Él es ‘El Contador’, sobrino de Osiel Cárdenas Guillén que evadió prisión en México y que la FGR busca extraditar

Ser aprehendidos o morir durante algún enfrentamiento armado es el destino que muchos integrantes de la delincuencia organizada asumen desde el momento en el que deciden iniciar su carrera delictiva. Si bien ambas posibilidades siempre están latentes, existe una más que se ha convertido en su peor pesadilla: la extradición.

De acuerdo con información del Departamento de Derecho Internacional de la Administración para el Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés), la extradición figura como una herramienta que fortalece la lucha contra el delito a escala internacional, de modo que se ha convertido también en un ejemplo de la colaboración bilateral que México y Estados Unidos tienen en el combate al tráfico de drogas que ha aquejado a ambas naciones a lo largo de décadas.

En contraparte, para los miembros de la delincuencia organizada en México ser juzgado en el país de las barras y las estrellas supone un proceso que buscan evitar a toda costa pues, además de ser enviados a centros penitenciarios de máxima seguridad -lejos de su lugar de origen y familia-, al enfrentar a la justicia estadunidense los procesados también se despiden de las redes de corrupción que tejieron en el sistema mexicano y que les han permitido operar con plena impunidad.

Aunque existen casos de éxito como el de Joaquín El Chapo Guzmán, autoridades del país azteca continúan manteniendo bajo custodia a importantes cabecillas de distintos grupos delictivos que cuentan con acusaciones en Estados Unidos pero que emprendieron una ardua batalla legal que les ha permitido frenar su extradición tal y como es el caso de José Alfredo Cárdenas Martínez, un peligroso líder del Cártel del Golfo.

La lucha por la extradición de ‘El Contador’

Los pasos que Osiel Cárdenas Guillén dio para llegar a encabezar al Cártel del Golfo fueron observados de cerca y seguidos por un miembro de su propia familia: su sobrino.

Mejor conocido como El Contador, autoridades mexicanas y estadunidenses ubicaron a José Alfredo Cárdenas Martínez como el líder de Los Ciclones, una facción del Cártel del Golfo cuya base de operaciones se concentró en Matamoros, Tamaulipas.

Tras una serie de episodios violentos registrados en el estado fronterizo, el apellido Cárdenas volvió a colocarse en el radar de autoridades locales y federales, sin embargo y pese a que ya había sido detenido por primera vez en 2004, sus esfuerzos por mantener en prisión al líder criminal resultaron insuficientes.

En febrero de 2018, a través de un comunicado la Secretaría de Marina (Semar) informó que El Contador había sido detenido en Matamoros por presuntamente realizar actividades ilícitas. El operativo se desplegó luego de que los marinos tuvieran conocimiento de la ubicación de un domicilio en donde había personas armadas.

Aunque Cárdenas Martínez ingresó al Penal del Altiplano en el Estado de México, su proceso penal se frenó luego de que sus abogados alegaran una violación al debido proceso al comprobar que su representado fue detenido en su domicilio y no en un vehículo como lo reportó la Semar en un inicio.

El Contador fue puesto en libertad hasta marzo de 2019 cuando fue reaprehendido en San Luis Potosí y trasladado al Centro Federal de Readaptación Social (CEFERESO) No. 14 en Gómez Palacio, Durango.

Para sorpresa de muchos -o no tanta- en aquella ocasión las autoridades tampoco lograron mantenerlo en prisión pues en octubre de 2020 un juez determinó no vincularlo a proceso y dejarlo en libertad.

No fue sino hasta marzo de 2022 cuando el gabinete de seguridad del Gobierno de México informó que José Alfredo Cárdenas Martínez fue nuevamente detenido en la Ciudad de México tras un operativo en conjunto realizado por el Ejército Mexicano, la Guardia Nacional y la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC).

Versiones extraoficiales indican que el sobrino de Osiel Cárdenas Guillén había acudido junto a sus hijas y sobrinas a un parque de diversiones ubicado al sur de la capital mexicana cuando fue ubicado y seguido por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI).

Al momento de su detención El Contador llevaba consigo un arma de fuego calibre 0.380 y 600 paquetes de presunta metanfetamina, por lo que fue puesto a disposición de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX).

Días después de su más reciente detención, Estados Unidos solicitó a México la extradición del sobrino de Osiel Cárdenas Guillén por nueve cargos en su contra que fueron plasmados en una acusación presentada en Brownsville, Texas.

Con autoridades de Estados Unidos y México cooperando, el panorama para El Contador parecía desalentador hasta que en octubre de 2023 el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal ordenó dejar sin efecto su vinculación a proceso.

Al igual que en ocasiones anteriores, los recursos legales promovidos por los abogados de José Alfredo Cárdenas Martínez buscan demostrar que su detención fue ilegal y no ocurrió como lo dieron a conocer autoridades capitalinas. Adicionalmente, trascendió que a mediados de 2023 otra jueza federal concedió a El Contador una suspensión de plano respecto a la orden de extradición que tiene vigente.

Con dichos precedentes, funcionarios federales confirmaron al periodista Rubén Mosso de MILENIO que un equipo de agentes del Ministerio Público Federal trabaja para acelerar la extradición de al menos cinco narcotraficantes que son considerados peligrosos, entre los que se encuentra José Alfredo Cárdenas Martínez.

Ante la latente posibilidad de que de nuevo recupere su libertad, la Fiscalía General de la República (FGR) busca la pronta extradición de El Contador, una medida que además contribuirá a reducir la presencia de reos de alto impacto en México, a quienes se les deben aplicar medidas especiales para evitar que se escapen o que continúen operando.

¿De qué es acusado ‘El Contador’?

En noviembre de 2010, un gran jurado federal de Brownsville, Texas emitió una acusación en contra de José Alfredo Cárdenas Martínez por varios cargos relacionados al tráfico internacional de drogas, actividades que derivan de la posición de liderazgo que asumió en una de las facciones del histórico y sanguinario Cártel del Golfo.

Las investigaciones encabezadas por la DEA dan cuenta de que El Contador se convirtió en líder del Cártel del Golfo desde 2015 tras el arresto y condena de Jorge Eduardo Costilla Sánchez, alias El Coss.

“Cárdenas Martínez está acusado de conspiración internacional para poseer con intención de distribuir metanfetamina, cocaína y fentanilo. La acusación también alega que poseía con la intención de distribuir 50 gramos o más de metanfetamina, cinco kilogramos de cocaína y 400 gramos o más de fentanilo […] Como jefe del CDG, Cárdenas Martínez supuestamente coordinó el envío de narcóticos a Estados Unidos para su venta ilegal en todo el país”, se lee en un boletín de la agencia antidrogas estadunidense.

En México, el Gabinete de Seguridad del Gobierno Federal identificó a Cárdenas Martínez como el líder de la facción Los Ciclones la cual se encarga del trasiego de grandes cantidades de drogas sintéticas a Estados Unidos.

A El Contador también se le señaló de controlar una de las redes más grandes de tráfico de migrantes, armamento, vehículos y equipo táctico con los que abastecía a células delictivas a su mando. Adicionalmente, al sobrino de Osiel Cárdenas Guillén se le relaciona con la venta ilegal de combustible.

Durante su carrera delictiva, José Alfredo Cárdenas pactó una alianza con Los Escorpiones, otra facción del Cártel del Golfo que era encabezada por José Alberto García Vilano, por lo que se especuló que él asumiría el control de la organización delictiva.

Nadie contaba con que La Kena -como también es conocido el líder del Grupo Escorpión- sería detenido el pasado 18 de enero de 2023 en las inmediaciones de un lujoso centro comercial de San Pedro Garza García, Nuevo León.

La detención de ambos líderes criminales dejaron un espacio sin llenar dentro del organigrama de su grupo delictivo, el cual puede ser ocupado por sus propios descendientes o aprovechado por otras facciones para desplazar a Los Ciclones – Escorpiones de Matamoros mientras ellos libran una ardua batalla legal para frenar su extradición a Estados Unidos.