El antidemocrático.
VISIÓN POLÍTICA
POR: FERNANDO CRUZ LÓPEZ
El PRI se encuentra en una encrucijada crítica, pues la reelección de Alejandro Moreno podría proporcionar cierta continuidad en el liderazgo, pero a costa de perpetuar prácticas que han llevado al partido a su crisis actual. El desafío para el PRI hoy en día, será demostrar que puede renovarse y ofrecer una alternativa política viable en un panorama político cada vez más polarizado y dominado por Morena.
No está por demás comentar que la reelección de Alejandro Moreno como líder del PRI representa un riesgo significativo para el futuro del otrora partido invencible, pues lejos de ser una solución a los problemas que enfrenta, esta decisión podría incrementar sus dificultades, profundizar sus divisiones internas y acelerar su declive electoral.
Debo recalcar que la reelección de Alejandro “Alito” Moreno como presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI) lejos de fortalecer al partido, amenaza con acelerar su declive y podría tener consecuencias devastadoras para su futuro político.
En primer lugar, la modificación de los estatutos para permitir la reelección de Alejandro Moreno hasta por tres períodos consecutivos, lo que podría mantenerlo en el poder hasta 2032, representa una ruptura con los principios históricos del PRI. El partido que nació de la Revolución Mexicana y que hizo del principio de no reelección una de sus banderas, ahora abraza una práctica que muchos consideran antidemocrática y contraria a su esencia.
Esta fractura interna no solo debilita al PRI de cara a futuros procesos electorales, sino que también erosiona su credibilidad ante el electorado. La imagen de un partido dividido y enfocado en luchas internas difícilmente resonará con un electorado que busca alternativas políticas sólidas y unificadas.
Además, la concentración de poder en manos de Moreno, incluyendo la facultad de designar directamente a los coordinadores parlamentarios, podría llevar a una centralización excesiva de la toma de decisiones. Esto no solo limita la diversidad de voces dentro del partido, sino que también podría alienar a liderazgos locales y regionales que se sientan marginados del proceso de toma de decisiones.
No podemos perder de vista que el PRI se enfrenta ahora a la ardua tarea de demostrar su relevancia en la política mexicana contemporánea, un desafío que se ha vuelto aún más complejo con esta controvertida decisión, ante este panorama el futuro del partido dependerá de su capacidad para reconciliar sus fracturas internas, renovar su propuesta política y reconectar con un electorado cada vez más escéptico, de lo contrario, el otrora invencible podría verse reducido a cenizas y desaparecer…Sígame en X como @Visionpolitica7