A fin de año estará listo el Centro Cultural La Titería

latiteriaLos títeres tendrán nueva casa. A finales de año, la compañía Marionetas de la Esquina inaugurará el Centro Cultural La Titería.

La idea surgió hace varios años cuando la agrupación, con casi cuatro décadas de trayectoria, y encabezada por Lucio Espíndola y Lourdes Pérez Gay, tenía su sede en Cuernavaca. Empezaron a realizar el proyecto, pero no lograron tener las condiciones necesarias para realizarlo.

Al mudarse a la Ciudad de México, hace 13 años, la compañía logró concretar otra de sus propuestas: el Festival Internacional Titerías, el
cual tiene más de 10 años, y les permitió empezar a realizar el proyecto del centro cultural, que se ubicará en Guerrero número 7, en la colonia del Carmen, Coyoacán, dice Espíndola, director de la compañía.

En entrevista con MILENIO, explica que les costó mucho trabajo obtener el permiso de uso de suelo, porque “en esta colonia no está permitido la creación de centros culturales, y hasta que las autoridades correspondientes del Gobierno del Distrito Federal nos otorgaron el permiso de construcción —porque el espacio tendrá un beneficio para el público—, no pudimos avanzar en el tema”.

Los trámites para obtener el permiso de tener un espacio dedicado a ofrecer funciones de marionetas empezaron a realizarse en 2006 y la construcción del edificio comenzó en marzo de 2012. Actualmente se tiene 50 por ciento realizado, explica.

El terreno fue cedido en comodato a la compañía Marionetas de la Esquina por el Gobierno del Distrito Federal. Entre 2006 y 2012 no se pudo avanzar en el desarrollo del lugar por la falta de los permisos: “Incluso, en el sitio había una plataforma de metal que no podíamos quitar. No podíamos hacer absolutamente nada hasta que se nos otorgara el permiso de uso de suelo”, menciona.

“Debo reconocer que pudo más el empecinamiento de Lourdes Pérez Gay y Amaranta Leyva Pérez Gay para lograr esto. Gracias a su paciencia y a su constancia se logró. Ellas siguieron todos los trámites y consiguieron todo lo que necesitábamos. Entre marzo de 2012, cuando empezó la construcción y la actualidad, se terminó la primera etapa de la misma”, recuerda.

El Centro Cultural La Titería, el cual tiene mil metros cuadrados de terreno y más de 600 de construcción, albergará un teatro, una cafetería, una galería, oficinas y vestidores. La construcción se concluirá gracias al apoyo de la iniciativa privada.

Para Espíndola, el objetivo de este espacio será el de desarrollar el títere en sus tres actividades principales: primera, la artística, con la programación de funciones de la compañía Marionetas de la Esquina y de otras agrupaciones.

La segunda es la educación básica y especial, donde se hace un trabajo con apoyo de la Universidad Pedagógica Nacional, con la cual se hacen diplomados para maestros capacitándolos en el
uso del títere en el aula o en su comunidad: “Los maestros son promotores culturales en las zonas rurales de nuestro país. Esa capacitación les permite llegar a su medio social y no solo a los alumnos, sino a los padres de familia y los hermanos de sus alumnos”, dice.

El uso del títere en manos del propio niño para que éste se exprese cuando tiene una marioneta en su poder: “Una vez estábamos dando una plática en un programa del Desarrollo Profesional del Magisterio, hace varios años, cuando me interrumpió una voz infantil que entabló un diálogo con Lourdes y le dijo que no le gustaba ir a la escuela porque le pegaban los niños, algo que hizo que su madre se sorprendiera, porque no sabía nada del tema”, cuenta el también actor.

La tercera actividad es la promoción en las comunidades, donde Marionetas de la Esquina tiene experiencia porque han acudido en muchas ocasiones a distintas zonas conurbadas de la Ciudad de México para realizar funciones.

“Además, firmamos un acuerdo con el Consejo Nacional de Fomento Educativo, para proporcionarle paquetes con tres títeres y una explicación de cómo usarlos, para que los promotores sociales hagan algunas de sus actividades con los niños acompañados de estas marionetas”, recuerda.

Se busca que el Centro Cultural La Titería tenga un teatro que esté en permanente contacto
con la comunidad, en especial con
las escuelas de distintos niveles educativos, así como con la promoción social y comunitaria.

Para ello se creará un programa llamado Mil y un titiriteros, dedicado especialmente a los jóvenes, para prepararlos y que puedan llevar funciones de marionetas a sus barrios, colonias, comunidades, plazas, además de que puedan convertirse en promotores de esta actividad, comenta.

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