¿Cuál de estas dos pinturas es un Rembrandt auténtico?

Milenio
Un grupo de artistas digitales recreó obras de arte robadas, destruidas, quemadas o dañadas únicamente con imágenes de archivo; ‘La tormenta en el mar de Galilea’ fue una de ellas.

En 1990 dos ladrones disfrazados como policías entraron al museo Isabella Stewart Gardner y robaron 13 obras de arte —valuadas en 500 millones de dólares—. Entre ellas se encontraba The Storm on the Sea of Galilee (La tormenta en el mar de Galilea), el único paisaje marino que pintó el neerlandés Rembrandt. Han pasado más de 25 años y las obras aún están desaparecidas.

La productora de software de diseño Adobe comisionó a un grupo de artistas digitales la tarea de recrear obras de arte robadas, destruidas, quemadas o dañadas únicamente con imágenes de archivo. ¿Será cierto que las obras de los grandes maestros del arte son irrepetibles? Es quizá una idea obvia, incluso ingenua, porque el trazo fino de Caravaggio o la forma en que Rembrandt utilizaba la luz parecen habilidades que sólo ellos poseían. No obstante, asumieron el reto.

Originario de la India, Ankur Patar recreó La tormenta en el mar de Galilea en sólo 20 días. Lo primero que hizo fue reunir incontables imágenes que le sirvieran para componer cada detalle y formar cada textura. Cuenta que, a pesar de trabajar con herramientas digitales, su proceso fue bastante similar al que siguió Rembrandt. Comenzó trazando el fondo —el cielo y las nubes— y, poco a poco, formó los elementos principales, el barco, los marineros y el agua.

Patar confiesa que el agua fue el elemento más difícil de recrear. Se propuso encontrar la imagen de una gran ola y manipularla a la manera del cuadro de Rembrandt. Al final tuvo que reunir cerca de 20 imágenes diferentes para formar ese mar violento. Para cada rostro utilizó tres o cuatro caras distintas y de cada una extrajo un rasgo.

En uno de los marineros, Rembrandt se plasmó a sí mismo. Patar no perdió la oportunidad de imitarlo y, en un guiño a Miguel Ángel —que se pintó a sí mismo en la Capilla Sixtina—, incluyó una selfie. Si miras con cuidado, en la parte inferior, lo reconocerás.

Además de La tormenta en el mar de Galilea, de Rembrandt, se recrearon los cuadros San Mateo y el Ángel, de Caravaggio, La mesa herida, de Frida Kahlo y Catedral en un pueblo medieval, de Schinkel. Puedes ver el proceso de recreación aquí.

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