Dividirá PRI-gobierno alianza PAN-PRD; apoyará a Morena
Alfredo Martínez de Aguilar
La permanencia del PRI en el poder hasta el año 2000, cuando por primera vez fue derrotado por Vicente Fox, candidato presidencial del PAN, ha sido motivo de sesudas investigaciones y análisis.
A nuestro juicio, el Partido revolucionario Institucional logró mantenerse de manera hegemónica en los Tres Poderes del Estado Mexicano, gracias a su pragmatismo y poder de movilización social.
La mayor fortaleza y ventaja del PRI sobre sus adversarios y/o enemigos partidistas ha sido, a querer o no, su enorme poder de adaptación a los cambios en México, que se dan globalmente.
El octagenario instituto político fundado por El Turco, Plutarco Elías Calles, tuvo hasta el gobierno del oaxaqueño renegado Gustavo Díaz Ordaz su principal semillero en las universidades públicas.
El permanente activismo, detonado en su escuela de cuadros, que le permitía abanderas las más sentidas causas populares y la movilidad social de los hijos del pueblo, garantizaban su fortaleza.
El pragmatismo de su gran capacidad de adaptación, se pondrá de manifiesto nuevamente en el inminente proceso electoral local a iniciar en la primera quincena del próximo mes de octubre.
Para dividir y debilitar a la alianza PAN-PRD, tejida hábilmente por el ex gobernador Diódoro Carrasco, contra toda lógica formal, el PRI apoyará al Movimiento de Regenración Nacional.
A pesar que Manuel Andrés López Obrador (MALO), es el enemigo a vencer en la madre de todas las batalles presidenciales, en julio de 2018, en 2016, el PRI le apoyará en Oaxaca contra el PRD.
Es la mejor manera de impedir que la candidatura, ya por demás cantada, de José Antonio Estefan Garfias a gobernador de la alianza PAN-PRD, derrote a quien resulte ser candidato del PRI.
La derrota del candidato del PRI a gobernador está condicionada a no equivocarse en la selección del candidato con verdadero perfil de ganador, lo que faciltará o dificultará su triunfo o fracaso.
Así como lo leen, queridos lectores, por más increíble que parezca. No olviden que en Oaxaca, convertido en laboratorio político nacional, la realidad es increíble y lo increíble se hace realidad.
Dada la amarga experiencia de la derrota infringida por el actual gobernador Gabino Cué, en 2010,y en las diputaciones federales, el PRI que regresó a Los Pinos, no quiere sorpresas desagradables.
Y para evitarlo qué mejor que promover la desbandada en el Partido de la Revolución Democrática, iniciada por Raciel Vale con el Cabildo de la Villa de Zaachila, para inflar artificialmente a Morena.
Es innegable que el Mesías Tropical tiene fuerza real en Oaxaca a grado tal que el ‘efecto Peje’ contribuyó decididamente al triunfo de Gabino Cué frente al priista Eviel Pérez Magaña.
No obstante, esa fuerza política real no es suficiente ni le alcanza por sí sola para ganar la gobernación del Estado, fenómeno que se hace extensivo a todos los demás partidos políticos.
De ahí que para ser realmente competitivos, a unos y otros les interesa sobremanera amarrar alianzas, incluso contra natura PAN-PRD, que se traduzcan en coaliciones o en alianzas de facto.
alfredo_daguilar@hotmail.com
@efektoaguila
