En plenitud vive Sección 22 la Guelaguetza popular magisterial

_MG_0583Fiesta de etnias se desarrolla sin incidentes.

Ignacio Martínez Platas.

Agenciajm.com.mx.

Lunes 21 de julio de 2014.

Oaxaca, Oax.- Alrededor de las 17.00 horas de este lunes, culminó sin incidentes la novena Guelaguetza Popular Magisterial, que tuvo una duración de casi nueve horas,  con la participación de delegaciones auténticas de las ocho regiones del estado.

Presidida por los dirigentes de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Rubén Núñez Ginez y Francisco Manuel Villalobos Ricárdez, así como del pleno de la Comisión Política, coordinadores sectoriales y regionales, la Guelaguetza Popular Magisterial cumplió su cometido y mostró parte de las tradiciones y costumbres de los pueblos de Oaxaca.

La fiesta folklórica de la “dignidad y de la resistencia”, abrió con las Chinas Oaxaqueñas de Ayoquezco de Aldama y continuó con las delegaciones de Teotitlán de Flores Magón y Huautla de Jiménez, con la “Tortolita”,  los sones mazatecos: Flor de Naranjo, Anillo de Oro, Flor de Piña y Flor de Liz.

 

Con la participación obvia de autoridades municipales de extracción perredista, así como de las coordinaciones regionales de la Sección 22 del SNTE, la Guelaguetza magisterial logró el objetivo, gracias a la colaboración de los presidentes municipales de San Pedro Pochutla, Santiago Juxtlahuaca, Juchitán de Zaragoza, Ciudad Ixtepec, Pinotepa Nacional, Valle Nacional y San Miguel Panixtlahuaca-

 

Así  también, participaron las delegaciones de Putla Villa de Guerrero, Loma Bonita, Matías Romero, San Juan Bautista Analco, Miahuatlán de Porfirio Díaz, Nochixtlán y Zaachila, entre otros.

 

La fiesta plena de algarabía, música y de trajes multicolores, cautivó a miles de oaxaqueños, turistas y sobre todo, vecinos de las colonias y agencias municipales del sector poniente de la ciudad, quienes corearon las nostálgicas notas de la Canción Mixteca.

 

Mientras que los alegres sones de la Costa hicieron ponerse de pie a los asistentes para ovacionar los picarescos versos y aplaudir el ritmo del zapateado.

 

Por momentos, los organizadores y profesores asistentes, olvidaron sus belicosas consignas e incendiarios discursos, así como las marchas,  para vivir en plenitud las tradiciones y costumbres de cada uno de los grupos étnicos de las ocho  regiones del estado.

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