El arte popular ya cuenta con un nuevo espacio de estudio

Milenio
Son 14 mil objetos resguardados por el museo Franz Mayer, los cuales ya pueden ser consultados por investigadores y público en general concertando una cita.
Sección en la que se encuentran las máscaras y algunos bordados.

Ruth D. Lechuga (Viena, 1920-Ciudad de México, 2004) fue médico de profesión, con especialidad en laboratorios de análisis clínico. En 1939 llegó a México, donde desarrollaría su gran pasión: el coleccionismo de arte popular. Sus tres departamentos se convirtieron en el lugar de resguardo de sus 14 mil objetos, lo que fueron hasta el día de su muerte. Hoy, el museo Franz Mayer es el recinto que alberga dicha colección, y es el encargado de exhibir, mantener y cuidar su legado.

Durante un recorrido de prensa, la institución presentó el Centro de Estudios de Arte Popular Ruth D. Lechuga (CEAP-RDL), espacio en el interior del museo. “La fortaleza de la colección son los objetos y su información. En ficheros solo se tenían contabilizadas 11 mil piezas, pero se incrementó a 14 mil”, comentó Marta Turok, directora del centro de investigación.

Entre máscaras, fotografías, documentos y libros, el objetivo del centro es estrechar lazos con artesanos, investigadores, coleccionistas, pero sin hacer a un lado al público en general, el cual también tendrá acceso a las obras con previa cita. La antropóloga comenta que la importancia de esta colección radica en la dedicación de la coleccionista para catalogar lo adquirido; sin embargo, se encontraron con alrededor de mil 700 objetos sin ser clasificados, lo que produjo una “homogeneización de las piezas”.

La integración del centro duró aproximadamente seis años; su creación ha contado con el apoyo financiero del gobierno, que contribuyó con 9 millones de pesos, mientras que otros 8 millones fueron reunidos gracias a la venta de los departamentos de Lechuga. Finalmente, el Fideicomiso Cultural Franz Mayer también aportó otra cantidad para reunir, en total, una suma de 18 millones de pesos.

El dinero se ha invertido en compra de mobiliario especial, reparaciones del espacio arquitectónico, traslado de piezas, mantenimiento y restauración de algunas de las obras, la página web, difusión, fumigación —cuando todas las piezas se encontraban en los departamentos— y el pago del equipo de trabajo que ha laborado en la colección.

Las más de 20 ramas artesanales en la clasificación de la colección se lograron gracias al trabajo de un equipo especializado. Uno de los ideales de Ruth D. Lechuga era que el pueblo mexicano pudiera acercarse al arte popular, y de esta forma difundir y llegar a nuevos públicos, explicó Turok.

El CEAP-RDL cuenta con un espacio de 200 metros cuadrados, en los cuales los visitantes podrán consultar los anaqueles que, en la parte de enfrente y de modo visible, contarán con la información de la rama a la que pertenecen, las piezas que se encuentran y los datos
de los estados de la República en los que fueron adquiridos: “La gente podrá pasearse entre los anaqueles para investigar con base a sus necesidades de estudio o investigación”, apuntó Héctor Rivero Borrell, director del museo.

Trajinar de las piezas

Algunas de las piezas de la colección han sido parte de muestras como Mil y un rostros de México: máscaras de la colección Ruth D. Lechuga, El cuarto rosa: vida y muerte en el arte popular y Dechados de virtud, y en los encuentros de El arte del jaspe y el robozo.

“Una de las características que tiene el arte popular es que está realizado con materiales muy económicos, que en algunos casos son orgánicos”, por lo que siempre se buscará darle a la colección las mejores condiciones posibles, concluyó su discurso Héctor Rivero Borrell.

El CEAP-RDL ya está en servicio; para tener acceso hay que concertar una cita en el correo electrónico colección.ruthlechuga@franzmayer.org.mx

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