Baleado en la carretera a Puerto Escondido

Imparcial

Con lo que se presume son impactos de bala en el rostro y el pecho fue localizado un poblador de Santa Gertrudis, Zima-tlán. Al parecer se trata de un supervisor de Liconsa.

El cadáver lo encontraron en la Carretera Federal 131 Oaxaca-Puerto Escondido, en jurisdicción de San Juan Lachao, perteneciente a Juquila, en la región Chatina.

Pese a establecer el nombre de la víctima, al cierre de la edición no habían acudido familiares a reconocer el cuerpo en forma legal.

Se trataría de Eleuterio, de 48 años de edad, originario de Santa Gertrudis, Zimatlán, ubicado en la región de Valles Centrales.

La identidad de la víctima fue reafirmada también por un compañero de trabajo, declararon autoridades municipales.

Información extraoficial aseguraba que Eleuterio se desempeñaba como supervisor de Liconsa en la región Costa.

Fuentes policiacas indicaron que el cuerpo se halló en el paraje Luz de Luna, a 300 metros de la desviación a Lachao Nuevo.

Al constatarse que el hombre estaba sin signos vitales, acudieron elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones y peritos de la Fiscalía General del Estado para el inicio de las investigaciones.

A simple vista, la policía certificó que la víctima presentaba un impacto de bala en el rostro.

“Estaba boca arriba, con un teléfono celular cerca de su mano izquierda, posiblemente intentó pedir auxilio, portaba una camisa color claro, dos plumas y un escrito en la bolsa de la camisa de manga corta”, describió un oficial.

Detalló que el hombre era de complexión robusta, tez morena y usaba bigotes.

Para revisar si presentaba más impactos de bala y además establecer la verdadera causa de muerte, el cuerpo fue llevado al descanso municipal en el que se le practicaría la necrocirugía de ley.

Trascendió que el empleado de Liconsa fue asesinado a balazos en un asalto a mano armada; sin embargo, los agentes estatales de investigaciones aseguraron que no descartarán ninguna línea de investigación.

De acuerdo con el reporte, el trabajador cobraba las cuentas de los centros de distribución de Liconsa cuando fue asaltado. Recibió dos disparos, uno en la cabeza y otro en el pecho.

Eleuterio se desempeñaba como supervisor de la tienda Liconsa de San Pedro Juchatengo y fue asesinado a balazos cuando se dirigía a una población de la Costa.

El cadáver fue descubierto por elementos de la Policía Estatal, quienes acordonaron la zona y esperaron a que llegaran los agentes estatales de investigaciones.

A unos metros del cuerpo fue hallada la camioneta en la que viajaba Eleuterio, marca Nissan, color blanco.

Una de las primeras líneas de investigación apunta a un asalto a despoblado.

No sería el primer asesinato contra empleados de Liconsa, el 24 de abril de 2014, en una brecha de Arroyo Grande, municipio de Coyuca de Benítez, Guerrero, se encontró la camioneta de Liconsa.

Se estableció que un auxiliar operativo, un supervisor operativo y un promotor que prestaba sus servicios para Liconsa fueron privados de su libertad, para después ser asesinados y enterrados en forma clandestina.

En el terreno conocido como El Ranchito excavaron y descubrieron una placa de cemento de dos metros de ancho con un grosor de veinte centímetros, además de cal y debajo de ésta una fosa en la cual se encontraban tres cuerpos en avanzado estado de descomposición, atados con las manos hacia atrás.

Los tres sufrieron traumatismo craneoencefálico severo, secundario a heridas penetrantes a cráneo, producidas por proyectil de arma de fuego, presentando los tres cadáveres dos orificios cada uno.

Dos meses después, el 28 de junio de 2014 un supervisor de la empresa Liconsa fue ultimado de tres balazos (dos en la espalda y uno en la cabeza), en el camino vecinal conocido como Dos Caminos a Xocotla, en el municipio de San Pablo Zoquitlán.

El cadáver quedó junto a una camioneta con logotipos de la Secretaría de Desarrollo Social.

La línea de investigación apunta a un asalto, pues la víctima se dirigía a la población de Tepepa de Zaragoza, para entregar apoyos económicos por un monto de 20 mil pesos.

El supervisor fue ultimado a quemarropa sin indicios de que se resistiera al asalto. Tenía más de dos años laborando para la dependencia federal.

Mientras que el 10 de septiembre de 2014 quien fuera subdirector de Maquila y Compra de Leche Nacional de la dirección de Producción de Liconsa, murió al viajar en una camioneta oficial en la súpercarretera 135D Cuacnopalan-Oaxaca, a la altura del municipio San Gabriel Chilac, Tehuacán; el funcionario se dirigía a la capital oaxaqueña cuando ocurrió el accidente.

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