El “Fofo” se queda en la cárcel; “hay precio por mi cabeza” y llora

Rodolfo 'N' fue arrestado el mismo día en que se dio a conocer el video de las agresiones.

MILENIO

Cuando escuchó que la jueza lo vinculó a proceso por tentativa de feminicidio y que deberá seguir recluido en el penal de Barrientos, Rodolfo ‘N’, un bully de 26 años que se hace llamar ‘El Fofo’, se soltó a llorar y dijo: “No quiero morir en la cárcel, ya hay un precio por mi cabeza; me han golpeado, tengo golpes en todo mi cuerpo”.

Acto seguido, desde la vitrina de seguridad, se levantó la playera color naranja que vestía y mostró los presuntos golpes en su espalda. Edith, la víctima, estuvo presente en la audiencia; tomó la decisión con prudencia: sabe que el grupo de abogados del acusado apelará.

Durante la audiencia, realizada en la 9 sala del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México, la jueza reconstruyó la agresión a puñetazos y a patadas que le propinó Rodolfo a Edith, mientras ésta intentaba estacionarse en un centro comercial de Naucalpan, el pasado 22 de febrero. La jueza también explicó cada una de las pruebas y peritajes expuestos por la Ministerio Público y por la defensa.

Por lo mismo, la jueza rechazó que su decisión haya sido tomada por “la avalancha mediática”, como acusó Erick Rauda, uno de los tres abogados que estuvieron presentes hoy con Rodolfo, quien se dice influencer. “Fue violencia de género y no un simple altercado vial”, dijo la jueza. “Puso en peligro la vida de una mujer de 52 años”.

Rodolfo intentó tres veces interrumpir a la jueza, pero ésta le dio la palabra hasta el final, cuando ya estaba el veredicto. Llorando, el acusado fue soltando frases: “Llevo tres días en un área de seguridad”. “Preferiría estar en una silla eléctrica, y que ahí acabara mi vida, a estar aquí adentro”. “Estar en la cárcel es lo peor que le pueden hacer a un ser humano”.

En su melodramático sketch, aclaró que no tiene “ningún trastorno de odio hacia más mujeres”, como se ha dicho en las redes y en la prensa. “Si quieren me puedo hincar y que las mujeres que están aquí me pateen”, dijo frente a su madre, su novia y la suegra. También declaró que “jamás le quitaría la vida a una persona” y que lo que hizo “estuvo mal”.

Una vez que terminó, le pidió a la jueza permiso para abrazar a su madre. La jueza no se lo concedió, pero ordenó a la directora del penal de Barrientos que otorgue, de manera urgente, las medidas cautelares de seguridad para el detenido. Dio un plazo de 12 horas para dar cumplimiento.

El acusado permanecerá al menos mes y medio más en el Centro Penitenciario y de Reinserción Social de Tlalnepantla, mientras se agota la investigación.

En la audiencia del pasado 9 de abril, la fiscalía mostró testimonios que acusan que Rodolfo arremetió contra las personas que trataron de defender a la víctima. Les dijo: “¿por qué defienden a esta anciana pendeja?”. La defensa ha utilizado estos dichos para probar que la intención de Rodolfo era matar a Edith y que, si se detuvo, fue por la intervención de testigos.

Rodolfo fue arrestado el 4 de abril pasado, el mismo día en que se dio a conocer el video en las redes. En la fotografía que circuló de su arresto, el joven sonríe como si estuviera vendiendo pastas dentales. Eso molestó a la opinión pública. Tanto que nadie se quejó de que en Tijuana le dejaran a Rodolfo un narcomensaje, junto a una cabeza. “¡No vuelvas a tocar a una mujer!”, le advirtieron.

Tampoco a nadie parece importarle que Viral Fight —una organización de artes marciales mixtas— le haya retirado el título de campeón que obtuvo en diciembre de 2023, al vencer a VladK Ruso en el Stage Show Center, en Guadalajara.

El chico que se creía dios ahora está en su propio infierno.

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