Ganará Alejandro como lo hizo Gabino, con apoyo presidencial

DETRÁS DE LA NOTICIA

Alfredo Martínez de Aguilar

 

Sin el abierto y decidido apoyo del segundo presidente panista Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, jamás Gabino Cué Monteagudo hubiera sido gobernador de la primera alternancia política al derrotar al PRI en Oaxaca.

De poco hubiera servido el apoyo en su campaña del Mesías Tropical Manuel Andrés López Obrador (MALO), así como el apoyo con el envío de mapaches electorales y financiamiento de la Maestra Elba Esther Gordillo Morales.

Y es que, a la luz de la terca realidad que finalmente termina por imponerse, a querer o no, guste o no, la decisión de apoyo del presidente en turno, panista o priista, no sólo es decisivo, sino definitorio y definitivo.

En tales condiciones, desde ya podemos adelantar que de igual manera, Alejandro Murat, (pre) candidato del PRI a la gobernación de Oaxaca, tiene asegurado el triunfo en las elecciones del próximo 5 de junio, fortalecido por su perfil ganador.

La razón simple y sencilla es la misma que llevó a Gabino Cué Monteagudo a derrotar al entonces delfín, hoy tiburón, del entonces gobernador Ulises Ruiz Ortiz: el total apoyo del hoy presidente Enrique Peña Nieto.

DETRAS-ALEJANDRO-GABINOBaste recordar que fue el único aspirante al que el jefe máximo del PRI autorizó a renunciar como director del Infonavit, lo que no ocurrió con nuestro otro paisano Héctor Pablo Ramírez Puga Leyva, director de Liconsa.

Además, Alejandro no tiene ningún problema de inelegibilidad, pues en defensa de nuestro dicho, es necesario subrayar que el presidente Enrique Peña Nieto no iba a exponerse a perder Oaxaca al ser impugnado legalmente.

Al triunfo de Murat contribuirá en gran medida la debacle en el PRD y, por tanto, en la coalición con el PAN y PT por la guerra a muerte entre Pepetoño Estefan Garfias y Benjamín Robles Montoya, a raíz de la traición a Gabino Cué e inminente rebelión de éste último.

Polarizadas públicamente al extremo las posiciones grupales, no hay la menor posibilidad de lograr la unidad en el proceso de selección interno del candidato del PRD a gobernador de Oaxaca. Uno y otro van por todo en una estrategia de suma cero: conmigo o contra mí.

La postulación de José Antonio Estefan Garfias como candidato de la coalición de izquierda por el Consejo Estatal Electivo del PRD obligará a Benjamín Robles Montoya a buscar otras opciones y a jugar las contras a Pepetoño.

En contrapartida, Alejandro Murat capitaliza la pugna y graves errores de sus adversarios con una acertada (pre) campaña que marca un claro deslinde con la controvertida trayectoria de su padre, José Murat.

Salvo su mejor opinión, es una actitud y decisión congruente con sus reiteradas declaraciones que respeta y reconoce a su padre y que éste ya tuvo su oportunidad con aciertos y yerros, pero él es Alejandro, no Pepe Murat.

Algunos politólogos y observadores políticos coinciden con algunos otros militantes y simpatizantes del PRI que la polémica (pre) campaña de Alejandro Murat a gobernador de Oaxaca debe ser urgentemente reorientada.

Diseñada por la no menos controvertida Gisela Rubach, directora general de la empresa Consultores y Marketing Político, en su opinión, el mensaje de la (pre) campaña deja mucho qué desear.

Contrariamente a lo que unos y otros creen, a nuestro juicio, la campaña es acertada y en vías de probar su éxito, en virtud que, de entrada, obliga a expertos y a profanos a observar sus polémicas propuestas.

Para empezar, el hecho que los promocionales, a través de espectaculares del (pre) candidato del PRI  a la gobernación de Oaxaca sólo aparezcan con su nombre sin apellidos, obliga a pensar por qué de esta decisión.

Aun cuando en estricto sentido los negativos de su padre, José Murat, no son tantos y sí semejantes a los de todos los gobernadores, lo importante del mensaje es que marca un claro mensaje de deslinde.

Claro que la imagen de Alejandro Murat, se puede eficientar en los promocionales de la (pre) campaña con el logotipo más grande del PRI, ya que su partido se encuentra bien posicionado en el electorado.

El PRI es el único partido que mantiene un voto duro mayoritario que aun cuando ha venido a menos por sus traiciones, derivadas de sus pugnas internas, supera con mucho al voto duro de los demás partidos.

 

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