado.

Vásquez Villanueva afirmó que “hoy más que nunca es necesario abrir canales de diálogo, pero un diálogo fecundo que construya fórmulas de solución colectivas, sin vencedores ni vencidos. Hay que revisar por eso también la capacidad de los funcionarios del gobierno para auspiciar este diálogo amplio y sin agendas cortoplacistas, que parta de la pregunta: “qué queremos para Oaxaca”.

Que este espiral de eventos que amenazan con desbordarse, y que exige generosidad y altura  de todas las partes,  sea  un parteaguas para unificarnos en lo esencial y no un escenario para medir fuerzas, pues en la confrontación política, conurbada con la confrontación física, quien pierde es Oaxaca, concluyó Martín Vásquez Villanueva.

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