La crónica de una tragedia no anunciada, 45 muertos en la región del Istmo

Paloma Duarte 

Durante 88 segundos rayos de colores y fuertes tronidos arrebataron la tranquilidad a los oaxaqueños, quienes desde hace más de 100 años no sentían un sismo de más de 8 grados y que esta noche madrugada de jueves y viernes vivieron la desesperación y agonía.
De acuerdo a la Coordinación Estatal de Protección Civil 10 de los 13 autoparlantes funcionaron correctamente y alertaron unos segundos antes a la población del fuerte sismo que cambiaría la vida de cientos de familias.
La capital oaxaqueña en punto de las 23:49:20 horas despertó del ligero sueño en el que se encontraba para ingresar a una pesadilla, misma que costó la vida a poco más de 40 habitantes de la región del Istmo.
En la capital del Estado el minuto 20 segundos que duro el movimiento telúrico causo pánico en las personas más aún en aquellas que días antes habían vivido la tragedia de ver inundadas sus viviendas por las constantes lluvias.
Los fraccionamientos Los Cantaros, Arboledas, Itabiza así como Santa Inés Yatzeche mantenían niveles de agua y estaban en proceso de ser evacuados, en ese transcurso inicio lo que ha sido hasta hoy el movimiento más fuerte en el siglo.
Siete mil viviendas sufrieron afectaciones en Juchitán de Zaragoza, y van desde los daños menores, parciales hasta los totales, aunque lo más difícil que vive el pueblo zapoteca fue la perdida de sus habitantes.
Se estima que bajo los escombros se encuentren más cuerpos, de los que voluntarios y vecinos del lugar han sacado durante este su primer día después del sismo que trajo un antes y un después a esta ciudad.
En la capital del estado los daños se presentaron más ligeros, aunque no por ello representaron menos temor, hombres, mujeres y niños salieron a la calle con pijama y entre más se movía el suelo mayor era el miedo que se observaba en sus rostros.
Algunos sacaban sus celulares y cámaras para registrar el momento, y es que, a diferencia de otros sismos, en este el cielo se resplandecía, brillantes colores se reflejaban entre las nubes que horas antes habían descargado su furia en diversas comunidades y desbordado algunos ríos.
Como valoración de los daños, el gobierno del Estado informó que se presentaron varios daños carreteros, daños a viviendas en diferentes comunidades, por lo que la Secretaría de Gobernación emitió la declaratoria de emergencia a 41 municipios de la entidad.
Al realizar un recorrido por Juchitán, Oaxaca el presidente Enrique Peña Nieto anunció que envió un decreto para que el 7 de septiembre de cada año sea de luto nacional y la bandera mexicana ondee a media asta, en memoria de las víctimas que dejó el sismo de 8.2 grados Richter.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Back to top button