De mexicanos, 35% de compras en McAllen

Milenio

En los últimos 15 años, el área metropolitana de McAllen, Edinburg, Mission y Pharr, en el sur de Texas, ha crecido gracias al comercio con México.

El consumo de los mexicanos en esta zona representa casi 35 por ciento de los ingresos de una ciudad donde la principal actividad son las ventas al menudeo.

Por ello, a pesar del aumento del dólar frente al peso, las amenazas de Donald Trump y de que el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez, pidió a sus ciudadanos no hacerlo, los connacionales no han dejado de ir de compras a McAllen.

No obstante, sí puede registrarse una disminución de hasta 4 por ciento en las ventas anuales. “Nos gusta ir a gastar el dinero a Monterrey y viceversa, que vengan a McAllen, somos amigos”, expresó Jim Darling, alcalde de McAllen.

El político, veterano de Vietnam, señaló que las relaciones fronterizas entre México y Estados Unidos solo son conocidas por los gobiernos locales, por lo que más allá de las advertencias que desde Washington DC se puedan lanzar, la autonomía no se podrá anular. Particularmente en temas económicos y familiares.

El comercio de esta ciudad fronteriza asciende a 3 mil 700 millones de dólares, de los cuales mil 200 millones provienen de compradores mexicanos. En su mayoría de Monterrey, Nuevo León y Tamaulipas.

En tanto, esta zona metropolitana destaca por su porcentaje poblacional hispano-mexicano con 97.7 por ciento. Apenas le sigue de cerca Yuma, Arizona, con 97.6; Brownsville-San Benito-Harlingen, con 97.2 por ciento, y Las Cruces, Nuevo México, con 96 por ciento, de acuerdo con el Pew Hispanic Center.

Ubicada en el condado de Hidalgo, McAllen no cuenta con grandes industrias a diferencia de otras ciudades de Texas. “No tenemos grandes corporativos como Houston, San Antonio o Austin, donde están Dell, Apple o IBM. No tenemos esas corporaciones aquí, nuestra economía se basa en cuatro pilares: ventas al menudeo, atención médica, turismo y las industrias maquiladora y logística. En todo ello los mexicanos juegan un papel importante como consumidores y trabajadores”, indicó Steve Alhenius, presidente de la cámara de comercio de McAllen.

Reconoció que lo que ocurra en México preocupa e impacta a McAllen y calculó que para este año la depreciación del peso mexicano frente al dólar provocará una disminución de hasta 4 por ciento en las ventas, unos 200 millones de dólares. No obstante, espera que en 2017 exista un repunte.

“Es considerable, pero no nos preocupa, sabemos que nuestra relación con México no se acaba. Tenemos 2 mil trabajadores de maquila que viven aquí y trabajan en Reynosa y cruzan todos los días.

“Promovemos a McAllen como una experiencia americana en la frontera, lo promovemos ampliamente en Monterrey y en otras partes de México para que la gente venga y pase un fin de semana para comprar, comer y disfrutar la experiencia americana. La gran ventaja es que es bilingüe, no queremos que eso se acabe”, dijo Alhenius.

Para el sector de servicios, la disminución de visitantes ha sido palpable. “En años anteriores, para estas fechas (principios de diciembre) ya teníamos apartados los días para muchos eventos y en esta ocasión apenas comienzan a marcar para hacer cotizaciones. Incluso en el Black Friday se veían las filas kilométricas y esta vez no vi los comercios abarrotados”, comentó Jesús Martínez, dueño del restaurante El Pastor en esta ciudad fronteriza.

Los comerciantes de la Plaza de Outlets en la zona de Las Mercedes, famoso lugar para ir de compras, también resienten una ligera baja en los visitantes. “En otros años apenas poníamos las islas con ropa y bolsos afuera y no duraban más de dos días, ahora llevan toda la semana y aún tenemos varios productos”, compartió Sonia, vendedora de una boutique.

Entre los pasillos del gran centro comercial abundan los regiomontanos, pero muchos reconocen que este año trajeron menos dinero para gastar. “Con todo y el dólar sigue conviniendo venir a comprar aquí, porque hay muchas marcas buenas y a buenos precios. En Monterrey sale mucho más caro, pero aquí se puede elegir. Aun así, el año pasado traje 20 mil pesos para gastar para toda la familia y ahora nos limitaremos a 15 mil”, comentó Irma Rodríguez, mexicana.

No obstante, no todo se reduce a las compras en las plazas. En McAllen también se abren camino capitales mexicanos más ambiciosos, historias que el presidente electo de Estados Unidos parece desconocer.

Adrián Villarreal es uno de los dueños de la tienda de pisos y azulejos Gilsa, con sede en Monterrey. Este año decidió abrir una tienda especializada en decoración, en el área de San Juan, en McAllen, y pese a las advertencias xenófobas de Trump y lo riesgoso del panorama político y económico, confía en crecer.

“Esperamos llegar al fin de año y que la tienda esté generando su propio capital para que pueda vender sola. Solo queremos trabajar… a Estados Unidos también le conviene que vengan compañías con ganas de invertir”, expresó.

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