El aguijón de Pedro Matías

matiasarrazolaPor Horacio Corro Espinosa

Es frecuente que el aguijón del desaliento obligue a cuestionar la eficacia del oficio del periodista.

Después de que el periodista escribe y pública, viene la angustia que provoca el misterio del encuentro con el lector. Cada vez que el informador se dispone a escribir, coloca nombres y hechos bajo la luz de los reflectores: acusa, critica, censura ―y rara vez elogia― y si en su oficio es honesto, debe aplicar la misma vara de justicia que con los demás aplica.

Cada periodista tiene un rasgo distintivo, y éste, es como la huella de su persona. Podemos leer una nota, un artículo sin que lleve el nombre del autor, pero por su forma de escribir podemos decir de quién es la pisada, si de tal o cuál periodista.

Los que nos dedicamos escribir siempre buscamos impactar la opinión ajena. A los mensajes se les pone consistencia para impedir que los vientos lo consuman. Se cuida con toda devoción que la semilla encuentre abrigo en tierra fértil y sean recogidos y se multipliquen los frutos del árbol.

Es un propósito ambicioso, pero al menos se pretende construir algo como una casa que a todos les dé cobijo, protección o nido. Una frase estimulante puede deslizar a un encuentro casual, o puede ser como una carta que llega con dificultad a una dirección ignorada. Pero lo que ningún periodista quiere, es quedarse en la penumbra del monólogo.

Supongo que así es como trabaja Pedro Matías Arrazola, corresponsal de la revista Proceso en Oaxaca, quien ha sido amenazado en su cuenta de twitter desde el día 22 julio.

Pedro Matías Arrazola, supone que estas agresiones contra su persona y su familia, se desprendan de una nota que publicó en el portal Página3 referente a la visita de la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles Berlanga.

Sospecho que todo lo que escribe Matías Arrazola, tiene un encuentro seguro con cientos de lectores, y esto ha de pesar mucho para Héctor Pablo Ramírez Puga Leyva, quien se sintió descubierto ante la pluma del periodista.

El aguijón de Pedro, es tan cortante que Héctor Pablo, tuvo que poner a trabajar a gente sin escrúpulos para ofender por todos los medios hasta a la familia del periodista.

Si las agresiones que no vienen del Director General de Liconsa, entonces ¿por qué no ha desmentido a Pedro? ¿O será que Rosario Robles Berlanga, le dio un jalón de orejas a este señor para que se quede sosiego?

Definitivamente el aguijón se impuso sobre la vanidad. Bastó un solo artículo en un medio local para que el coro de la adulación quedara opacado primero, por la nula relación que hay entre Robles Berlanga y “Héctor Ramírez”; y segundo, porque el multiagredido y perseguido periodista Matías Arrazola, supo despellejar las intenciones que tiene sobre Oaxaca, el hoy Director General de Liconsa, para dentro de tres años.

Si con tanta saña y tanta rabia se ataca desde el anonimato a este periodista, sólo por dar a conocer el fallido inicio de campaña de Héctor Pablo rumbo a la Gubernatura, quiere decir que no sólo el ataque es para Pedro Matías, sino para la entidad oaxaqueña.

 

Twitter: @horaciocorro
horaciocorro@yahoo.com.mx

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