Artesanos de Oaxaca transforman el copal en hermosas artesanías: Alebrijes
Paloma Duarte.-
El árbol de copal aunque es hermoso por su naturaleza rebelde, muestra su máxima expresión en Arrazola Xoxocotlán un municipio de los Valles Centrales de Oaxaca en donde los artesanos transforman la madera en extraordinarias creaciones, llamadas “alebrijes”.
Colores y formas nacidas de la imaginación de los creadores se forman y comercializan en este municipio que se ha convertido en la cuna de estas magnificas figuras que cautivan a propios y extraños.
En el siglo XXI el mayor reto que enfrentan los artesanos es que las nuevas generaciones se niegan a seguir con la tradición de realizar estas piezas, lo que lleva a que estén en constante crisis y a un paso de la extinción.
Genaro Gonzales, uno de los artesanos que ha sobrevivido a las crisis de los alebrijes, indicó que para realizar una pieza se necesita encontrar la madera adecuada, tallarla durante días y darle forma a cada una de las partes.
“Con gran amor tallamos cada una de las piezas, les ponemos pintura, colocamos nuestro amor y corazón a cada una de ellas, ninguna se repite, son únicas, y son parte de nosotros”, destacó Genaro.
Con la vista cansada por el paso de los años, indicó que sus hijos ya no se dedican a la elaboración de artesanías, tres de ellos ni siquiera están en Oaxaca y el que queda ha puesto su taller de carpintería, y es que, las piezas ya no se comercializan como antes.
Desde su taller dijo que una pieza tiene el costo dependiendo del tamaño y tiempo de elaboración, van desde los 120 pesos hasta los 5 o 10 mil pesos que pocos se atreven a pagar, por lo que ya no resulta un negocio para sostener a su familia.
“Hoy yo me dedico a esto pues ya no tengo hijos pequeños que mantener, mis gastos han disminuido y con la venta de uno o dos alebrijes puedo mantenerme con mi esposa, además que mis hijos nos apoyan económicamente”, destacó.
Aunque han emprendido jornadas para que los niños aprendan a elaborar estas piezas son pocas las familias interesadas en impulsar el trabajo, y menos los niños que por sí solos se acercan para aprender este arte.
