Fraguas ordena ataque a Villacaña por candidatura a la presidencia; Manipula caso de paternidad inexistente

COMUNICADO

Nuevamente Ana Laura Carrasco Ayala, hermana del director de Coesida, es cilindreada por José Antonio Hernández Fraguas para armar un escándalo mediático y presionar a las autoridades a determinar una paternidad que jurídica y biológicamente no existe.

Un juzgado familiar donde ella misma solicitó que se hicieran las pruebas de ADN que por cierto son infalsificables, determinó que la niña no tenía ninguna compatibilidad genética con Javier Villacaña, señalando que podría ser hija “de cualquier otro individuo de la sociedad”. No obstante lo anterior, Javier Villacaña ha aceptado siempre realizarse las pruebas  de ADN que sean necesarias  pues existe la certeza que no hay vinculo alguno y eso la propia señora Carrasco lo sabe.

Está nueva campaña promovida con ferocidad por Fraguas y operada por Rafael Vichido no es casual va ligada a sus recientes declaraciones de que el perfil del candidato a la presidencia  debe ser sin escándalos, ni señalamientos y se da tras conocer que Javier Villacaña será candidato a la presidencia de Oaxaca de Juárez, aprovechándose de Ana Laura quien movida por los beneficios económicos que pueda dejarle un padre a su hija, ha expuesto su intimidad al grado tal de generar daños irreversibles a la menor.

A Fraguas es obvio que no le importa ni Ana Laura ni la hija, no es la primera vez que busca aliados o hace uso de las personas para obtener beneficios a sí mismo, y en este caso no será la excepción, mientras sean de utilidad para continuar con ataques estériles contra sus enemigos imaginarios, las seguirá usando.

Es una pena que Carrasco Ayala no mida la dimensión que está alcanzando su afán por ponerle a la menor un apellido que según la genética, no le corresponde.

Presumiendo de grandes influencias por ser sobrina de Diódoro Carrasco Altamirano en su trabajo en el Tribunal Superior de Justicia, logró acceder a los jueces a quienes amenazó en repetidas ocasiones y trató de sobornar para que se cambiara el dictamen a su favor, olvidando que una prueba de ADN no se puede falsificar.

Ana Laura ha perdido la realidad y no se ha dado cuenta que al salir a la palestra exigiendo derechos a través de gritos y espectáculos en pleno zócalo capitalino, también ha mostrado a la opinión pública una personalidad que había estado escondida, pues se ha sabido de sus conductas promiscuas en la juventud, de su obsesión por el dinero que la llevó a relaciones extramaritales con personajes destacados como Ángel Revilla, de ABORTOS, de una grave falta de moral entre su grupo de amistades, de actitudes poco dignas entre muchas otras que distan de la madre ejemplar que dice ser.

Puede justificar sus recientes acciones en el supuesto derecho de su hija a la paternidad, pero los errores del pasado… esos que van contra la moral que predica todos los domingos ¿esos cómo se los explica a su hija?

Dicen por ahí, bebe, maldice, métete con todo mundo, después vuélvete cristiana y espántate de todo. La única explicación es que Ana Laura Carrasco sea la prueba de ello

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Back to top button