Frey en politica

FREY EN LA REDACCIONRecordando a mis compañeros de oficio
 Gracias por la amistad David Carreño Díaz
 
Don Raúl, mi agradecimiento por sus consejos
 
Fausto  REY
 
 EL pasado 30 de junio del año en curso, allá en las instalaciones de urgencias, del IMSS, a donde acudo mensualmente a mi chequeo médico, tuve el gusto de saludar a mi amigo, el periodista especializado en información deportiva, editor de la única revista de la especialidad en Oaxaca, que lleva por nombre Boom, me refiero a David Carreño Díaz. El estaba ahí porque acompañaba a la autora de sus dais.
 
A este joven, profesionista, no solo en la especialidad de la información deportiva sino también como ingeniero egresado del Tecnológico de Oaxaca, tuve el honor de conocerlo desde que era un niño; a él y a todos sus hermanos porque todos estos acudían a ver “jugar” a los reporteros deportivos de hace tres décadas anteriores.
 
En ese entonces, los reporteros deportivos, que cubrían todo para poder publicar sus notas en los diarios, como eran el Imparcial;  El Noticias; el Sol de Oaxaca; El Rotativo; El Extra de Oaxaca y Carteles del Sur.
 
El reportero no solo cubría la información, sino que al llegar a la redacción, tenía que adentrarse al “cuarto oscuro”, sitio en donde se tenía que revelar la película y más tarde imprimir las fotografías que serían publicadas.
 
No en todos los diarios había atención especial para la información deportiva; no, había algunos medios que no tenían reporteros de esta fuente; como en su tempo fue El Fogonazo y El Panorama de Oaxaca.
 
Pero mucho antes, existió una revista llamada El Olimpo, cuyo editor fue Juan Manuel Vignon (actual corresponsal de Televisa); y se dedico a la publicación de información deportiva. Que no era tan fluida como en la actualidad pero sí había que informar a quienes gustaban de esta actividad física que es el deporte.
 
También existió otra revista más que fue El mosquito, que donde picaba levantaba roncha, cuyo editor lo fue don Mario (perdón, pero no recordé el apellido de don Mario), un hombre que por mucho tiempo se dedico a la promoción del futbol infantil, en una canchita que estaba ubicada en la parte posterío de la iglesia de Los Pobres, allá en la colonia Reforma.
 
Pero volviendo al tema de mi encuentro con el joven periodista, Carreño Díaz, les diré que estaba en compañía de otro grande de la actividad deportiva, solo que en la especialidad pedestre, Andrés Ríos, quien se está preparando para asistir a un evento de mucha trascendencia y con quien tendremos el gusto de platicar en otra ocasión para que nos cuente lo bueno, lo regular y lo malo que ha vivido en el deporte del atletismo.
 
Retomando el asunto de los reporteros deportivos, a quienes recuerdo con mucho afecto porque en el seno de la información deportiva encontré a personas que mediante sus consejos pude encontrar el sendero de mi existencia.
 
A Andrés Guzmán Zamora, lo colocó el destino en mi camino para tomar a la información deportiva como algo que llenó y ha llenado mi existencia. El colaboraba para un diario que ya desapareció del panorama diarista como fue La Opinión; y más tarde se fue al Sol de Oaxaca, en donde el editor reportero de deportes era Roberto Silva Ruiz; y en las columnas de crítica estaban dos grandes de esta especialidad como Raúl Luna Cruz y José Sánchez Vera, conocido en el ámbito deportivo como Chez Vera.
 
En el diario Noticias, estaba don Raúl Navarro Hernández; hombre de“colmillo” retorcido en esto de la información y fotografía de deportes.
 
Y claro, en el mismo Noticias, estaba un jovencito fotógrafo Jaime Medina Sánchez, que imprimía excelentes graficas de los encuentros de beisbol, de futbol, de Natación, de Frontenis, de Softbol femenil y varonil, de Voleibol y en general de todos los deportes.
 
En el Sol de Oaxaca, cubría la fuente un profesor llamado Jaime Guzmán Murillo; en el Extra estuvo Raúl Luna Cruz y más tarde José Antonio Gutiérrez Sumano, conocido entre los compañeros de la fuente como “El Pelochas”.
 
A Andrés Guzmán Zamora, lo conocí en el Sol de Oaxaca, cuyo Director General, era el gerente de la XEOA Wilfrido Hernández Martínez, esto por el año de 1979, aunque después la dirección cambio de manos y se desempeño en este cargo el ya desaparecido Mauricio Mauro Ramírez Hernández El Mau Mau.
 
Fue precisamente en este diario, en donde este servidor comenzó su aventura en el periodismo.
 
Inicié como fotógrafo de nota rioja; en el Sol de Oaxaca; y fue precisamente hasta el año de 1981 cuando casi junto con Guzmán Zamora, creamos en el diario El Imparcial, la sección deportiva, porque ese diario no tenía úna edición especial de información deportiva.
 
Durante mi desempeño en este oficio de la comunicación, lo considero oficio (soy empírico), porque este servidor jamás piso una Universidad para salir convertido en un profesionista titulado en Educación Superior, como Periodista, o como han egresado de diversas universidades muchos jóvenes y señoritas con un titulo en Ciencias de la Comunicación.
 
No mis estimados lectores y lectoras, este servidor fue adquiriendo conocimientos, de lo que es la comunicación en la universidad de la vida, gracias a muchos consejos y ejemplos que me dieron grandes amigos a los que considero maestros en esta materia.
 
Uno de estos, lo fue y los seguirá siendo don Raúl Navarro Hernández, hombre integro en toda la extensión de la palabra, a quien le he agradecido sus consejos de manera personal pero ahora lo hago público porque sin estos consejos quién sabe que hubiera pasado de Fausto Rey. ¡Gracias don Raúl!
 
También conocí a otros jóvenes como Juan Manuel García López, a mi tocayo Fausto Miguel García; a Gerardo Santaella; a Víctor Hugo Villanueva; a Jaime Rodríguez; a Leobardo García Reyes; y a otro jovencito más, ya desaparecido que llevó el nombre de Florentino López, asimismo, a Jacobo Ventura Mesinas (ahora responsable de la Comunicación Social del IMSS), a Víctor Rodríguez El virori, haber si no se molesta porque le llamo por su apodo, algo que ahora hago pero que a este servidor nunca le ha gustado llamarles por su apodo.
 
Y de manera especial, hago mención de un gran locutor especializado en la crónica deportiva como lo fue Pepe Ramírez Méndez, La voz vibrante del Istmo, como le decía Daniel Camarena Flores, a José Ramírez Que En Paz Descanse.
 
Quizá no recuerde el nombre de los actuales reporteros deportivos, y para no cometer un olvido involuntario, mejor les digo a todos estos que le echen muchas ganas, ahora que ellos tienen mejores herramientas y conocimientos en la materia de la información, porque son egresados de diversas universidades y solamente tienen que recordar que la sociedad es quien merece todo nuestro respeto y nuestra profesión, para ustedes, (porque para mi seguirá siendo oficio), todo nuestra entrega, amor y sacrificio.
 
Y en esta ocasión, con perdón de todos ustedes mis lectores y lectoras, deseo comentarles algo muy íntimo que está en mi corazón y en mi alma:
 
Por los distintos escenarios deportivos de Oaxaca, capital, se desplaza un joven, con libreta en mano y en ocasiones también con la cámara de fotografiar colgada al hombro cubriendo diferentes encuentros deportivos, su nombres como se firma es Julio Sánchez León.
 
Este, ahora jovencito, con quien no tuve la fortuna (por cuestiones de la vida) de compartir su infancia ni su adolescencia y que sin habernos mantenido demasiado lejos, y sin haberle aconsejado que se dedicara a la reporteada periodística, él decidió tomar esta actividad como profesión y ha laborado en diferentes medios de comunicación iniciando en Tiempo de Oaxaca, más tarde (solo por unos meses) en El Imparcial y ahora lo hace en el diario Noticias Voz e imagen de Oaxaca.
 
Pues este joven, que su nombre completo es Julio César Sánchez León, es mi cachorro, a quien agradezco que haya decidido tomar el periodismo como su profesión.
 
¡Julio César, échale muchas ganas a tu chamba, porque la vida sigue y ofrece muchas alternativas, elige la mejor y adelante y que Dios te bendiga!

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