Del feminicidio al hallazgo de cráneos; paso a paso del Caso María José que destapó presunto asesino serial en Iztacalco

El número 18 de la calle Cerrada 16 de Septiembre ubicada en la Alcaldía Iztacalco se convirtió en el escenario de un trágico episodio que ha generado conmoción e indignación entre la población capitalina.

El edificio, de azulejos azules y ventanales, albergaba en sus departamentos a varias familias pero también a un hombre identificado por las autoridades como Miguel “N”, quien se convirtió aquella tarde en el presunto autor material del feminicidio de una joven de 17 años.

Su nombre era María José y, de acuerdo con los primeros reportes, habitaba uno de los condominios del edificio en la colonia La Cruz Coyuya junto a su madre y su hermana, quienes salieron de casa sin imaginar que esa sería la última vez que verían a la menor de edad con vida.

Paso a paso: el feminicidio de María José

La tarde del martes 16 de abril los operadores del Centro de Comando y Control (C2) de la Ciudad de México reportaron agresiones en un inmueble de la Alcaldía Iztacalco, sitio al que acudió personal de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) para atender los hechos.

A su arribo, los uniformados se entrevistaron con una vecina que les comentó que escuchó gritos de auxilio provenientes de uno de los condominios. Con autorización de la denunciante, los policías ingresaron a la propiedad y ante sus ojos se abrió la escena de una mujer sobre uno de los descansos de las escaleras con manchas de sangre en el rostro.

La mujer, que contaba con lesiones en el cuello y el torso, fue identificada como Cassandra y, de acuerdo con el comunicado emitido por la SSC, en ese momento les relató a los oficiales que cuando llegó a su departamento se percató que un sujeto agredía a su hija de 17 años por lo que, al tratar de defenderla, el hombre la agredió con un cuchillo.

Testimonios de los vecinos recabados por TELEDIARIO apuntaron a que el agresor era conocido por la familia de la víctima, pues habitaba el condominio del piso de arriba. Aquella tarde, la madre de la menor salió de su domicilio, situación que Miguel “N” aprovechó para ingresar presuntamente con llaves que poseía del departamento donde habitaban María José y su familia.

Una vez dentro del inmueble, el hombre de 39 años de edad supuestamente abusó sexualmente de la adolescente para posteriormente herirla hasta provocarle la muerte. 

Al percatarse del ataque a su hija, Cassandra intentó detener al presunto agresor, quien en su afán de escapar también la lesionó con un cuchillo e intentó huir a los pisos de arriba del edificio.

“(Los policías de la SSC) dieron alcance y detuvieron al hombre de 39 años de edad, a quien luego de una revisión preventiva, realizada en apego a los protocolos de actuación policial, le aseguraron un arma punzocortante“, indica el comunicado emitido por la dependencia que encabeza el secretario Pablo Vázquez Camacho.

Paramédicos arribaron al inmueble de la Alcaldía Iztacalco para brindar atención a las víctimas, sin embargo, en el caso de María José únicamente pudieron constatar que la adolescente ya no contaba con signos vitales. Su madre Cassandra fue trasladada hasta un hospital capitalino y, hasta el momento en el que se escribe esta nota, su estado se reporta como delicado.

La doble vida de Miguel “N”

Tras su detención, Miguel “N” fue puesto a disposición de un agente del Ministerio Público junto con el arma punzocortante que le fue asegurada. A el hombre de 39 años se le señala de ser el presunto feminicida de María José, además de que en la carpeta de investigación también se agregó el delito de tentativa de feminicidio por las lesiones que le habría generado a la madre de la menor de edad.

Con dichos precedentes, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ CDMX) comenzó averiguaciones que poco a poco han ido arrojando información sobre aquel misterioso hombre que habitaba en el edificio de la Alcaldía Iztacalco.

Una revisión realizada en las redes sociales de Miguel “N” permitieron a las autoridades conocer que se trata de un hombre que egresó del Instituto Politécnico Nacional (IPN), específicamente de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas.

Químico farmacobiólogo de profesión y trabajador de un laboratorio, los vecinos describieron al presunto feminicida como una persona introvertida que había vivido durante ocho años en el inmueble donde ocurrieron los hechos. Practicaba teatro independiente, se presume que era vegano y llegó a participar en manifestaciones en contra del maltrato animal según fotografías que comenzaron a circular en plataformas digitales.

Miguel “N” habla tres idiomas, además de que solía viajar con frecuencia a destinos nacionales como Querétaro, Tijuana y el Estado de México pero también al extranjero, tal y como confirman fotografías del hombre en Japón.

Aquellas características hicieron que el hombre de 39 años se mantuviera lejos del radar de las autoridades y de cualquier tipo de sospechas que lo involucraran en actividades delictivas, no obstante, ocultaba una oscura faceta que se escondía detrás de la puerta de su departamento.

Y es que, tras los hechos ocurridos la tarde del 16 de abril, agentes de la Policía de Investigación (PDI) cumplimentaron una orden de cateo en el condominio que habitaba el químico farmacobiólogo en donde, para su sorpresa, localizaron cráneos humanos, sustancias químicas y múltiples identificaciones de mujeres.

De acuerdo con información difundida por el periodista Antonio Nieto, en el departamento también fueron localizados restos humanos en el refrigerador, además de un diario en donde presuntamente describía sus crímenes, ropa y herramientas como sierras.

Aunque los servicios periciales aún no determinan si se trata de otras víctimas, el citado comunicador afirmó que en casa de Miguel “N” también se encontraron indicios de necrofilia y fetiches.

Supuestamente, el químico farmacobiólogo solía contactar a sus víctimas por redes sociales, además de que algunas habrían sido conocidas o sexo servidoras.

El reportero especialista en nota roja, Carlos Jiménez, difundió a través de su cuenta de X que, tras el cateo realizado por la FGJ CDMX en el departamento, a Miguel “N” se le considera como sospechoso del feminicidio y desaparición de al menos siete mujeres.

La desaparición de Frida Sofía

Corría el año 2015 cuando ante la entonces Procuraduría de Justicia capitalina fue levantado un reporte por la desaparición de una joven llamada Frida Sofía de 22 años de edad.

El rostro de la joven apareció en múltiples boletines de búsqueda que especificaban no solo sus rasgos físicos sino también que era una estudiante foránea del Instituto Politécnico Nacional (IPN), el mismo centro de estudios de donde egresó Miguel “N”.

Frida Sofía habría llegado desde Tlacotepec, Morelos para continuar sus estudios en la Ciudad de México, no obstante, familiares y amigos perdieron su rastro y todo tipo de contacto con ella el 7 de febrero de 2015.

En la ficha de búsqueda que hasta la fecha continúa difundiendo la FGJ CDMX se contempla que el lugar en donde fue vista por última vez fue en la calle Hortaliza de la colonia Granjas de México en la Alcaldía Iztacalco, a menos de tres kilómetros del edificio en donde se encontraba el departamento de Miguel “N”.

Información obtenida y difundida en redes sociales por la periodista Itzel Cruz Alanís da cuenta del vínculo sentimental que existía entre el químico farmacobiólogo y Frida Sofía, pues se presume que estaban comprometidos al momento de la desaparición de la joven.

Pese a las fotografías en donde se les aprecia juntos, las autoridades capitalinas no lograron realizar una investigación que les permitiera dar con el paradero de la estudiante, cuyo caso volvió a resonar tras la detención de Miguel “N”.

Serán las investigaciones de la FGJCDMX las que determinen si entre los indicios asegurados en el condominio de la Cerrada 16 de Septiembre se encuentran rastros que logren esclarecer la desaparición de Frida Sofía, cuyo caso había quedado en el olvido durante al menos nueve años.

Miguel “N” fue vinculado a proceso

Por su presunta responsabilidad en el feminicidio de María José y la tentativa de feminicidio de Cassandra, Miguel “N” fue trasladado hasta las inmediaciones del Reclusorio Preventivo Varonil Oriente, en donde la tarde de este 19 de abril se presentó a su audiencia inicial.

Tal y como lo reportó MILENIO, alrededor de las 10 de la mañana en los juzgados anexos al centro penitenciario se presentaron el padre y hermana de las víctimas, quienes fueron asesorados por dos grupos de abogados.

Alrededor de las 13:30 horas, la FGJ CDMX informó a través de sus canales oficiales de comunicación que Ministerios Públicos obtuvieron la vinculación a proceso de Miguel “N” por su probable participación en los delitos de feminicidio y feminicidio en grado de tentativa.

Ministerios Públicos de la #FiscaliaCDMX obtuvieron la vinculación a proceso de Miguel “N”, por su probable participación en la comisión de los delitos de feminicidio y feminicidio en grado de tentativa, registrados el pasado martes en la colonia La Cruz, alcaldía Iztacalco.… pic.twitter.com/37SEbUQkVz

— Fiscalía CDMX (@FiscaliaCDMX) April 19, 2024

Al acusado se le dictó la medida cautelar de prisión preventiva, misma en la que permanecerá al menos hasta que concluyan los seis meses que la autoridad judicial fijó para el cierre de la investigación complementaria.

De forma extraoficial trascendió que durante la audiencia el químico farmacobiólogo se ofreció a ayudar a las autoridades a esclarecer “varios crímenes”, además de que admitió padecer de sus facultades mentales, según informó en su cuenta de X el periodista Antonio Nieto.

Mientras Miguel “N” enfrenta su proceso penal desde reclusión, a las afueras del número 18 de la Cerrada 16 de Septiembre, vecinos y colectivos feministas colocaron veladoras y pancartas para exigir justicia por el feminicidio de la joven María José.

En redes sociales, internautas han comenzado a referirse al presunto feminicida como el “Demonio de Iztacalco”, un término que ha sido severamente criticado por colectivos feministas bajo la premisa de que deshumaniza a las personas que incurren en este tipo de delitos al posicionarlos como individuos fuera de lo común y no como un vecino que puede estar durmiendo en el departamento o casa de a lado.

Del mismo modo, la indignación es perceptible entre las personas que consideran incomprensible el hecho de que las autoridades no hayan logrado realizar un trabajo eficaz en las anteriores desapariciones reportadas que pudieran guiarlos hasta aquel edificio de la colonia La Cruz Coyuya en donde ahora únicamente resuena la exigencia de justicia y la consigna ¡Ni una más!