Fiesta y tradición en Arrazola: el carnaval que une historia y alegría
San Antonio Arrazola, cuna de los alebrijes, se llenó de color, música y tradición con la celebración de su carnaval, una festividad que mezcla lo religioso y lo místico en un recorrido por sus calles

COMUNICADO
Santa Cruz Xoxocotlán, Oaxaca, 05 de marzo de 2025.- Al ritmo de la chirimía y el tambor, entre el estruendo de la cohetería y el místico sonido del caracol, el carnaval de Arrazola se desplegó en todo su esplendor. Más que una fiesta, esta celebración es un acto de resistencia cultural, una evocación del pasado que cobra vida en las calles de esta agencia municipal de Santa Cruz Xoxocotlán.
Desde temprano, la comunidad se volcó en la preparación de un evento que, año con año, reafirma la identidad de sus habitantes. Hombres y mujeres, cubiertos con máscaras talladas en copal, cuernos de toro y fibras de ixtle, adoptaron los roles de Rungos, Diablos y Nahuales. Sus danzas, cargadas de simbolismo, recorrieron la población en un ritual que antecede al Miércoles de Ceniza, como un recordatorio de la transición entre el desenfreno y la penitencia.
La presidenta municipal de Santa Cruz Xoxocotlán, Nancy Benítez Zárate, se sumó a la celebración, resaltando la importancia de preservar las tradiciones, “nos encontramos en Arrazola, Xoxo, una agencia muy bonita, aquí hacen las artesanías, los alebrijes. Hoy es el carnaval aquí. Año con año se hace este carnaval, sobre todo para las ciudadanas y ciudadanos que viven aquí”, expresó ante la comunidad reunida.
Benítez Zárate reconoció el esfuerzo de los habitantes por mantener vivas sus costumbres y destacó la herencia histórica de la población, “es muy importante recuperar las tradiciones y las costumbres de Arrazola. Les felicitamos por conservar estas tradiciones y preservar nuestras costumbres. Nosotros traemos historia porque somos descendientes de los habitantes de Monte Albán”.
El recorrido inició con la recepción de las autoridades, Rungos y Diablos en la agencia municipal, para luego dirigirse a la casa del padrino de la comida de carnaval. El ritual de petición de permiso se llevó a cabo en La Cruz, un punto clave donde la comunidad se congregó antes de liberar la algarabía por todas las calles de la población.
El carnaval culminó con la premiación de las máscaras más destacadas y una última jornada de baile, donde las personas asistentes disfrutaron de la música en vivo. La esencia de Arrazola quedó una vez más plasmada en una tradición que se niega a desaparecer, en un carnaval que no solo es fiesta, sino un símbolo de la historia y resistencia de su gente.