El costo de las campañas políticas

partidosPor Horacio Corro Espinosa

Muchos creen que el acarreo de gente para las campañas políticas, se hace siempre de las colonias proletarias y bajo engaños. Pues fíjense que no, el acarreo no nada más se limita a jalar a la gente de las colonias más apartadas de la ciudad y con menos servicios. Los partidos políticos también hacen su luchita en los barrios elegantes buscando el voto catrín.

En las colonias bien o de las señoras perfumadas y copetonas, su costo por cabeza, es más alto y menos seguras que en las barriadas o en el campo, puesto que involucra gente mucho más politizada. Esto no quiere decir que la gente con más recursos económicos no sea capaz de vender su voto, aunque desde luego no será a cambio de tortas.

Una amiga mía que tiene una muy bonita casa por una de las colonias ricas de esta ciudad de Oaxaca, me platicó de las artimañas de los candidatos para conseguir el voto burgués.

Resulta que el candidato inició su campaña invitando a un numeroso grupo de vecinos a una comida en un restaurante de lujo de ese rumbo. Calcula mi amiga que se presentaron entre 150 y 200 comensales. Cada uno recibió un paquete de información y de interrogatorios sobre el voto y las elecciones, además de un plumón muy bonito para que tuvieran con que escribir sus respuestas. Todo esto venía en una carpeta de cartulina fina. Desde luego que casi todos los invitados acarrearon con su pluma, aunque olvidaron o hicieron como que olvidaron los papeles.

Después de esto podemos hacer cuentas para más o menos calcular el costo de papelería, más horas hombre de trabajo que se fueron en la preparación de cada paquete, luego el costo de cada torta que consistió en consomé, medallones de filete, pastel de chocolate, refresco y café.

Con este ejemplo se verá que el acarreo de los ricos sale barato.

Supongo que muchos candidatos y muchos funcionarios, creen que la gente de las colonias tiene mucho conocimiento político, y por lo mismo, tienen muy bien formado su criterio para votar, de ahí ese tipo de atenciones para ellos.

La verdad es que la mayoría de esa gente sabe mucho de telenovelas y de la sección de sociales, pero en fin, el costo de cada voto conseguido a través de esos medios ha de salir tan caro como el acarreo de todo un rancho.

Pero el cuento no termina aquí, como toda esa gente que fue a la gorra regularmente deja anotado su nombre y dirección, los candidatos, en agradecimiento, le envían alguna chucherías como gorra, banderolas, playeras, tangas, todo, claro, con el logotipo o la foto del generoso candidato.

Y cuando se trata de invitar a comer a la gente pobre, simplemente el candidato  no les da. Los candidatos han de pensar que esa gente está tan acostumbrada a comer sólo cuando hay, que si no les dan, no les va a afectar en nada. Es lo que pasó hace tres o cuatro días en el evento de Javier Villacaña. Cientos de mujeres acarreadas, se quedaron sin comer lo mismo que sus hijos. A ver cuando las vuelven a invitar para que le den su voto a Villacaña.

 

Twitter:@horaciocorro
horaciocorro@yahoo.com.mx

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