Aprender a leer y escribir o estudiar la educación básica, esperanza que libera

5Comunicado

Son distintos los motivos por los cuales llegaron al Centro de Reinserción Social (CERESO) de este municipio,  pero uno de sus objetivos en común, es concluir su educación básica. Son 182  reclusos que  en este espacio se han incorporado a los servicios de alfabetización, primaria y secundaria del Instituto Estatal de Educación para Adultos (IEEA).

La Plaza Comunitaria “La Esperanza”, ubicada en el interior del CERESO de Miahuatlán cuenta con diez computadoras, sala de asesorías, aparato de televisión y material educativo. Lugar donde por algunas horas, los internos de manera imaginaria se transportan a otros lugares y tiempos mediante los libros y programas de cómputo con los que estudian.

“Lo primero que escribí fue el nombre de mi papá y mamá y les hablé por teléfono, para decirles que ya podía leer, porque antes le pedía  a un compañero que me marcara los números”, expone Isaías, quien lleva más de cuatro años en prisión.

Explica que hace tres años se incorporó a aprender a leer y escribir, después se siguió con la primaria, la que concluyó el pasado mes de septiembre y ahora estudia la secundaria.

Con emoción comenta que espera la visita de su esposa y tres hijos para mostrarles el certificado y decirles que va a continuar estudiando para algún día llegar a ser abogado y ofrecerles una vida mejor cuando obtenga su libertad.

“Llegué aquí sin saber leer ni escribir, menos iba a conocer las computadoras; pero con ganas de aprender. Quiero ser abogado para echarle la mano a las personas que a veces son inocentes y por equivocación están presas”, comenta el joven de 31 años.

Vicente es el asesor de Isaías, su Circulo de Estudio está integrado por 102 personas que al igual que él están recluidos, a los que les enseña a leer y escribir o los apoya a estudiar la educación básica, con tres horarios para atenderlos de manera personalizada, de nueve a doce, de doce a catorce horas y de quince a diecisiete horas, tiempo en que está abierta la Plaza Comunitaria.

Lleva tres años y medio en este espacio, es Técnico Superior Universitario en Protección Civil y decidió colaborar en mejorar el nivel educativo de quienes por circunstancia de la vida, encontraron en prisión la oportunidad de alfabetizase o estudiar la primaria o secundaria, además de adquirir conocimientos de cómputo.

“Me siento contento porque aunque estamos aquí podemos ayudar a las demás personas y ser útiles a la sociedad. Más de la mitad de los compañeros no tienen estudios básicos, pues tuvieron la necesidad de trabajar desde muy chicos, dejando a un lado la escuela, mírelos ahora, la mayoría les gusta estudiar con la computadora”.

Hazaél también es asesor, con escasos 24 años de edad dice que su método de enseñanza-aprendizaje consiste en enseñar los números de acuerdo a las cuentas que mentalmente los educandos manejan: “Ellos saben contar grandes cantidades de dinero, hectáreas de tierra, retomo esos ejemplos para enseñarles los números y así aprenden más rápido. Los señores más grandes vienen a la Plaza para olvidarse de la rutina, recurren a los libros para despejar su mente”.

En tanto el Director del Centro de reinserción Social, Pavel Alderete García, expresa que en coordinación con el Instituto Estatal de Educación para Adultos,     se brinda la oportunidad de que los reclusos puedan acceder a las herramientas básicas que les permitirá mejorar su calidad de vida, ya que mientras están en prisión pueden aprender a leer y escribir o bien estudiar la primaria y secundaria.

Agrega que los internos que estudian o fungen como asesores, se les cuenta como buen comportamiento y parte de la inserción social. “La ley establece que los internos que estudien, se les tomará en cuenta al momento de la revisión que  hacen los jueces y los consideren aptos para obtener su libertad preparatoria o anticipada, en el caso de los asesores se les cuenta como cuestión laboral. Está estipulado que por cada dos días de trabajo o educación se les redima uno más”.

Enfatiza que es muy importante tener estos programas educativos porque tienen integrada la tecnología, siendo que muchos de los reclusos nunca habían tenido la oportunidad de usar una computadora y en el CERESO no solo se les brinda la educación básica sino que también se les dan cursos de computación, lo que les permitirá una mejor integración a la sociedad al momento de obtener la libertad.

Cabe mencionar que con el programa “CERESOS”  el IEEA proporciona los servicios educativos en  15 Centros de Reinserción Social, el Centro Federal de Readaptación Social (CEFERESO) de Miahuatlán y  en la Dirección de Ejecución de Medidas  para Adolescentes (DEMA).

Actualmente se tiene una atención de mil 530 reclusos, siendo la coordinación de zona de Miahuatlán la que concentra la mayor atención  711 educandos: 182 en el CERESO y 529 en el CEFERESO.

Fue en el mes de agosto de 2014 cuando el Director General del IEEA, José Manuel Bermúdez Hernández y el entonces Secretario de Seguridad Pública de Oaxaca, Alberto Esteva Salinas, el Subsecretario de Prevención y Reinserción social, Baldemar Pérez Canseco y el Jefe de Proyectos estratégico del Instituto, Sergio Barrera Mejía, firmaron el “Acuerdo de Atención a los Centros de Reinserción Social del Estado de Oaxaca”.

El CEFERESO y el CERESO,  ambos instalados en Miahuatlán de Porfirio Díaz, cuentan con Plaza Comunitaria y otra más en el CERESO de Santo Domingo Tehuantepec, todas equipadas por el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA).

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